LA MANIPULACIÓN DE LA HISTORIA
Primero fue la ley de la Memoria histórica, después fue la intención de Garzón de encauzar a Franco por las víctimas del franquismo y ahora las acusaciones de prevaricación contra el juez Garzón. Todos estos puntos han vuelto a poner la Guerra Civil Española a primera actualidad.
Analistas de la llamada izquierda progresista hablan de la lucha contra el fascismo y, en muchos casos, se empeñan en identificar al Partido Popular con el gobierno franquista. Analistas de la derecha liderados por personajes como César Vidal y Pío Moa (“los inventores del pasado”) se encargan de escribir libros y panfletos que interesan solamente a una parte de la sociedad española, aunque no se basen en datos reales.
Unos y otros se empeñan en utilizar la guerra civil según les venga mejor. Unos dicen que hay que olvidar, que reabrir la Guerra Civil va a suponer acabar con la transición (lo escuchaba esta mañana en la Cadena Cope). Rajoy dice que no es partidario de reabrir las heridas del pasado. El problema, señor Rajoy, es que esas heridas no están cerradas. Y usted con ese tipo de declaraciones lo único que hacer es darle la razón a aquellos que quieren vincular su partido al franquismo. Otros hablan en tertulias sin tener conocimiento de causa.
Esa labor, la de investigar la historia, corresponde a los historiadores y en España tenemos muchos y buenos. No se trata como hacen en España los medios de hablar de buenos y malos y si de investigar la guerra civil en todos sus aspectos. Por supuesto que hay excepciones a toda esta sarta de tonterías que se están diciendo en España al respecto de la Guerra Civil. En Málaga se ha estado trabajando en los últimos años en las fosas del cementerio de San Rafael tras un acuerdo a tres bandas entre el Ayuntamiento (Partido Popular), Diputación (PSOE) y Junta de Andalucía (PSOE) y no existido ninguna polémica al respecto. 2840 cuerpos han salido de las fosas de San Rafael que tendrán su sepultura y que ayudarán a cerrar en el caso de la capital de la Costa del Sol algunas de las consecuencias de la guerra civil y de la dictadura.
Se ha escrito mucho sobre la Guerra Civil en los últimos años. Las elecciones democráticas de febrero del 36 dieron la victoria al Frente Popular, la derecha liderada por militares no aceptaron el referéndum y electoral y decidieron cambiar el signo político de país. A partir de ahí se sucedió una cruenta y fratricida guerra civil que se extendió hasta 1936 aunque muchos vivirían las consecuencias hasta la muerte del dictador en 1975. Una guerra civil en la que se cometieron crímenes por parte de ambos bandos, en el bando republicano estos crímenes se producirían especialmente en los primeros meses de la guerra por parte de los sectores más radicales de la izquierda, en el bando nacional los crímenes se cometieron durante la guerra y después de ella, hasta la muerte de Franco. Muchos españoles marcharon al exilio y aportaron una importante labor cultural en los países de destino, mientras España quedaba aislada internacionalmente (hasta que las democracias occidentales se pasaron los principios de libertad y derechos humanos establecidos en la ONU por el forro y decidieron que España ingresara en los organismos internacionales por cuestiones económicas, ya saben lo de las bases nucleares de Rota o Torrejón)…
Pero, ¿ya se sabe todo sobre la Guerra Civil? No, evidentemente no. En primer lugar cientos de españoles continúan enterrados en fosas comunes, se desconocen sus lugares de enterramiento. No es comprensible que un estado democrático legitime el olvido a cientos de compatriotas. La derecha más infame habla de que la izquierda también cometió crímenes. Por supuesto que sí. Los fusilados a manos del bando republicano fueron exhumados tras la guerra civil y descansan en paz. Y aquellos otros que se desconoce su sepultura deben ser estudiados.
Para poder superar el pasado tenemos que saber todo lo que pasó y hay muchas cosas de nuestra guerra civil y el régimen republicano que desconocemos o cuyo entendimiento es sólo parcial: la división interna dentro del bando republicano; el asesinato de Andrés Nin por parte de los comunistas; los bombardeos sobre la población malagueña que huía hacia Almería en la llamada carretera de la Muerte; la influencia de los comunistas en el bando republicano; las checas republicanas de Madrid; el lugar de enterramiento de los fusilados por Franco y sus esbirros; la colaboración de la Iglesia Católica con el bando nacional; la represión ejercida tras la guerra; etc.
Un estudio completo sin entrar en cuestiones políticas pondrá fin a la Guerra Civil, no las opiniones de políticos, analistas, periodistas, curas, etc., un estudio real llevado a cabo por profesionales de la Historia es lo único que puede poner fin a una cruenta Guerra Civil que todavía hoy, en el año 2010, continúa con miles de españoles en las cunetas. Para eso hay que superar la idea de las dos Españas y hablar de una España de futuro, de una España que se preocupe por acabar con las revanchas y que mire su historia para aprender de ella. Y por supuesto una historia que saque a la luz a los cientos de españoles enterrados en las fosas de la desmemoria.
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