NUESTRA
ARMA DE DESTRUCCIÓN MASIVA: VIVIR SIN DINERO
A estas altura quedan pocas posibilidad de atajar
este desastre sin salir derrotados y nuestra libertades gravemente
comprometidas, una crisis que no tiene la pinta de ser una crisis más, sino el
principio de una debacle social sin precedentes con el único propósito final de
instaurar un nuevo orden mundial totalitario, y una extraordinaria posibilidad
para salir de esta situación, en nuestras manos, es, VIVIR SIN DINERO.
Y es mucho más sencillo de lo que os podáis
imaginar, ya no valen otras alternativas revolucionarias, manifestaciones,
ocupaciones, etc., ni siquiera otras soluciones intermedias como monedas
alternativas, colectivos de trueque, bancos de tiempo, etc. Podrían ser
soluciones a largo plazo, muy difícil por cierto de instaurar, generalizar su
uso y coordinar en un economía global, pero ponerse a utilizar esas
alternativas es como utilizar pólvora o dinamita, cuando disponemos de nuestra
bomba atómica particular:
VIVIR SIN DINERO
Si hay algo que les espantaría y descolocaría más a
esta élite de mafiosos y genocidas que nos gobiernan en la sombra, es que
llegásemos a plantearnos una cosa así. Ellos, para adueñarse de la naciones,
primero se adueñan de los bancos centrales, esos son sus verdaderas sedes de
gobernación, sus órganos de poder, aunque nosotros creamos que son las naciones
quienes tienen soberanía sobre estas instituciones, sin embargo esa es su
estrategia y su medio de sometimiento. Y si esa es la herramienta con la que
nos someten, el antídoto está claro, prescindir de ese medio que ellos nos
ofrecen. No le deis mas vueltas, esa es una solución directa, efectiva y
sencilla, todo lo demás, ahora, es patalear sin posibilidad alguna de
liberarnos de este yugo, y todas estas acciones de resistencia, ocupación,
violencia, etc., es entrar en el juego que a ellos les interesa para justificar
sus represiones y hacer avanzar su plan. Este despertar que estamos viendo en
la sociedad, gracias a la crisis, pero con indignada violencia, es lo que les
interesa, no entremos en ese juego y procuremos una acción pasiva, silenciosa,
directa a su base de sustentación, cambiando nuestra forma de vida.
Trabajar sin dinero es el fundamento de una sociedad
solidaria, por el bien común, libre de parásitos y corruptos, en la cual no
tienen ninguna posibilidad de afianzarse. Una sociedad que solo trabaja por el
bien de los demás y no con estos trabajos, con esta actividad económica que
tenemos de enfrentamiento y esclavitud, y que se utilizan especialmente para
someternos, asustarnos y expandir el dolor y el sufrimiento. Eso es para lo que
en su inmensa mayoría se emplea nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, nuestro
dinero en este sistema.
Planteémonos con elevadas miras esa posibilidad de
vivir sin dinero, que a la postre es la única forma de convivencia posible que
admite una sociedad verdaderamente evolucionada, y veréis que todo terminará de
inmediato como un mal sueño.
Para entender la importancia de esta medida, es
importante saber qué es el dinero y como nos esclavizan con él, y hacerlo
sencillo y asequible para que todo el mundo lo pueda entender, pues es de
capital importancia que todos comprendamos como funciona el dinero, ya que el
conocimiento de estas cosas son precisamente las que nos hacen libres, son a
las que se refieren nuestros maestros cuando dicen: -'Solo el conocimiento de
la verdad nos hace libres'- y precisamente por ser sencillos principios, en
este sistema vemos como se rodean de un mar de confusión, complejidad,
conceptos que al final se hacen ininteligible para su mayor eficacia como
elemento de esclavitud.
Por tanto es fundamental salir de la ignorancia de
ciertos asunto que nos afectan muy directamente en nuestros bienestar y
seguridad, y saber como se gestiona el dinero por las altas finanzas, es muy
importante, puesto que gracias a la ocultación, ignorancia y las mentiras que
se cuentan sobre este asunto, el dinero se erige como el mayor instrumento de
esclavitud de nuestra época, y ese engaño es precisamente el poder por encima
de la soberanía de las naciones. Una celebre frase de unos de los capos del
sistema decía: -Dejadme el control de la emisión de la moneda y no me importa
quien haga las leyes-. Por eso, es crucial para todos nosotros la comprensión
cabal de este medio, comprender los entresijo y las verdaderas intenciones que
hay detrás de cualquier plan económico de este sistema. Nuestros economistas,
bien por intereses corporativos, bien por conveniencia particular o miedo, solo
crea confusión y desinformación sobre este asunto, y algunos mas honestos no
terminan de llegar al meollo de la cuestión, o no lo hacen lo suficiente
asequible para el común de la gente, y así lo que es evidente y sencillo nunca
sale a la luz. De modo que este medio de intercambio que invade nuestras vidas
como instrumento vital de nuestro medio de subsistencia, también lo es como
medio de engaño, temor y sometimiento, y solo su conocimiento claro y sencillo,
de como funciona, puede hacer que se diluya como instrumento de esclavitud.
Tratamos el dinero como si fuera fuente de riqueza,
y da la sensación qué solucionaría todos los problemas de la humanidad si se
produjera ilimitadamente. Pero el dinero es tan solo una expresión numérica de
nuestro trabajo, de nuestros bienes de consumo puestos a la venta, básicamente
un elemento o vehículo de confianza para intercambiar bienes de consumo y
servicios. La razón fundamental por la que se necesita, es por el temor y la
desconfianza entre nosotros, por tanto el dinero es solo una garantía de que
los demás nos van a corresponder en la misma medida o proporción que nosotros
aportamos, pero no tiene valor en si mismo, solo es la garantía de que vamos a
percibir en correspondencia a lo que hemos aportado.
Esperamos la recompensa inmediata, directa de
nuestro trabajo, y no confiamos en qué si contribuimos a crear un clima de
abundancia, desinteresado, impersonal, inevitablemente pronto o tarde
recibiremos de esa misma abundancia. La cosa es, que ese temor a no ser
retribuidos directamente, personalmente, inmediatamente, “justamente” por
nuestro esfuerzo, consigue el resultado contrario, puesto qué con él se
consigue que suframos todo aquello que tememos, y el precio de esa pretendida
justa retribución, el precio de ese miedo y desconfianza entre nosotros, es
esclavitud. Nuestro trabajo no solo está miserablemente retribuido, sino que la
mayor parte de nuestro esfuerzo, con este medio, se utiliza para someternos y
tenernos condenados indefinidamente en esclavitud. ¿No sería mejor hacer un pacto
de confianza entre nosotros, librarnos de ese temor mutuo, infundado, y
prescindir de este instrumento en verdad diabólico, tal y como se utiliza,
fuente de todo desgracia, y de las más que lamentables condiciones en que
tenemos a este planeta?
El dinero solo es un medio de representación
numérica y de confianza de aquellas cosas que queremos intercambiar y así hacer
posible y fácil el truque, el intercambio de cualquier producto o servicio. El
que se necesite de un medio de intercambio, precisa que la sociedad centralice
esa actividad. Por ejemplo, supongamos en un pueblo donde no hay dinero pero
que la gente necesita intercambiar sus cosechas, productos, servicios, etc.
Cada día se reúne la gente en la plaza del pueblo para intercambiar esos productos.
En primer lugar, la comunidad se provee de unos vales (léase monedas) los
suficientes para todos los productos a intercambiar. En primer lugar se compra
con esos vales todos los productos que se han de vender y se depositan en el
almacén colectivo (banco central). Ahora todos los productos están en el
almacén comunitario y los vales en manos de la gente.
Es en ese momento cuando los vales tienen el valor
correspondiente a esos productos. En segunda fase la gente procede a comprar
con esos vales los productos depositados en el almacén comunitario, en la
medida que van comprando, el dinero va retornando a su lugar de origen, y
cuando se ha liquidado todos los productos a la venta, los vales han regresado
íntegramente al lugar de origen, han desaparecido de la circulación y esos
vales ahora ya no tiene valor, solo ha tenido valor mientras estaba en manos de
la gente y los productos permanecían en el almacén colectivo. Al día siguiente
volverán a ser utilizados esos mismos vales para ser portadores del valor de
nuevos productos. Si nos damos cuenta el dinero es un instrumento portador
cíclico de valores, y este es un detalle importante a tener en cuenta para
comprender la importancia y gravedad que tienen en nuestra economía inmovilizar
el dinero, causa originaria de nuestra crisis.
La importancia del valor del dinero no lo es por su
valor nominal, sino qué para nuestra economía, para nuestro sistema productivo,
suma tanto valor como intercambios haga a lo largo del tiempo. Cuando nosotros
retenemos un dinero, ahorrándolo, inmovilizándolo por cualquier razón, no lo
hacemos por el valor nominal de su importe, sino por el valor total con que
moviliza, dinamiza la economía, que es el resultado de multiplicar su valor por
tantos ciclos de intercambios como haga en el tiempo. La inmovilización de un
vehículo que no descargar su mercancía (su valor), impide a la economía global
un movimiento total de mercancías (valores) que es el resultado de multiplicar
la capacidad de carga de cada vehículo por tanto viajes como pueda hacer en el
tiempo.
Si entendemos como funciona este mercadillo del
trueque, veremos claramente cual es la función de un banco central y cual
debería ser su acción prioritaria.
Este tiene que emitir el dinero que corresponda
exactamente al volumen de productos puestos a la venta según su ciclo medio de
intercambio, si bien nuestro banco central como no puede almacenar físicamente
todos nuestros bienes puestos a la venta, lo que si hace es almacenar valores o
documentos en correspondencia a esos productos, que garanticen que existen
estos productos y les llamamos activos financieros: oro, escrituras de
propiedad, títulos de deuda publica, bonos, divisas, etc., Y una vez que el valor total del dinero
emitido (según el valor fijado a la moneda) es el mismo que el total del
producto a la venta, no se puede emitir más dinero sin alterar el valor de la
moneda. Si aumenta el volumen del dinero para una misma producción (o ciclo
producción-consumo) se devalúa el valor de la moneda y eso es la inflación, si es
al revés, que la producción, el Producto Interior Bruto de la nación crece y no
aumenta a la par el volumen de dinero circulante, aumenta el valor de la
moneda, esto es deflación. La función prioritaria del banco central es mantener
el volumen de dinero necesario para la economía y evitar el inmovilizado, y con
esta premisa mantener estable el valor de la moneda.
Hay una razón muy elemental con el que nuestros
gobiernos están justificando estas medidas económicas de recortes en el gasto,
en salarios, en derechos sociales y laborales, y subiendo impuestos, etc., con
el propósito de devolver la deuda y sanear la economía, medidas que van justo
en dirección contraria, y con la que nos engañas y hunden más y más nuestra
economía. Consideramos esas medidas como lógicas, por qué cuando en nuestras
economías particulares tenemos que devolver una deuda, hemos de apretarnos el
cinturón, recortar nuestros gastos para poder devolver esa deuda, pero eso no
es así en una economía global donde cierra el círculo producción consumo.
Es insostenible matemáticamente y desde el principio
más elemental de cualquier economía social, que medidas de recorte en el gasto
sean las que se necesitan para sanear o recuperar nuestra economía y mejorar
las posibilidades de devolver nuestra deuda, tanto pública como privada, sin
embargo, creemos, por esa idea elemental de economía domestica, que aunque sea
la solución más ingratas, es inevitable y lógico que así sea. Ciertamente esas
medidas de austeridad y recortes tienen sentido aplicada a una economía
individual, puesto que nuestros ingresos no dependen de nuestros gastos, pero
NUNCA en una economía de conjunto, global, donde nuestros ingresos dependen
íntegramente de nuestros gastos, de nuestro consumo.
Por eso esas medidas aplicadas a una economía global
son contrarias y netamente de hundimiento. Si no nos hundimos definitivamente,
o no nos hemos hundido ya, tal y como se está gestionando esta crisis, es por
que los instigadores de ella, permiten que esta situación llegue al limite del
empobrecimiento, pero aliviando la presión cuando pueda causar nuestra quiebra
definitiva, que puede serlo en el momento que quieran, pero les interesa
mantenernos vivos aunque al límite de la agonía, juegan con esa táctica de
permitir que el sistema nos lleve al límite para ir aflojando cuando amenaza
con el colapso, es lo que ocurriría inevitablemente con estas reglas del juego
que nos han impuesto.
Y todas las ayudas y rescates, del BCE, del FMI, del
BM etc., son las justas para aliviar la presión en último extremo, no para
solucionar el problema, nada mas lejos de sus intenciones, permiten la máxima
presión pero no el hundimiento, puesto qué lo que se persiguen es robarnos todo
y someternos, de momento no les interesa que quiebre nuestra economía e
inmovilice totalmente nuestro sistema productivo, pero las mediadas de recorte,
de restricción del gasto público y del crédito, en un sistema de mercado
financiero sin control de los estados, son en si misma y llevan inevitablemente
al colapso y hundimiento.
Lo más grave, es que los economistas que dicen
defendernos en nuestro parlamentos no plantean claramente esta perversión
económica a que nos somete nuestro banco central con nuestros políticos títeres
al frente, y no ponen en evidencia clara a quienes apoyan estas medidas de
recorte que apuntan claramente al empobrecimiento y liquidación de nuestra
economía. Y con esa mentira, pero que en el fondo de nuestra ignorancia vemos
como lógica, nos tragamos como mal inevitable estas medidas, y desvían nuestra
atención de las verdaderas causas de la crisis y sus soluciones, y de los
verdaderos causantes de nuestros problemas, para continuar por el camino del
hundimiento y de expoliación de nuestros bienes y recursos.
Pero para que esta actuación descontrolada de los
mercados de la deuda llegue a estos extremos de salvaje atropello de todo
derecho y sometimiento de las naciones, han de darse una condiciones que solo
las puede permitir nuestro banco central, permitiendo la inmovilización de
cantidades desorbitadas de dinero y otorgándole todo el poder especulativo.
Para nosotros no hay ningún problema en devolver la deuda si podemos disponer
íntegramente de nuestros medio de intercambio, del que necesita nuestra
economía para funcionar, por más abusivo que fuesen los intereses que nos
cobrasen, por la sencilla razón, que ahora con las tecnología y medios
productivos que disponemos nuestra capacidad de producción por individuo es muy
superior a cualquier necesidad de consumo.
Si por ejemplo, con los medios de producción
anteriores una persona productiva podría mantener a 4 o 5 no productivas, en
esta nueva era de la tecnología, una persona puede mantener a 10, 20 o 30 no
productivas. Con una jornada más corta, y un trabajo mas grato podemos hacer
muchos mas productos de consumo que en épocas anteriores, en cantidad, calidad
y diversidad. y esa es la clave, no solo para devolver cualquier deuda, sino
para mantener a una población no productiva cada vez mayor, y con ello, toda
clase de parásitos y gente deshonesta que nos gobiernan si así se tercia, por
eso nuestro problema no son los intereses abusivos, no son la cantidad de chorizos
y despilfarradores que nos gobiernan con esas intenciones, nuestro problema
principal es la permisividad de nuestro banco central a la inmovilización de
dinero y las negativas a reponer esa carencia, y a la traición de nuestros
gobernantes por haber entregado nuestra soberanía, de nuestro banco central,
haciéndonos creer que están a nuestro servicio.
En el fondo de esta crisis no subyace un problema de
gasto excesivo por encima de nuestras posibilidades, de abuso de los mercados
financieros, de robo y despilfarro de nuestros representantes políticos, todo
esto sería perfectamente asumible por nuestra sociedad, con esta capacidad
tecnológica que tenemos, pero lo que no podemos superar es la traición de
nuestros gobernantes al entregar la soberanía de nuestro banco central.
Veamos como funciona esto en el mercadillo del
pueblo: Supongamos que el encargado-banquero de imprimir los vales y
distribuirlos, por ese trabajo privilegiado pide la cantidad desorbitada del 50
por cien de intereses, osea la mitad de toda la producción del pueblo, entonces
ocurre que la gente tiene que hacer el doble de producción que necesita para su
consumo tan solo para poder atender los honorarios del banquero. ¿Hay algún
problema en pagar esos intereses, si disponemos de los medios tecnológicos y
recursos para hacer esa producción en cómodas jornadas? ¿Seria eso un problema
de deuda para nosotros? Ninguno.
Y unos intereses tan brutales como es el 50% todos
los días, nosotros podemos pagar indefinidamente sin que resulte ningún
problema para nuestra economía, y tener plenamente satisfechas las necesidades
de todos los vecinos. Es decir que los intereses nunca es un problema si
nosotros tenemos los medios para poder producir ese volumen exigido. ¿Cuando
sería un problema? Pues cuando el banquero que se ha adueñado de nuestro banco
central, de la gestión del almacén social, que se lleva la mitad de los vales
(del dinero) no consumiese su parte, es decir no gasta los vales que gana con
sus intereses y se los guarda. Entonces nos encontraríamos al día siguiente que
para intercambiar los mismos productos, disponemos de la mitad de vales. Vemos
que el problema no son los intereses, la deuda, sino que el banquero se ha
guardado esos vales, no ha retirado los productos del almacén social y al día
siguiente disponemos de la mitad de vales para intercambiar la misma
producción.
Si el banquero se queda con el dinero, no lo gasta y
por tanto no lo revierte a la circulación consumiendo los productos que le
pertenecen, la gente del pueblo no tienen mas remedio que hacer nuevos vales
para poder intercambiar todos sus productos incluido la parte que se lleva
nuestro banquero por imprimir los vales y distribuirlo, pero él, continua sin
gastar gran parte de sus vales y los productos se va acumulando en el almacén
social. Ocurre que en un mercado de libre oferta y demanda cuando hay un
excedente tienden a devaluarse los productos y producirse menos, pero el ritmo
de creación de vales se hace necesario en la misma medida que los retiene el
banquero, y este volumen de vales, su valor total no va correspondido al valor
real de los productos que van mermando y devaluando. El desfase en nuestro
balance de cuentas, entre el pasivo (más vales impresos) y activo (menos
productos a la venta) puede ser enorme. (Activos tóxicos)
Si en vez del pueblo, que es quien decide cuantos
vales necesita para intercambiar sus productos, es nuestro encargado banquero
quien nos arrebata ese poder de decisión, tenemos que puede estrangular nuestra
economía, puede dificultar la posibilidad de devolver nuestra deuda, solo con
impedir que se impriman nuevos vales, con la escusa que se están devaluando
nuestros productos y por tanto la emisión de nuevos vales acrecentaría el
desfase en el balance, cuando la causa es por que está reteniendo el dinero.
Aunque tengamos el potencial productivo para devolverle nuestra deuda, no se la
podremos devolver si no se imprime los vales necesarios. Si él nos exige como
garantías para devolver la deuda nuestras tierras, nuestras viviendas, nuestros
medios de trabajo y servicios, pude ocurrir que con esta sencilla regla de
guardar el dinero que debía consumir y la imposibilidad de reponer los vales
que necesitamos, nos dificulta la devolución de la deuda a los limite que el
quiera, y ante esa imposibilidad se adueña no solo de la mitad de la producción
como venía haciendo, sino de los medios para ello, de nuestras tierras, de
nuestras empresas de nuestros servicios. Todo nuestro sistema productivo y todo
lo que podamos producir en un futuro ahora es suyo.
Es una técnica muy elemental que conocen muy bien
nuestra élite bancaria, y por tanto es una forma muy sencilla y tentadora para
poder adueñarse de todo, por tanto, y dado qué, por lo que menos se caracteriza
esta gente es por honestidad y verdad, hemos de concluir necesariamente, y
viendo tal como van las cosas, que todas estas medidas económicas de
saneamiento de nuestra economía, con sus vasallos políticos a su incondicional
servicio, son solo y exclusivamente para hundir la economía, impidiendo que
podamos devolver la deuda, y de este modo tienen vía libre para adueñarse de
todo. De todos nuestros bienes, propiedades, de nuestros recursos naturales, de
todo aquello que nunca venderíamos, sencillamente por que son nuestros medios
de subsistencia, nuestro instrumento de trabajo y producción, y por tanto de
independencia.
Nuestro banco central, para evitar que se adueñe el
sistema financiero de todo nuestros bienes, en primer lugar debe proporcionar
el medio dinerario suficiente para poder devolver la deuda, osea que podamos
trabajar producir para cubrir los intereses que se nos pide, pero para corregir
el desajuste en valor de la tendencia cada vez mayor de dinero inmovilizado,
respecto a los ajustes que hace a la baja el libre mercado de oferta y demanda
sobre el precio de la cosas, el banco central cada vez que hace una emisión de
moneda, ha de reajustar el valor de la moneda con su justa inflación monetaria.
Ellos saben cuantas monedas tienen emitidas, el cociente en relación al volumen
de dinero de nueva emisión, es exactamente la inflación monetaria real que debe
ir automáticamente repercutida en aumento del Indice de Precios al Consumo y de
los salarios. Todo sube de valor en esa medida, para que el valor del dinero se
equipare con el valor de las cosas. El balance contable de nuestro banco
central está así equilibrado
Dicho de otro modo:
Ante la imposibilidad de poder controlar esa fuga de
dinero que sale de nuestra economía y se inmoviliza, nuestro banco central
debería corregirlo emitiendo dinero nuevo, reponer el que necesitamos para
nuestro volumen de intercambios, pero aplicando la inflación correspondiente a
toda la masa monetaria, no solo al circulante como hace, pues como hemos dicho,
el dinero inmovilizado más el dinero circulante supone una inflación que no se
refleja en el mercado de oferta y demanda. Por tanto, cuando se emite dinero
nuevo, automáticamente nuestro banco central debería calcular la inflación
monetaria correspondiente a todo la masa monetaria, y esta inflación aplicarla
automáticamente al IPC y los salarios, de ese modo el poder adquisitivo de los
trabajadores se mantiene, y el dinero inmovilizado se devalúa, pierden poder en
los mercados de deuda. De este modo el dinero inmovilizado no solo pierde su
poder especulador, sino que disuade que se acumule con este fin. Es decir, por
una parte quienes empleamos el dinero prácticamente en su totalidad en su
circulo natural de intercambio, osea la inmensa mayoría social, gente
asalariada o empresas que gastan o reinvierten su beneficios, mantenemos
nuestro poder adquisitivo y de inversión intactos, y por otra parte se disuade
de ahorrar o inmovilizar cantidades excesivas de dinero e invita a ponerlo en
circulación consumiéndolo y no a utilizarlo como elemento especulativo. Si los
criterios de inflación para emitir moneda que rige el banco central se hace en
su momento y con esta relación, se hace cada vez menos necesario la emisión de
dinero nuevo para compensar la fuga de dinero de la economía real, esas
actuaciones reguladoras son las que precisamente estabilizan y evita la
inflación real monetaria, puesto que un pequeño despunte de inflación a tiempo
hace innecesaria correcciones inasumibles a posteriori con emisiones
continuadas y excesivas de dinero. Así la inflación es un mecanismo de
protección cuando se aplica preventivamente, y en relación al volumen total
monetario y el PIB de las naciones, no cuando esta subordinada al IPC, puesto
que el IPC está autorregulado por la oferta y demanda, y esta está autorregula
fundamentalmente por la masa de dinero circulante, no incluye el inmovilizado.
Y eso es una grave error, negligencia, o….. estafa de nuestro banco central.
En
este video del BCE
http://www.ecb.int/ecb/educational/pricestab/html/index.es.html nos explica de
forma sencilla y lógica ese tremendo error...o engaño, pues la estabilidad de
precios en el mercado donde no hay control sobre la masa monetaria total (como
se reconoce en el vídeo al actuar y regular sobre la masa monetaria circulante)
solo beneficia al sistema financiero dándole poder por encima de las naciones,
y es, por lo que estamos como estamos.
Ya que no podemos controlar nuestro banco central,
vivamos si él, VIVAMOS SIN DINERO
1 comentario:
El titulo original es - Nuestra arma de destrucción 'pasiva' : VIVIR SIN DINERO - Por cuanto apunta la idea de poder liquidar este sistema sin enfrentamiento.
Juan Manuel Leiva
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