LA
PRIMA DE RIESGO, EL TÍO Y TODA SU FAMILIA
¿Sabéis qué me pasa? Pues que no me
entero de nada. No os preocupéis, sé que hay fuentes que lo explican todo muy
bien pero es que paso. ¿Seré una pasota? Es posible. A veces. Depende para qué.
¿Entonces? ¿Por qué no me entero de
nada? Pues es algo que me pasa desde que tengo uso de razón: paso de enterarme.
Simplemente. Y me explico, ya me diréis si os pasa lo mismo, os parece
horrible-horrible (me daría igual) o si os gustaría que os pasase lo mismo (os
animo a ello, ¡pero ojo! que también es necesaria la gente que sí se entera de
todo-todo).
Cuando ya sabemos de qué va una
historia, cuando ya sabemos de qué van los políticos de turno, cuando ya
sabemos de qué van los recortes, las noticias de corrupción, la mal llamada
austeridad, la prima del tal riesgo, las subidas y bajadas del IBEX, el paripé
de cada día, los discursitos, el cinismo que se esconde detrás de cada
declaración, las mismas noticias de todos los días, etc. No es que sea una entera’
es que tengo mala memoria y me quedo con las ideas básicas, así que... para qué
entrar en detalles si me da igual.
Me da igual si los recortes en educación
son por 5 mil o 10 mil millones; me da igual si la selección cobrará un extra
de 100 o 300 mil euros, me da igual si tenemos a cinco mil o 500 mil políticos;
me da igual si cierran una o 100 plantas de hospitales; etc.
ME DA IGUAL.
LO QUE NO ME DA IGUAL es que mueran niños
de hambre cada día; no me da igual que haya cada vez más desigualdad; no me da
igual que día tras día permitamos injusticias; no me da igual que cada vez más
gente tenga que buscar entre la basura algo para comer; no me da igual que la
educación vaya a ir a peor; no me da igual que la sanidad ya no esté
garantizada; etc. ¿Veis la diferencia?
Es que acaso necesito conocer cada
atrocidad? Es que acaso necesito saber las cifras concretas? Es que acaso no lo
tenemos claro? El mundo está al revés.
Así pues, paso. Nunca he sido una
enteradilla y supongo que no lo seré mientras no sea estrictamente necesario.
La idea la tengo clara. No necesito
conocer los detalles. Además, la realidad no es una lección que me tenga que
estudiar al dedillo, no es una película que veo como espectadora: es un
escenario en el que mi voz, tu voz, cuenta (aunque a veces parezca que no).
Dicho esto... supongo que podéis pensar
que gano algo de tiempo cada día. Cierto pero no menos cierto es que soy una
especialista en “perderlo”, jejeje y que duermo un “puñao” (debe ser por eso
que me resulta fácil soñar despierta). El caso es que, hay tanta porquería que
no me voy a revolcar en ella para hundirme en la miseria. No. A cambio tengo
una idea mejor: dedicar tiempo a darle la vuelta a las cosas. Os animo a ello.
Si no sabéis por dónde empezar... os puedo dar ideas, pero para alguna mejor
habrá que esperar algunos meses.
PUBLICADO EN YO QUIERO Y
YO ACTÚO
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