ESPECIAL CRISIS ECONÓMICA. JOSÉ LUIS TORRES CHACÓN


José Luis Torres Chacón Director del Departamento de Teoría e Historia Económica de la Universidad de Málaga. Ha publicado diferentes libros y artículos científicos en revistas internacionales, tales como Journal of Macroeconomics, Economic Letters, Journal of International Finance, Institutions and Money, Information Economis and Policy, entre otras muchas.

1. ¿Cuáles son a su juicio las causas de la crisis mundial?

La crisis mundial ocurrida durante finales de 2008 y 2009 ha tenido su origen en los mercados financieros, teniendo como epicentro a la economía de Estados Unidos, aunque también se encontraban en una situación similar otros países, como Reino Unido o España.

En este sentido, se ha tratado de una corrección a los importantes desequilibrios financieros existentes, con altos niveles de endeudamiento de las familias que han ido acompañados de una importante burbuja inmobiliaria. Desde principios de la década el endeudamiento de las familias en estos países no ha parado de aumentar, dando lugar a un nivel de endeudamiento que tarde o temprano llegaría a ser insostenible y producirse el ajuste, tal y como ha ocurrido. Por tanto, la explicación de la crisis económica es bastante simple; no podemos estar consumiendo por encima de nuestras posibilidades de forma indefinida, alcanzándose de forma irremediable una situación en la cual no es posible un mayor nivel de endeudamiento.


2. ¿Y en España, a qué se debe la crisis?

El detonante de la crisis económica en España ha sido el mismo que en otros países como Estados Unidos o Reino Unido: el elevado aumento del endeudamiento de las familias y el haber mantenido durante los años anteriores niveles de consumo muy superiores a los de nuestra renta, situación que a largo plazo era insostenible. Sin embargo, el problema de la economía española es muy diferente al que se enfrentan el resto de economías desarrolladas, donde la crisis financiera tendrá un impacto limitado sobre la economía real, volviendo a la senda de crecimiento durante 2010. La economía española, al igual que otros países como Grecia o Portugal, presentan importantes debilidades y un problema importante de productividad, que van a ocasionar que el impacto negativo de la crisis financiera sea mayor. El problema al que se enfrenta España es que la crisis financiera se ha transformado en una crisis de economía real de gran virulencia, como consecuencia de las pérdidas de productividad que ha sufrido la economía española en los últimos años y que tiene su consecuencia más dramática en un aumento de la tasa de paro hasta superar el 20%.

3. ¿Qué responsabilidad tiene el actual gobierno en la crisis?

El efecto de la crisis financiera sobre la economía real y la actual situación de la economía española es consecuencia directa de las medidas tomadas por el gobierno de España. En este sentido, podemos afirmar que la responsabilidad del gobierno en la crisis actual es muy elevada, ya que no ha tomado medidas para evitarla o mitigar sus efectos, sino que las medidas tomadas han ido precisamente en la dirección contraria, avivando las llamas de la crisis. Desde el principio se negó la existencia de una crisis económica, posteriormente se minimizaron sus efectos y, finalmente, se llevaron a cabo políticas económicas cuya única base era el aumento del gasto público, que si bien a corto plazo mitigan los problemas generados por la crisis, a medio y largo plazo potenciando sus efectos negativos. Por tanto, la responsabilidad del gobierno no reside en la generación de la crisis, que obedece a decisiones de endeudamientos de los agentes, sino en la puesta en marcha de medidas incorrectas de política económica para hacer frente a la misma. En definitiva, el gobierno ha tenido un papel muy pasivo y cuando ha actuado lo ha hecho tarde y mal.

4. Algunos sectores están criticando el papel jugado por los sindicatos, se preguntan cómo es posible que en un país con más de cuatro millones de parados no se haya producido todavía ninguna huelga general

En efecto, los sindicatos son igual de responsables que el ejecutivo en los efectos tan graves que está tenido la coyuntura económica actual. Y ello es debido a que los sindicatos están haciendo una total dejación de sus funciones como defensores de todos los trabajadores. En los últimos años hemos asistido a un proceso de institucionalización de los sindicatos, por lo que estos han abandonado su papel de agente social activo para pasar integrarse en la estructura gubernamental, como si fuesen un estamento más del gobierno. La financiación pública de los sindicatos ha aumentado considerablemente en los últimos años, por lo que estos han perdido su independencia frente al gobierno, al tiempo que el control de los sindicatos sobre una importante cantidad de recursos financieros públicos para el fomento de la formación y del empleo ha generado una gran cantidad de ingresos privados para sus miembros, pagos realizados a cambio de apoyar al gobierno. Esto explica porqué, aún con más de cuatro millones de parados, no se haya convocado ninguna huelga general y que el tono de críticas a la política económica del ejecutivo se haya mantenido en niveles muy bajos.

5. ¿Qué opinión le merece Algunas soluciones como el retraso de la edad de jubilación o la propuesta de los empresarios de abaratar el despido?

El retraso de la edad de jubilación, siempre en determinadas profesiones, puede ser un aspecto positivo para la economía, pero sólo en el largo plazo. Es cierto que el aumento de la esperanza de vida y la mejora en las condiciones de trabajo invitan a un retraso de la edad de jubilación, lo cual no deja de ser positivo, no solo para la economía en su conjunto sino también a nivel personal, siempre que afecte a determinadas profesiones en las cuales una persona con más de 65 años pueda desempeñar su actividad laborar de forma compatible con su edad. Sin embargo, resulta paradójico que se proponga este tipo de medidas en la coyuntura actual cuando se está incentivando las prejubilaciones, incluso por debajo de los 50 años, y con una tasa de paro que es superior al 20% de la población activa.

Por otra parte, no creo que abaratar el despido sea una solución a nada. Uno de los problemas que presenta el mercado de trabajo en España es la gran cantidad de tipos de contratos y la poca flexibilidad de los mismos, al mismo que existe una elevada rigidez a la movilidad geográfica. El problema de elevado nivel de desempleo no parece estar excesivamente relacionado con los costes del despido, al tiempo que no parece que esta sea una variable fundamental para los empresarios a la hora de contratar trabajadores.

6. ¿Qué otros cambios se podrían hacer, que necesariamente no afectara al abaratamiento del despido?

Tal y como se ha apuntado anteriormente, no creo que el abaratamiento del despido sea un elemento fundamental para la mejora del funcionamiento del mercado de trabajo. En su lugar se debería proceder a simplificar la normativa en términos de tipos de contratos y reducirlos al mínimo número posible, tal y como ocurre en otros países. Por otra parte, se debería de limitar el uso tan extendido de los contratos temporales, introduciendo una mayor flexibilidad en los contratos indefinidos que permitan adaptarlos a las necesidades del mercado. En este sentido la experiencia de Alemania puede resultarnos de gran ayuda.

7. ¿Puede ocurrir en España lo mismo que está pasando en Grecia?

Por supuesto, ya que por ahora vamos por el mismo camino, repitiendo las políticas que han llevado a Grecia a la suspensión de pagos. La situación actual de Grecia viene determinada por una política económica basada en el gasto público, lo que ha generado un volumen de deuda pública inasumible. Cierto es que España cuenta con un nivel de deuda en relación la producción muy inferior al de Grecia, pero el elevado déficit público (superior al 10% de la producción) no solo ha provocado un aumento considerable de la deuda soberana española sino que no se vislumbran medidas creíbles para reducir dicho déficit. Mantener un déficit similar durante 2010 llevaría irremediablemente a España a la suspensión de pagos como en Grecia, sin que por el momento el gobierno haya tomad medidas en sentido contrario.

8. ¿Qué medidas llevaría usted a cabo para salir de la crisis?

La primera medida, fundamental, que habría que tomar es restablecer la confianza internacional en la economía española y para ello es necesario proceder a un importante ajuste fiscal, antes de que sean instituciones y organismos internacionales los que impongan dicho ajuste de forma salvaje, tal y como va a ocurrir en Grecia. Este ajuste fiscal debe ir destinado a reequilibrar las cuentas públicas lo antes posible, y más que aumentar la presión impositiva, tal y como se va a hacer a partir del 1 de julio con el aumento en el IVA, las medidas deberían ir encaminadas a reducir el gasto público, que se está transformando en el principal problema de la economía española. Las diferentes estructuras administrativas del gobierno, Estado central, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Ayuntamientos y otros organismos públicos de diferente naturaleza, se han transformado en una fabulosa máquina de gasto que en muchos casos es altamente ineficiente y supone una considerable pérdida de recursos, que podrían ir destinados a inversiones productivas que incentivasen la productividad. Reordenar la estructura de gasto público en España supone el elemento clave para la salida de la situación económica actual.


9. ¿Cuándo acabará la crisis?

El final de la crisis de la economía española es incierto, ya que depende fundamentalmente de las medidas que tome el gobierno y como reaccionen los mercados internacionales ante las mismas. Lo que si podemos afirmar es que la crisis comenzará a acabar cuando se pongan en marcha las medidas adecuadas para su solución, que pasan por corregir los principales desequilibrios que afectan a la economía española: mercado de trabajo muy rígido, elevado desajuste de las cuentas públicas, excesiva e ineficaz regulación, etc.


10. ¿Qué cree usted que pensarán los países más pobres de la tierra de la crisis?

Los países pobres están al margen de los movimientos en la economía mundial y, por supuesto, muy alejados de las crisis de origen financiero. En contra de lo que pueda parecer, los países más endeudados no son los más pobres, sino precisamente los más ricos, principalmente países como Estados Unidos y España. En este sentido, resulta poco comprensible que las economías que consumen más de lo que producen sean precisamente las economías más ricas. Los problemas de los países pobres son de naturaleza muy diferente, al estar muy poco desarrollado en los mismos la economía de mercado, que requieren de condiciones institucionales estables. Crisis financieras como las que están sufriendo los países desarrollados no tienen un impacto apreciable en los países pobres aunque si pueden afectar muy negativamente a los países en vías de desarrollo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué opinión le merece la decisión del gobierno de recortar determinados gastos, por ejemplo la reducción del 5 % de salario a los funcioanrios?

José L. Torres dijo...

Dada la situación actual, el gobierno tiene que proceder a disminuir el gasto público. La cuestión fundamental es qué tipo de gasto público reducir. En principio la reducción del salario de los funcionarios (y yo soy funcionario) no me parece del todo mal, siempre que la reducción afecte a los que más cobran (por ejemplo yo mismo, dado que mi salario es superior a los 3.000 euros/mes). Lo que si me parece mal es que esta disminución afecte a funcionarios que apenas cobran los 1.000 euros/mes o a jubilados con pensiones similares.
José L. Torres