SOBRE JUVENTUD Y DROGAS. LEONOR COTTA


DONDE SE ROMPEN LOS CAMINOS

En estos momentos en los que se habla tanto de endurecer la ley del menor, creo que debería dar paso a una historia que me contaron muy recientemente. El caso de unos chicos que a muy temprana edad probaron los porros, de hachís y marihuana. Quiero primero decir que son muchos los jóvenes que entre los 14 y 17 años ya han hecho los primeros pinitos, ( por llamarlo de alguna forma ), con la llamada droga blanda. Droga al fin y al cabo.



Los numerosos estudios sobre este tipo de droga dan como resultado la falta de estímulos que un joven debe tener a esa edad, también la perdida de ilusiones, el cansancio, la agresividad, terminando en su gran mayoría por dejar los estudios y las normas que normalmente tiene la sociedad.


No en todos los casos pasan a mayores, quiero decir pasar a otro tipo de estupefacientes, ( cocaína, heroína, o las pastillas de diseño, en las que quiero meter todas, por el sinfín de nombres que ya tienen ). Pero si hay un porcentaje muy alto en la que estos chicos si llegan a probarlas, no dándole ningún valor al hecho y por supuesto, con el riesgo que ello supone de engancharse a ellas, terminando así con otra vida más, pasando a ser otro zombi en la sociedad.


Detrás de todo eso hay una familia, padres, hermanos sobre todo, que se sienten impotentes ante la ceguera de estos chicos, que quieren y creen saberlo todo y rompen el camino que un día sus progenitores quisieron enseñarles, ser personas capaces de diferenciar lo bueno de lo malo, el bien del mal, el respeto hacia los demás, personas capaces de valerse por si mismas, procurando no hacer daño a nadie o como se suele decir, personas de provecho, sobre todo para si mismos. Esta claro que no todos servimos para estudiar, pero en esta vida tiene que haber de todo, trabajadores también. Pero estos chicos parecen quedar incapacitados para ambas cosas, deambulando por la vida y metiéndose donde no deben.


El caso del que hablaba al principio trata sobre esto, la madre habló, pidió, exigió, pero sus hijos no han querido oír. El tema está en que tuvo que echar de casa a uno de sus hijos y el otro esta denunciado por violencia domestica. Tomar este tipo de decisión le supuso un largo periodo de tiempo claro está, después de intentar por todos los medios que comprendieran que la vida es algo mas que dormir, comer y fumar hachís. Todo esto todavía la hace pensar en si hizo bien o no, pero así no se puede vivir.


Estos chicos no han incumplido la ley aun, solo le han robado a su madre, ni han matado, ni violado, pero su madre esta totalmente de acuerdo en que si eres mayor para tomar tus decisiones, también para cumplir una condena por muy grande que sea como un mayor de edad. Son muchos los padres que no saben que hacer con su hijo cuando empieza en la delincuencia.
Yo estoy totalmente de acuerdo.


Nuestros hijos se nos escapan de las manos. Aquí no hay diferencias de clase ni estatus sociales. Quizás una ley más dura los haga reaccionar sobre las arenas movedizas que están pisando y es muy posible que podamos volver a llevarlos al camino que un día, sin saber porque, se rompió

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