LA HISTORIA DE MARI. LEONOR COTTA

La historia de Mari

Se vestía lentamente con su traje de novia, estaba preciosa, no en vano era un día importante para ella, es posible que el más importante. A partir de se día comenzaba una nueva vida, otra casa y hasta otra ciudad con una persona que, aunque la conocía desde hacia tiempo, no había vivido con ella. La convivencia, algo que parece tan normal y que en algunas ocasiones se puede convertir en un infierno. Su madre le daba los últimos retoques al velo…

-Venga Mari que no hay que llegar demasiado tarde a tu boda – dijo la madre
Mari se miró por última vez en el espejo antes de salir.

Era una gran boda en la Catedral, una familia de buena situación, un galán recién salido de la academia de policía Nacional, con destino en una ciudad del norte.

El domingo volví a verla después de muchos años. Su carita era la de una niña que a sus cincuenta y cuatro años buscó un refugio en algún lado de su mente, todo para ella es indiferente hoy por hoy. Esta sola en el país de la nada.

Su historia es una de tantas mujeres maltratadas, da igual nombre, edad, ciudad, de familia más o menos situada, cuando te toca, te toca. Su marido la maltrató desde el principio del matrimonio, tanto física como psicológicamente, tuvo tres hijos que en un principio fueron su refugio, más tarde él se los quito y los regaló a diferentes familias.

Un día hace tiempo ya, Mari huyó de esa persona, no cogió nada, ni ropa, ni comida, nada, sólo quería escapar de ese sitio, que ya no era su hogar, Mari se había convertido en una esclava, en un trapo para limpiar y donde ese hombre echaba sus miserias, sin sus hijos, allí ya no la retenía absolutamente nada.
Salió corriendo con su miedo, estuvo desaparecida casi tres meses y un buen día la policía la encontró tirada en una cunetaza en Andalucía y devuelta a su madre.

Después de mucho pelear contra su ex marido pudo recuperar a sus hijos. Su madre se ocupó de todo, Abogados, denuncias y un sinfín de papeleos y burocracia, ya que él era y es un policía honorable y ella al fin y al cabo una demente. Se pudo demostrar en cierta forma el mal trato y para no salir dañado, ya que podían expulsarle del cuerpo de Policía, cedió.

Es una historia real, como hay muchas, algunas tienen un final feliz y puedes retomar tu vida desde ese punto donde dices basta. Otros por el contrario desembocan en la muerte o en la locura, como es el caso de Mari. Ella quedó mentalmente tocada para siempre. Afortunadamente su madre la acompaña todavía, pero no vivirá eternamente, ¿qué será de Mari entonces? no lo sé.

Su madre luchó por recuperar a los niños y hoy ya son mayores, pero… ¿y si se hubiese encontrado sola? Como tantas y tantas mujeres jamás los hubiera vuelto a ver.

Mari hubiese desaparecido para siempre en un psiquiátrico si no hubiese tenido a su madre. Cuando la policía la encontró en una cuneta en mitad de ninguna parte, casi desnuda y con los pies rotos de andar a ciegas, sin saber muy bien por donde iba.

A todas las personas que han sufrido maltrato les quedan se cuelas, heridas físicas y mentales, pero s sigue adelante y vives dignamente, que en definitiva es lo que quieres, tener paz, calma, silencio.

Otras jamás volverán, perdieron sus vidas y en el caso de Mari se perdió en un mundo oscuro de su mente para siempre, en su eterna niñez.

En honor a Mari y su madre

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