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NADA DE ESPETOS. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO

NADA DE ESPETOS, UNA MÁLAGA CON DOBLE DE QUESO.

Málaga tiene una vista en conjunto poco uniforme, muy parcheada, parece los pantalones de Barragán (¿comprendes?). Es el resultado de políticas poco ambiciosas y con carencia de óptica de futuro. No podemos remediar ni ignorar la historia de nuestra ciudad. De siglos atrás hasta hace 30 años éramos un barrio, sin perspectivas a ser una capital de cierta importancia (muy atrás quedaron los intentos inversores de los Heredia o los Larios).

LOS GATOS BARRIGONES Y CON “MALA PIPA”. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO

GARFIELD
Como muchos malagueños me gusta comprar asiduamente el periódico, echar la mañanita tomando un cafetito con su pitufo antes de que lleguen los calores o, asomándome al mediodía en la playa, tumbado en la hamaca (aunque ahora con la crisis, toallita de publicidad). Gustan esas reuniones de entendidos que leen noticias en voz alta y provocan un debate larguísimo, página a página, aprovechándose de ese eurito y poco, sacándole un jugo social muy consistente. Los hay también, como no, de los que leen a solas, bien en el sofá o en el baño (mayor porcentaje) y como no, tomando el sol en cualquier parque.

LA HUMANIDAD ANTE UNA CATÁSTROFE NATURAL. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO.

¿NOS ACOSTUMBRAMOS A LA ETERNA AMENAZA?.

He seguido con gran interés las noticias de la catástrofe de Japón, ha sido un hecho que me ha dejado petrificado, es impresionante como la fuerza de la naturaleza ya no puede sólo con un país tercermundista como Haití. Si ya vimos como sembró el caos el huracán Katrina en Nueva Orleans seis años antes, o Chile hace justo un año, vemos ahora como sucumbe otra potencia mundial por un seísmo. Y es que la fuerza de la naturaleza puede con todos, elige cuidadosamente sus herramientas para provocar una desgracia.

RAZONES DEL CAMINO DE SANTIAGO. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO

¿Para qué camino hasta Santiago?

He tenido el placer este verano de realizar el Camino de Santiago desde tierras portuguesas, no lo recomiendo como el más agradable de caminar, mucho asfalto, poco campo y, en definitiva, muy incómodo. En el trascurso he tenido mucho tiempo para cavilar, divagar, pensar… y específicamente, observando a los peregrinos que iba encontrando antes, durante y después del recorrido, reflexionar sobre el propio hecho de hacer el Camino.

Tengo que decir que la peregrinación de Santiago, por cada una de estas rutas y teniendo en cuenta el flujo turístico, es una fuente de ingresos importantísima para la zona norte de España y tiene actualmente el impulso de ser reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

¿Desde cuándo comienza a hacerse? Se dice que desde la época de Carlomagno y toma auge a partir del siglo XII, pero que ha sido rescatada del olvido para esta época. ¿Cuál es el interés principal de hacerlo? Bueno, el destino es visitar las reliquias del Santo Apóstol, sepultados en la catedral, tras una ruta de penitencia para que se considere el que se perdone los pecados.

¿Pero realmente vivió y murió Santiago aquí? No, no hay ninguna fuente fiable, no lo respalda ni la Biblia, ni la Historia, ni la Ciencia. Y al saber esto y conocerse la disminución de los creyentes en estos tiempos, ¿por qué tantas personas siguen haciéndolo? ¿por qué insistimos hipócritamente en llegar hasta la catedral y postrarnos ante la reliquias y en pedir el diploma compostelano que atestigua que eres un hombre de fe? Lo hacemos por tradición, por una tradición que no todo el mundo cree, que parece que debemos de justificarnos como creyentes para poder hacerlos. Y es que el Camino no es más que una ruta turística para revitalizar la economía de la zona, es un negocio, y que parece que en el recorrido debemos hacernos los ignorantes o peor aún, los creyentes.

Entiendo y respeto a los penitentes, que durante su “paseo” vayan rezando un rosario o profundizando en sus creencias, pero no son más íntegros que el que sale con la mountain-bike convencido en llegar al mismo destino para realizar una ruta deportiva, con un final turístico. Porque ambos saben a lo que van.

Evidentemente este negocio no se va a perder, perderá cada vez más el sentido devoto y tendrá un componente más ocioso que religioso. Cada vez hay menos cristianos devotos de la imaginería bíblica y menos, entre ellos, los que dan valor al hecho de creer en Santiago y su misterio. Las juventudes cristianas prefieren realizar el camino, propiamente el camino, no siendo el protagonista la meta, sino el recorrido, el durante, el compartir, el reflexionar, el rezar, el poner en práctica su moral y sus valores.
Es decir, que parece que sea una excusa el llegar a la plaza de Obradoiro, pero sin embargo ha servido para recibir oleadas de peregrinos y de turistas durante los años xacobeos. Poner a Santiago de Compostela en el mapa con esta excusa, significa aumentar las inversiones y que el chanchullo salga rentable.

Pero Santiago no es la única ciudad que se debe a los creyentes y al turismo cristiano, tenemos en Portugal a Fátima, preciosa por cierto, que de una caverna, en una ruta de pastores, se crea una ciudad que acoge anualmente a millones de peregrinos. Ni que decir tiene, añadir los santuarios con falsas reliquias, los falsos milagros de las vírgenes lloronas…

Y es que, en cierta manera, el cristianismo se abre también al tercer sector, si quiere prosperar, porque necesita hacerse fuerte de esa afluencia aunque sea como un reclamo publicitario, en esta época apática en la fe de los ciudadanos.

CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO

SOBRE LA POLICÍA. CARLOS HERNÁNDEZ


Cuidadito con la policía, cuidadito.
Son especiales estas fiestas de Navidad, sí, son especiales cuando sabes que tu Comunidad Autónoma está en la cola en la creación de empleo.
Son especiales cuando en tu ciudad salen noticias como la que, para motivar la labor de los policías locales, amenazan con trasladarles si incumplen con su trabajo. Y es que es de eso lo que realmente quiero escribir, del trabajo que desempeñan algunos componentes de la policía local desde el punto de vista de un humilde contribuyente.

No quiero que me malinterpreten, ni crean que no los respeto, ni que su función es crucial para la disminución de accidentes de tráfico. Pero, ¿quién ha visto a un policía a primera hora de la mañana, cuando se producen los mayores atascos, trabajando? ¿O dirigiendo el tráfico con un chaparrón? ¿o parando a un grupo de matones de esos que vemos a diario, con la música a toda pastilla?

Desde mi experiencia de pagador de multas, los veo poniéndomela en mi barrio cuando dejo el coche mal aparcado un segundo, mientras recojo algo que se me olvida en casa. Haciéndome llegar tarde al trabajo, algo sagrado en esta época, porque están haciendo un control rutinario. O quizás haciéndote sufrir una larguísima espera para formalizar una multa por la infracción que sea, con los tiempos que corren, que vale oro, nunca mejor dicho.

Y te trastorna verlos desafiantes ante los ciudadanos, no cuidan el no tener una imagen agresiva y chulesca con la barba a medio afeitar, la patilla terminando en pico, las gafas de aviador, el uso de vulgarismos en el habla, la poca diligencia y respeto hacia las personas… Y, es que entiendo la confianza en si mismo que irradian sus rostros, que con un gran sueldo (a pesar de su reducción, como todo funcionario, siguen teniendo), la tranquilidad que el Estado sea quien te pague y el poder de hundirte con el solo hecho de ponerte, o no, una multa en la crisis que atravesamos, les hacen irremediablemente sentirse superiores.

Y, ¿superiores a quién?, ¿es más respetable un policía local que el panadero de la esquina o el albañil que se pone a la cola del INEM? Todos somos iguales, no importa la preparación que tengan (no debe ser uno licenciado para trabajar ahí), ni el sueldo, ni nada de eso. Importa la función, eso si es respetable. La función que ejerce en su oficio cada uno de los ciudadanos que tienen la suerte de realizar.

Ojo, no pongo en duda la labor general de este cuerpo de seguridad, me debo sólo y únicamente a relatar circunstancias personales que se me suman y coinciden con el resto de viandantes, en la cola del bus, en la peluquería esperando tu turno, en la frutería comprando o charlando esperando el número del médico. Allí siempre surgen anécdotas que vienen a manchar la reputación de este oficio, que debía ser impoluto y que debido a la actuación de unos pocos muy ruidosos terminan siendo de los más criticados.

Yo sumo una más a mi anecdotario. Entrando a la zona de Nueva Málaga, en una esquina de un bar, seis agentes, brazos cruzados o en jarra, riendo abiertamente, hablando a voces, coches patrulla mal aparcados en el paso de peatones, otro ocupando dos plazas de minusválidos. ¿No se os cae el alma? No os entra algo por cuerpo cuando encima tienes una multa por estar en doble fila en tu barrio, cuando nadie ha protestado por querer salir, cuando allí todos conocen tu coche… cuando seguramente personas no van a pagar multas de este tipo porque el banco los tienen ahogados.

Es para hacer una protesta pacífica, como un sonoro aplauso de todos los viandantes que pasen por allí y los vean. ¿Es que tenemos que pedir una policía para esa policía? ¿Es que no conocen sus deberes y sus límites? Los ciudadanos interpretamos siempre, leemos las noticias, pagamos nuestros impuestos, sobrevivimos como podemos, no nos merecemos esto.
CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO


¿IR DE MARCHA? CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO

¿Qué hacemos esta noche?
Es la gran pregunta que nos surge cuando terminamos una larga semana laboral, nos encontramos a los amigos y coincidimos en la necesidad de despejarnos, escapar de la rutina diaria, salir por la noche, divertirse y desfogar, acostarse tarde sin la preocupación de tener que trabajar temprano al día siguiente.
Es un derecho y mirándolo bien, una necesidad ya que casi nadie aguanta la tortura de estar encerrado todos los días en su casa por mucha crisis que estemos pasando.

EXTREMISMOS DIBUJADOS. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO


EXTREMISMOS DIBUJADOS

Siempre que paseo por las calles me encuentro con un lugar nuevo en el que han pintado una esvástica, con su correspondiente eslogan xenófobo, y si vuelvo a pasar por el mismo sitio al día siguiente me encuentro con la consiguiente respuesta de otra facción contraria a estos skinheads, los llamados SHARP (Skinheads Against Racial Prejudices) o con alguna facción simpatizante con la extrema-izquierda.

A MÁLAGA 2016 POR EL CARRIL BICI. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO


CARRIL BICI

Somos una ciudad que aspira a ser ciudad de la cultura europea, pero aún tenemos un largo camino para europeizarnos. Evidentemente en datos cuantitativos y como enclave histórico- cultural, como también por la progresiva inversión que se realiza en este aspecto, no cabe la menor duda que estamos alcanzando este objetivo.

EL HIMNO DE ESPAÑA. CARLOS HERNÁNDEZ BRAVO


LETRA PARA EL HIMNO DE ESPAÑA
¡Cuántas veces habré escuchado en cualquier rincón un comentario sobre el himno de España! Pero, ¡si hace nada todo era una petición general! Los periódicos habían iniciado un montaje que más bien parecía una superproducción hollywoodiana que tenía todas consigo para dar un taquillazo. Leía en diversos periódicos la función mediática de los himnos y lo ridículo que se veía entre varios extranjeros el “chum pa, chum pa” español. Nos hacían envidiar a los demás países, viéndolos en cualquier evento importante cantar su propio himno.