ISLANDIA
Y EL RECHAZO A LA AUSTERIDAD
Ante la crisis económica, mientras la Unión Europea
ha elegido el camino de la austeridad y ha decidido salvar a los bancos,
Islandia, en cambio, ha procedido a la nacionalización de las instituciones
financieras y ha rechazado las políticas de restricción presupuestaria. Con una
tasa de crecimiento de un 2,7% en 2012, hasta el Fondo Monetario Internacional
(FMI) saluda la recuperación económica del país.
Cuando en septiembre de 2008, la crisis económica y
financiera golpeó a Islandia, pequeño archipiélago del Norte de Europa con una
población de 320.000 habitantes, el impacto fue desastroso, como en el resto
del continente. La especulación financiera llevó a los tres principales bancos
a la quiebra, cuyos activos representaban una suma diez veces superior al PIB
de la nación, con una pérdida neta de 85.000 millones de dólares. La tasa de
desempleo se multiplicó por 9 entre 2008 y 2010, mientras que antes el país
gozaba del pleno empleo. La deuda de Islandia representaba el 900% del PIB y se
devaluó la moneda nacional un 80% con respecto al euro. El país cayó en una
profunda recesión, con una disminución del PIB de un 11% en dos años.1
Frente a la crisis
En 2009, cuando el gobierno quiso aplicar las
medidas de austeridad que exigía el FMI, a cambio de una ayuda financiera de
2.100 millones de euros, una fuerte movilización popular lo obligó a renunciar.
En las elecciones anticipadas, la izquierda ganó la mayoría absoluta en el
Parlamento.2
No obstante, el nuevo poder adoptó la ley Icesave
–cuyo nombre procede del banco online que quebró y cuyos ahorradores eran en
mayoría holandeses y británicos–, con el fin de rembolsar a los clientes
extranjeros. Esta legislación obligaba a los islandeses a rembolsar una deuda
de 3.500 millones de euros (un 40% del PIB) –9.000 euros por habitante– en
quince años con una tasa de interés del 5%. Frente a las nuevas protestas
populares, el Presidente se negó a ratificar el texto parlamentario y lo
sometió a referéndum. En marzo de 2010, el 93% de los islandeses rechazó la ley
sobre el reembolso de las pérdidas de Icesave. Cuando se sometió de nuevo a
referéndum en abril de 2011, el 63% de los ciudadanos volvió a rechazarla.3
Una nueva Constitución, redactada por una Asamblea
Constituyente de 25 ciudadanos elegidos por sufragio universal entre 522
candidatos, que se compone de 9 capítulos y de 114 artículos, se
adoptó en 2011. Ésta prevé un derecho a la
información, con un acceso público a los documentos oficiales (Artículo 15), la
creación de un Comité de Control de la Responsabilidad del Gobierno (Artículo
63), un derecho a la consulta directa (Artículo 65) –un 10% de los electores
puede pedir un referéndum sobre las leyes que vota el Parlamento–, así como el
nombramiento del Primer Ministro por el Parlamento.4
Así, al contrario que las otras naciones de la Unión
Europea en la misma situación, que aplicaron escrupulosamente las
recomendaciones del FMI que exigía medidas de una austeridad severa como en
Grecia, Irlanda, Italia o España, Islandia eligió una vía alternativa. Cuando
en 2008 los tres bancos principales del país, Glitnir, Landsbankinn y
Kaupthing, se derrumbaron, el Estado islandés se negó a inyectar fondos
públicos como lo había hecho el resto de Europa. Al revés, procedió a su
nacionalización.5
Del mismo modo, los bancos privados tuvieron que
cancelar todos los créditos con tasas variables que superaban el 110% del valor
de los bienes inmobiliarios, lo que evitó una crisis de subprime como en
Estados Unidos. Por otra parte, la Corte Suprema declaró ilegales todos los
préstamos ajustados a divisas extranjeras que se otorgaron a particulares,
obligando así a los bancos a renunciar a sus créditos en beneficio de la
población.6
En cuanto a los responsables del desastre –los
banqueros especuladores que provocaron el desmoronamiento del sistema
financiero islandés–, no se beneficiaron de la mansedumbre que mostró hacia
ellos en el resto de Europa, donde fueron sistemáticamente absueltos. En
efecto, Olafur Thor Hauksson, Procurador Especial que nombró el Parlamento, los
ha perseguido y encarcelado. Incluso al Primer Ministro Geir Haarde, acusado de
negligencia no pudo evitar un juicio.7
Una alternativa a la austeridad
Los resultados de la política económica y social
islandesa han sido espectaculares. Mientras la Unión Europea se encuentra en
plena recesión, Islandia se benefició de una tasa de crecimiento de un 2,1% en
2011 y prevé una tasa de 2,7% para 2012, y una tasa de desempleo de un 6%.8 El
país hasta se dio el lujo de proceder al reembolso anticipado de sus deudas al
FMI.9
El presidente islandés Olafur Grímsson explicó este
milagro económico: “La diferencia es que en Islandia dejamos que los bancos
quebraran. Eran instituciones privadas. No inyectamos dinero para salvarlas. El
Estado no tiene por qué asumir esta responsabilidad”.10
Contra todo pronóstico, el FMI saludó la política
del gobierno islandés –el cual aplicó medidas en las antípodas de las que
preconiza–, que ha permitido preservar “el precioso modelo nórdico de
protección social”. En efecto, Islandia dispone de un índice de desarrollo
humano bastante elevado. “El FMI declara que el plan de rescate al modo
islandés ofrece lecciones para los tiempos de crisis”. La institución agrega
que “el hecho de que Islandia haya logrado preservar el bienestar social de las
unidades familiares y conseguir una consolidación fiscal de gran envergadura es
uno de los mayores logros del programa y del gobierno islandés”. No obstante,
el
FMI omitió precisar que estos resultados fueron
posibles sólo porque Islandia rechazó su terapia de choque neoliberal y elaboró
una programa de estímulo económico alternativo y eficiente.11
El caso de Islandia demuestra que existe una
alternativa creíble a las políticas de austeridad que se aplican a través de
Europa. Éstas, además de ser económicamente ineficientes, son políticamente
costosas y socialmente insostenibles. Al elegir ubicar el interés general por
encima del de los mercados, Islandia muestra el camino al resto del continente
para escapar del callejón sin salida.
1 Paul M. Poulsen, «Comment l’Islande, naguère au
bord du gouffre, a pu se rétablir», Fond monétaire international, 26 octubre de
2011. http://www.imf.org/external/french/... (sitio consultado el 11 de
septiembre de 2012).
2 Marie-Joëlle Gros, «Islande: la reprise a une sale
dette», Libération, 15 de abril de 2012.
3 Comité d’annulation de la dette du Tiers-monde,
«Quand l’Islande réinvente la démocratie», 4 de diciembre de 2010.
4 Constitution de l’Islande, 29 de julio de 2011.
http://stjornlagarad.is/other_files... (sitio consultado el 11 de septiembre de
2012).
5 Antoine Grenapin, «Comment l’Islande est sortie de
l’enfer», Le Point, 27 de febrero de 2012.
6 Marie-Joëlle Gros, «Islande: la reprise a une sale
dette», op. cit.
7 Caroline
Bruneau, «Crise islandaise : l’ex-premier ministre n’est pas sanctionné», 13 de
mayo de 2012.
8 Ambrose
Evans-Pritchard, «Iceland Wins in the End», The Daily Telegraph, 28 de
noviembre de 2011.
9 Le Figaro, «L’Islande a déjà remboursé le FMI», 16
de marzo de 2012.
10 Ambrose
Evans-Pritchard, «Iceland Offers Risky Temptation for Ireland as Recession
Ends», The Daily Telegraph, 8 de diciembre de 2010.
11 Omar R.
Valdimarsson, «IMF Says Bailout Iceland-Style Hold Lessons in Crisis Times»,
Business Week, 13 de agosto de 2012.
*Salim Lamrani Dr. profesor universitario,
investigador, escritor, especialista en relaciones Cuba-EE.UU.
Opera Mundi
Enviado por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación
2 comentarios:
Aquí los políticos están por mantener sus privilegios no mirando de donde procede el dinero, en vez de apoyar a las pequeñas empresas que son las que acabarían con el paro, revertirían el proceso de pérdida de democracia al aumentar la competencia y son la base de la economía real.
Darle paso a meganegocios como casinos o seguir priorizando al poder financiero no saca a España de la crisis.
No me puedo creer que el FMI alabe las medidas económicas de Islandia para salir de la crisis, no sé como interpretarlo, si como recochineo, burla a las sociedades sometidas por su deuda, o riéndose en las misma narices de naciones que están a límite de sus posibilidades de subsistencia, gracias a sus exigencias.
Si se ha demostrado y reconoce que esas medidas son efectivas, no solo para la recuperación de la economía sino para devolverles la deuda, incluso por delante de las fechas previsibles, entonces a que esperan para poner en marcha esas misma medidas?
¿Que pretendéis con esta manifestaciones? Estáis demostrando que no solo soy una pandilla de delincuentes comunes por el talante con que actuáis, sino que vuestra soberbia os permite reíros de naciones enteras y de las necesidades que generáis, verdaderamente estáis entrando en una espiral de despotismo y arrogancia que no controláis, eso significa que vuestros días están contados.
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