TÓPICOS E INMIGRACIÓN. JESÚS MARTÍN OSTIOS

TÓPICOS E INMIGRANTES
Es cada vez más habitual escuchar críticas hacia los inmigrantes. Que si nos quitan el trabajo, que si son los principales causantes de los delitos que se producen en España y otro sinfín de topicazos. A lo largo de una serie de artículos voy rebatir con datos y argumentos estos tópicos sobre la inmigración. Al respecto a finales de 2008 fue publicado un amplio y riguroso estudio de Cruz Roja Española y la media Luna Roja Mauritana que viene a derribar muchos de los tópicos sobre la inmigración. Algunos de los datos de este informe llamado 'Migraciones africanas hacia Europa. Estudio Cuantitativo y comparativo. Años 2006-2008. Centro Nº6 de Nouadibou, Mauritania' echan por tierra muchos de los argumentos contra la inmigración que son cada vez más habituales.


Este estudio parte de una amplia encuesta realizada sobre 5191 emigrantes africanos interceptados en Mauritania cuando intentaban llegar a España y donde se llevaba a cabo un completo cuestionario con el que pretendían definir el perfil de los jóvenes africanos que intentaban llegar a Europa. “si tenían trabajo, el 86% y sus salarios eran superiores a los de la media de sus países origen; tres de cada cuatro contaba con una formación educativa media, más del 75% era superior a la General Básica; el 98% intentaba por primera vez emigrar a Europa, y sólo el 1,2% de los jóvenes responden en la encuesta haber sido "reclutado por un pasador" frente al 70% que dice que fue una decisión propia o el 12% que apunta a que le convenció su familia."

Estos datos no corresponden con la idea que teníamos de que eran los más vulnerables los que buscaban en El viaje a Europa una vía de escape, siendo los que se marchaban aquella población más preparada (fuga de cerebros) El resultado cuatro años de estudio tira por tierra numerosos estereotipos y prejuicios que se han construido en torno los jóvenes subsaharianos. Estos datos deben servirnos para ver la realidad de la inmigración que no tiene nadas que ver con la que escuchamos habitualmente entre determinada clase política, concretos medios de comunicación y, cada vez más, población de a pie.


Evidentemente, esto nos lleva a pensar en la manipulación que se ejerce desde diferentes ámbitos cuando la realidad que se es conde tras la inmigración es bien diferente a la que nos imaginamos. ¿Qué harían ustedes si vivieran en un país subdesarrollado? ¿Se quedarían con los brazos cruzados? ¿Alguien se acuerda de los emigrantes españoles de los años 60 y 70? La respuesta habitual a esta última pregunta es que los emigrantes españoles iban con papeles, otro mito que se han encargado de difundir determinados medios y que no tiene nada que ver con la realidad. Según el informe de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid titulado “Tópicos e inocencias de la inmigración a española desde una perspectiva histórica” más de la mitad de los españoles que emigraron a Europa durante la década de los sesenta del siglo pasado lo hicieron sin papeles y sin contrato de trabajo.

A partir de 1956 se firmaron diferentes acuerdos de Emigración entre España y diversos países europeos como Bélgica, Alemania, Suiza, Holanda y Francia. Estos acuerdos tenían el objetivo de regular la emigración española. Sin embargo, a partir de estos acuerdos tuvo lugar una emigración masiva de españoles sin papeles a estos destinos.

Las tasas de paro crecían por día. Pero Europa necesitaba mano de obra. Dos millones de personas partieron, según los registros del Régimen, la mitad de ellos sin contrato de trabajo, y el 80 % analfabetos. La emigración irregular de españoles se generalizaría. Los trabajadores viajaban a los países europeos como turistas, para quedarse después allí en aquellos países de manera ilegal. El documental de Marta Arribas y Ana Pérez titulado “El tren de la memoria” refleja esa realidad de los inmigrantes ilegales españoles de los años sesenta. Aunque me temo que estas lecciones no nos han servido para madurar e intentar mejorar el mundo en el que vivimos y si para ahondar en las diferencias sociales.

Les dejo finalmente un artículo publicado hace unos años por Miguel Nieto en el diario Sur de Málaga titulado Migrantes.Caras rasuradas a verduguillo bajo boinas, mujeres enlutadas con pañoleta y mandil, niños de ojos como brótolas, churreteados, mordisqueando un mendrugo de pan con aceite, unos hatos y, si acaso, la maleta de cartón trabada con una guita. Estampa recurrente en cualquier andén de estaciones de antaño donde se respiraba carbonilla aunque los trenes fueran eléctricos. No hace tanto pero lo olvidamos.

Éramos nosotros, emigrantes escopetados de pueblos yermos, de la miseria, desesperados en busca no ya de un futuro mejor sino simplemente de una miaja de futuro. Rumo incierto a países europeos fríos, foscos, extraños sí, pero ricos. Iban a deslomarse donde fuera y en lo que fuera con tal de salir adelante. Emigrantes, una angustia no tan lejana. Ahora nos llegan aquí otras oleadas de pobreza que toleramos con desdén.

Éstos no son lo mismo, claro. Son inmigrantes, gento con otras costumbres, otras pieles, otras creencias pero con similar anhelo: sobrevivir. Ya quisieran haber tenido la suerte de cruzar la raya en un tren y con los avíos de la taleguilla. No sólo nos llegan –y se mueren- desde el largo Estrecho sino que parten de las costas libias, mauritanas, guineanas… Cementerio marino en ampliación. Otros desde Hispanoamérica o por la franca frontera francesa. Son, dicen, multitud. Nada menos ya que el diez por ciento de este país. Trabajan duro donde pueden y les dejamos, y aún así les miramos a menudo torvo, con recelo. Debería darnos vergüenza pero disimulamos bien. Es el futuro: el mundo será mestizo o no será. Somos avanzadilla ¿A poder se honrosa?

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