CAMPAÑA DE LOBOS. TEODORO LEÓN GROSS

Que viene el lobo! clama Rajoy pastoreando votos con su campaña apocalíptica de 'yo o el caos', y también Pedro Sánchez en su campaña desesperada de 'el caos del de 'yo o el caos' o yo'. Apelan al voto útil contra el lobo, que en su imaginario simplista son los partidos pequeños que han roto la larga hegemonía del bipartidismo. Es notorio su canguelo tras décadas frisando cómodamente el 75% de voto. Contra eso, su mantra es 'Gobierno fuerte', fetiche de prestigio en España como vacuna contra la inestabilidad agitando miedos cuyo ADN se remonta a la República. Pero los ciudadanos parecen descreer ya de ese cuento del lobo asumiendo al fin que esos 'Gobiernos fuertes' son los que han elevado la mentira a programa electoral; que esos 'Gobiernos fuertes' son los que han colonizado el Poder Judicial y los organismos de control como partitocracia; que esos 'Gobiernos fuertes' se montan televisiones públicas bananeras y gestionan la publicidad institucional con matonismo; y sobre todo que esos 'Gobiernos fuertes' han sido la coartada de cleptocracias clientelares en sus ciclos corrompidos en el poder.

DÍA DE CONTRASTES. MANUEL

DÍA DE CONTRASTES. MANUEL 
El de hoy es un día de contrastes, de esos que nos gusta hacer porque deja bien a las claras los tipos de personas y caracteres con los que convivimos día a día.

Por un lado, están aquellos que se juegan la vida por ayudar y salvar la de los demás; que se cogen un avión sin dudarlo y se plantan en el epicentro del dolor para ayudar a un país roto y sacudido por la rabia de una naturaleza a la que no dejamos de maltratar. Qué injusta es la vida y la misma naturaleza que siempre se ceba con los más indefensos, con los más débiles.... pero que reconfortante es encontrar personas y organizaciones sociales que se desviven por poner los cimientos para que ese territorio ahora destruido pueda renacer.

GOYA Y VIETNAM. SERGIO RUIZ MATEO

GOYA Y VIETNAM
En 1814 Francisco de Goya pintó “La carga de los mamelucos”, también conocido como 2 de mayo. Ese mismo año acabó el que habría de ser lienzo inseparable del primero, el “3 de mayo”. La mirada de Goya, comprometida, ilustrada, luminosa hasta en el mundo de las tinieblas, rompe el orden de la plástica clásica para acercarse al mundo de la verdad pura más allá de la forma, creando en ambas un manifiesto contra las guerras y la barbarie. En otra ocasión hemos afirmado que las primaveras suelen ser prolíficas en revoluciones. Cuando se levantó en armas en 1808, el pueblo de Madrid era portador de todo el optimismo insensato de las revoluciones y todo el fanatismo que un acto violento y condenado a fracasar, lleva consigo. Los alzamientos contra los imperios pronto causan simpatía entre los imparciales, y así, el levantamiento de Madrid se ganó de inmediato el apoyo de una Europa que vio, en aquellos desarrapados súbditos de un reino marginal y obsoleto, una fiera pasión por la libertad. Así lo plasmó primero Goya en su “2 de Mayo” y así lo vieron luego los románticos.