ISADORA. EDUARDO GALEANO


ISADORA
1916-Buenos Aires
 Descalza, desnuda, apenas envuelta en la bandera argentina, Isadora Duncan baila el himno nacional.

Una noche comete esa osadía, en un café de estudiantes de Buenos Aires y a la mañana siguiente todo el mundo lo sabe: el empresario rompe el contrato, las buenas familias devuelven sus entradas al Teatro Colón y la prensa exige la expulsión inmediata de esta pecadora norteamericana que ha venido a la Argentina a mancillar los símbolos patrios.

Isadora no entiende nada. Ningún francés protestó cuando ella bailó la Marsellesa con un chal rojo por todo vestido. Si se puede bailar una emoción, si se puede bailar una idea, ¿por qué no se puede bailar un himno?
La libertad ofende. Mujer de ojos brillantes, Isadora es enemiga declarada de la escuela tradicional, el matrimonio, la danza clásica, y de todo lo que enjaule al viento. Ella baila porque bailando goza, y baila lo que quiere, cuando quiere y como quiere, y las orquestas callan ante la música que nace de su cuerpo.
Memoria del Fuego III: El siglo del viento

1 comentario:

Unknown dijo...

Hermoso relato, desde mi adolescencia me enamoré de Isadora al leer un libro sobre su vida, me atrajo su rebeldía y me la imaginé así, como la describe Galeano. Una mujer libre, enemiga de todo convencionalismo. Elsa.