LA
ERA EXPONENCIAL
Según el cálculo matemático una gráfica
exponencial es aquélla que al principio crece poco a poco pero que a partir de
un valor se dispara vertiginosamente. Pasada la primera década de siglo, vemos
que la mayor parte de los asuntos que comprometen nuestra existencia se
encuentran en el punto de inflexión de esta gráfica.
Actualmente una de cada siete personas
en todo el mundo pasa hambre. La mayor cifra de la historia, según la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO). Jacques Diouf, director de la FAO,
reconocía que nos encontramos ante un problema político. En 2050 se
habrá que alimentar a una población mundial que habrá crecido hasta los 9.200
millones de personas.
El informe “World Disasters Report
2011”, de la International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies
comienza con una elocuente cuestión: El sistema alimentario mundial está
fallando, mil millones de personas hambrientas y desnutridas. ¿Qué podemos
hacer para superar esto?
En gran medida, la actual crisis
alimentaria ha cogido por sorpresa al mundo. La agricultura nunca ha sido
prioridad en la agenda de desarrollo, en términos reales, la proporción de la
ayuda al desarrollo en el extranjero a
la agricultura cayó del 18% en la década de 1980 a menos del 4% en 2007.
El número de personas hambrientas y desnutridas comenzaron a subir a mediados
de los años 1990 y se dispararon durante la crisis alimentaria de 2008. Hay
predicciones de que el número de personas que pasan hambre rebase la cifra
de mil millones ya que los precios de
los alimentos básicos siguen aumentando. El primer Objetivo de Desarrollo del
Milenio es reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre para el
año 2015. Pero en muchos países, hay poca esperanza de alcanzar ese objetivo
bastante modesto, si no se realiza una inversión de alrededor de 75.000
millones de dólares en agricultura y protección social, expone el Secretario
general Bekele Geleta.
Irracionalismo sistémico
Si el hambre en el mundo es un claro
ejemplo de esta gráfica exponencial insostenible, la mayor pandemia que hoy
sufrimos son nuestros propios sistemas sociales insensibles e incapaces.
Ante los problemas del siglo XXI
nuestros gobernantes plantean cotidianamente salidas desfasadas en el tiempo.
Cuando hablan de crecimiento económico como solución a la crisis, es el mismo
concepto de crecimiento el que está obsoleto, ante un ecosistema que no puede
permitirse la tala de más bosques o más contaminación de los océanos. En consecuencia sus soluciones fracasan en un intervalo de
tiempo cada vez más corto.
Grecia y España son ejemplares. Países
donde los gobiernos atenazados por la
presión de los mercados, tratan de atenuar la situación a costa de sacrificios
sociales y ofrendas para los dioses de la macroeconomía.
El verano de 2012 pasará a la historia
como un exponente de este comportamiento ancestral. El mismo día en que el
Eurogrupo concedía un rescate 100.000 millones de euros a España, la prima de
riesgo y el interés por la deuda a diez años – parámetros de moda del
momento– se disparaban batiendo nuevos
records. Las supuestas cifras límite de
600 puntos y de 7% respectivamente, se
sobrepasan un día sí y otro también.
El desmantelamiento del estado del bienestar,
lejos de calmar la ira de los dioses, ha despertado su avidez, al tiempo que
los medianos inversores captan que un país tan obediente será devorado en los
siguientes episodios y por tanto, mejor mantener tu dinero lejos de ese lugar
maldito.
Solución a la ecuación
De vez en cuando surgen tímidas
propuestas como “la economía del bien común” de Christian Felber, que nos
suenan bien, pero que denotan cierta nostalgia por un sistema que se disuelve.
Las reparaciones deberían haberse planteado décadas atrás. El nuevo mundo ni es
libre, ni es igualitario, ni es fraterno, tal como advirtieron años atrás
Jaques Attali, Jean Ziegler, Eduardo Galeano, entre otros.
Por parte de las corporaciones
occidentales, lo que predomina hoy es la militarización de la sociedad a gran
escala con el interés de sostener la economía a costa de guerras. Ya se trate
del control del Mediterráneo o de la confrontación con las potencias asiáticas
–siguiendo lo que comenzó en la Zona 0– el impacto va dirigido a naciones como
Libia o Siria donde había progreso, independencia económica y gobiernos laicos
que habían mantenido un equilibro social durante décadas; pero sobre todo recursos energéticos y un
buen botín repartido en los bancos del mundo. Ahí se inscribe toda la campaña en
el norte de África y Oriente Medio de la OTAN, cuyos procedimientos
sofisticados neo-terroristas están claramente descritos en el informe “Special
Forces Unconventional Warfare”
http://nsnbc.files.wordpress.com/2011/10/special-forces-uw-tc-18-01.pdf
La ecuación no parece tener solución.
Sólo nos queda esperar que este afán enloquecido de violencia por parte de
occidente termine súbitamente por falta de recursos, que Rusia y China
mantengan su competitividad firme pero no bélica y que los modelos sociales
emergentes de Latinoamérica sigan dando un ejemplo de organización
socioeconómica a todo el mundo.
Es una monstruosidad la desproporción
entre el salto tecnológico y la organización social. Además es moralmente
repugnante porque se está en condiciones de solucionar los problemas básicos
que sufre la humanidad. La estructura social está creando el caos porque se
mantiene y debería haber avanzado. Es la organización social la que permite que
la tecnología sirva para producir armas… Hay que tomar el tren y ser el
proceso. No es mecánico. Se necesita un acto de conciencia intencional, decía
Silo en una reunión en Mendoza en 1996.
El ámbito mayor
En las primeras escenas de muchas
películas una cámara suele regalarnos una visión panorámica que desde el
espacio va adentrándose en la superficie terrestre. Nos reclinamos hacia atrás
sabiendo que hay mucho más en la pantalla de lo que podemos captar con la
mirada, sentimos en esos instantes esa mezcla de calma interna y de
inspiración, como si fuéramos un viajero espacial planeando sobre un paisaje
inmenso. Lamentablemente no dura mucho, ya que rápidamente la cámara se sumerge
en el plano cotidiano para contarnos una vieja historia made in Hollywood
alejada de esos instantes iniciales que quisiéramos retener.
Nuestras vidas trascurren un plano en el
que resulta muy difícil comprender la realidad que nos envuelve. Por más
esfuerzo que hagamos, por más datos que acumulemos, no podemos captar el ámbito
mayor. Vivimos como átomos identificados con lo cercano pero desconectados de
una realidad grandiosa. Si por unos instantes tenemos una experiencia
extraordinaria, en breve lo que queda de ella es un recuerdo esquemático.
En los inicios del Centro Mundial de
Estudios Humanistas (CMEH) se tomó contacto con astronautas rusos, con motivo
de la Segunda Internacional Humanista en Moscú los días 7 y 8 de octubre de
1993. Entre ellos, Vladimir Kovalenok,
relataba una experiencia que iba más allá de los objetivos de la
expedición, hablaba de un estado interno que aparecía al observar nuestro
planeta desde afuera, en el que surgía una nueva comprensión y bondad.
Posteriormente fue publicado el libro
“Expediente Soviet UFO”, en 2010, de Phillip Mantle y Paul Stonehill, donde se
relatan muchos acontecimientos secretos,
desapercibidos por la historia oficial.
Años atrás – retomando lo
filosófico–Jorge Pompei venía trabajando en “El Método Estructural
Dinámico”, donde presentaba los tres
puntos de vista en los que uno está emplazado y que debe advertir antes de
hacer filosofía: A la realidad no puede apreciársela por completo, sino en
alguna de sus partes. Si se quiere ganar conocimiento de detalles se pierde el
conjunto; si es a la inversa, se pierden los detalles. Frente a un mismo campo,
el labriego, el aviador y el astronauta ven realidades distintas. El labriego
aprecia los detalles inmediatos del campo que trabaja. El aviador puede
relacionar distintos espacios porque observa sus límites. El astronauta pierde
ya, los mismos límites y obtienen una visión de estructura total.
Desde la Academia de Ciencias de Rusia
comenzaron a surgir expresiones de un punto de vista desconocido para la época,
como el trabajo de Alexandre Panov de 2004 “Crisis sistémica de la civilización
como singularidad de la historia y posible rol del programa SETI en el
desarrollo post-crisis” en el que se plantean posibilidades para el desarrollo
de la vida desde un punto de vista cosmológico.
Meditación
Necesitamos emplazarnos existencialmente
en un ámbito mayor. Nadie está fuera de tener un punto de vista chato. Los
ciudadanos se sienten a salvaguarda pensando que sus políticos –merced a su
estatus y posibilidades– cuentan con una visión panorámica privilegiada y que
por tanto actúan en consecuencia llevándoles a buen puerto. Sin embargo ¡Cuánta absurdidad vemos en los
políticos de todas las épocas! Personajes que en sus años de plenitud vieron
desfilar gloriosos ejércitos, con los mismos ojos que miran atónitos frente al
espejo un cuerpo envejecido; quizá tratando de hallar un alma, que se debate
ante su disolución y el sentido de lo acontecido. La vida ante el abismo
finalmente. Los poderosos que hoy dominan el mundo no son más que los fracasados
del futuro. Ellos controlan “algo” en un instante en el tiempo pero no
controlan el tiempo.
El problema viene dado por lo que
entendemos por realidad. Buda afirmaba que la forma material, la sensación, la
percepción, las composiciones mentales y la conciencia son impermanentes e
insustanciales.
¿Qué es lo real? ¿Qué es substancial y
permanente? El hombre común responde a esta cuestión a la ligera y de ahí se
desprende el lamentable modelo social en el que vivimos. El hombre común
responde que real es aquello que le interesa: la costumbre, el liderazgo, el
poder, el dinero, el control, la fuerza, el estatus y un sinfín de cosas; es
decir, renuncia de entrada a una respuesta universal, da por frustrada su
posibilidad de hallar una respuesta fuera de sus propios contenidos
condicionados por su época y por sus circunstancias.
La respuesta a la pregunta, lanzada en
un estado de silencio mental, viene de otro lugar, dicen aquellos que meditan.
Es una respuesta compleja en relación con estructuras mentales universales que
implica la trasformación de quien pregunta.
1 comentario:
me ha gustado mucho.
¿Tienes blog?
Publicar un comentario