CHÁVEZ
GANA LAS ELECCIONES Y EL PAÍS DESPIDE A 138 PERIODISTAS
Algunos se preguntarán qué relación tiene una cosa
con la otra, sucedidas casi simultáneamente, para unirlas en un mismo titular.
Pues mucha, porque Chávez no se enfrentaba a otro candidato ni a otro partido
político, se enfrentaba a una maquinaria mediática que se ha convertido en la
punta de lanza del proyecto político neoliberal que tan molesto se encuentra
con la revolución bolivariana. Por otro lado, El País no es un periódico que se
dedique a buscar informaciones y contárselas a sus lectores. Es el buque
insignia de un grupo mediático -Prisa- que tiene como principal modus operandi
influir en gobernantes, y especialmente en Latinoamérica. Y que, además, ha
convertido a Chávez en el centro de sus obsesiones y embestidas, convencidos de
que era -y es- una pieza clave en la conformación de una propuesta política
alternativa al neoliberalismo.
Lo más preocupante es que, en el modelo neoliberal
que tanto defiende, a El País como empresa no le va bien, por eso debe ir
despidiendo periodistas, se afirma que 138, la cuarta parte de la plantilla. La
cifra exacta se sabrá mañana. Sólo les funciona bien, eso sí, a sus directivos
porque el consejero delegado Juan Luis Cebrián ganó 13 millones de euros en
2011, los ingresos de dos meses de publicidad. Seguro que si El País cambiara
de línea política y de modelo económico interno les iría mejor a sus
trabajadores y periodistas en lugar de hundirse todo el proyecto mientras se
enriquecen sus directivos.
Ahora que lo pienso, ¡cuánto se parecen el
funcionamiento de El País y el capitalismo!
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