SOBRE UTOPÍAS. JESÚS MARTÍN OSTIOS

Me decía un buen amigo el otro día "todo lo que hagamos no sirve de nada, no merece la pena darle muchas vueltas al tema, hay que hacerlo lo mejor posible y punto..." Le digo que lo que hacemos, aunque muchas veces creamos que no sirve de nada, tiene una repercusión. Además, es necesario creer en las utopías.

El concepto de Utopía se refiere a un proyecto irrealizable y tiene su origen en la obra del inglés Tomás Moro en el siglo XVI cuando denunciaba todos los males de su época y reclamaba una nueva sociedad que partiera de las ideas de paz, tolerancia e igualdad. Para Tomás Moro un mundo mejor era realmente algo muy difícil de conseguir, pero no por ello dejó de luchar toda su vida. El mundo que tenemos hoy día, aunque con muchos peros, es un mundo infinitamente mejor al de la Edad Moderna.

Son muchas las utopías que encontramos en la actualidad: el final de la pobreza, alcanzar la paz mundial, evitar el deterioro del Medio Ambiente, extender los derechos y libertades fundamentales, conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, una educación de calidad real, etc. Son objetivos que nos parecen irrealizables a día de hoy. Pero también eran imposibles hace muchos años algunos sueños que se han cumplido:

- En los años cincuenta Martin Luther King pronunciaba un discurso (I have a dream) donde reclamaba una sociedad igualitaria. En el año 2008 Barak Obama se ha convertido en el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos.

- La Constitución española establecía una declaración de derechos y libertades fundamentales que parecían irrealizables en 1950.

- Harvey Milk, primer homosexual declarado en ser elegido democráticamente para un cargo político en Estados Unidos, soñaría con los derechos que disfrutan los homosexuales en algunos países.

- A mediados del siglo XIX sólamente un pequeño porcentaje de la población tenía derecho a voto. En España por ejemplo sólamente votaban los más ricos, además de que las mujeres tenían restringido el derecho al voto.

- Karl Marx publicaba en 1848 el Manifiesto Comunista donde denunciaba las condiciones de vida de los trabajadores.

La lista de utópicos sería interminable: Federica Montseny, Nelson Mandela, Erasmo de Rotterdam, Clara Campoamor, Mary Wollstonecraft, etc.

A pesar de las dificultades de sus sueños, muchos de éstos se cumplieron o están en vías de cumplirse en muchos lugares.

¿Estos sueños se cumplieron gracias al trabajo de estos personajes? No, fueron los colectivos en su conjunto los que lucharon y permitieron alcanzar estas metas. Cuando Luther King hizo aquel discurso en Washington, había uno, dos, tres, cientos de Luther King que creían en una ilusión qué finalmente se alcanzaría. Hay que creer en los Harvey Milk, Matin Luther King, Federica Montseny, Clara Campoamor, Tomás Moro, etc., que hay en nuestra sociedad y luchar por las utopías, por muy lejanas que nos parezcan.



3 comentarios:

Don Nadie dijo...

Gracias por tu reseña al comienzo de artículo y por supuesto, gracias por lo de 'buen amigo', sinceramente me siento halagado.

¿Sabes el problema que encuentro al leer todas las utopías del artículo que posteriormente se hicieron realidad? Pues eso mismo, que han dejado de ser Utopías...

No me siento capacitado para quitarle la etiqueta de 'Utopía' a los 'sueños' imposibles de realizar. No tengo alma de Tomás Moro, tampoco de Martin Luther King ni probablemente de ninguno de los personajes que comentas en tu artículo.
Es por eso que te decía el otro día, que prefiero pasar desapercibido por todo este berenjenal, que es en lo que se ha convertido la Educación actual, intentar desempeñar mi trabajo lo mejor posible, pero sin pensar en ningún momento que con mi trabajo esto va a mejorar.

Las cosas cambiarán cuando tengan que cambiar.

Anónimo dijo...

Bien dicho, es que "Copito de Nieve" no sabe lo que dice...

Juana Godoy Aguilera dijo...

El día 29 de agosto de 2009, Don Nadie mostraba su desencanto...
Hoy, 22 de marzo de 2013, me pregunto qué habrá sido de Don Nadie (y en qué habrá derivado su desencanto) a la vista de los acontecimientos globales y de aquellos relacionados particularmente con la educación.
Don Nadie, vuelve. Dedica tu tiempo a la lucha incruenta de perseguir sueños, para que no devengan en pesadillas aquellos que se abandonan a su suerte.