ANÁLISIS MANIFIESTO DEMOCRACIA REAL YA

TEXTO PUBLICADO EN REPUBLICA.COM
http://www.republica.com/2011/05/16/republica-com-propone-10-puntos-para-la-reforma-democratica/


España está en crisis y los españoles no podemos permanecer impasibles ante tan grave situación y a la espera de soluciones mágicas o de cambios y acontecimientos imprevisibles. Los ciudadanos, cada vez más alejados de sus gobernantes y sus representantes, deben reaccionar con iniciativas que exijan la reforma del sistema político para mejorar de la vida democrática, la recuperación de la economía, de la cohesión nacional y del prestigio de España en la escena internacional.

La grave crisis institucional y económica de España nos ha llevado a cinco millones de parados –un drama social y familiar con alta repercusión en los jóvenes- y al deterioro de la vida política donde la escasa competencia y calidad de muchos gobernantes (y los escándalos de corrupción) provocan un distanciamiento creciente entre los ciudadanos y los partidos y su clase política dirigente.

En esta situación, que impide vislumbrar un horizonte de recuperación y de esperanza, han influido la crisis financiera y el obsoleto modelo productivo español –centrado en los sectores inmobiliario y de servicios- pero sobre todo el mal gobierno de la nación, la debilidad de la oposición y la falta de acuerdos entre las primeros partidos del país que no estuvieron a la altura de los problemas planteados. Carencias flagrantes bajo las que subyace la necesidad de la reforma del modelo político español para culminar el paso de la “Transición” a la “Democracia” plena, una vez que el vigente sistema político español de corte partidocrático, que sirvió para facilitar el paso de la dictadura a un régimen de libertades democráticas, carece de elementales reglas del juego democrático como son:

1. La separación de los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) que en España no existe como tal, lo que impide el control democrático de los gobernantes, permite su incompetencia y facilita su impunidad frente a la corrupción y el abuso de poder.

2. El sistema electoral español que incluye graves fallos que impiden: por una parte, la justa representación de todos los españoles en el Parlamento, en beneficio de los dos grandes partidos y de minorías regionales y nacionalistas ; y por otra, la capacidad de los ciudadanos de elegir directamente a sus representantes –y no a través de listas cerradas de los partidos- una vez que nuestro país es el único de nuestro entorno europeo donde los ciudadanos no eligen directamente a nadie: ni al Jefe Estado; ni al Presidente del Gobierno; ni a los parlamentarios; ni a los alcaldes.

Para superar estos importantes problemas y carencias, a las que se añaden otras sobre la calidad de gobernantes y de las instituciones, consideramos una decidida reforma democrática en España que incluya apartados como los que se presentan en este manifiesto de diez puntos que ofrecemos a debate y consideración de nuestros lectores y de los colectivos interesados en la Reforma:

1.- El presidente del Gobierno de España debe de ser elegido por el sufragio universal de todos los españoles por solo dos mandatos, y no a través del Parlamento que controlan los aparatos de los partidos.

2.- Urge la reforma de “ley electoral” para favorecer las listas abiertas, con circunscripciones y ajustes proporcionales para “los restos” de los votos nacionales.

3.- Los órganos gestores del Poder Judicial deberán ser elegidos por los cuerpos jurídicos del Estado y no por el Gobierno y Parlamento. El Tribunal Constitucional debe desaparecer para integrarse en una Sala especial del Tribunal Supremo.

4.- El Parlamento debe garantizar el derecho de palabra a todos los parlamentarios, y el Senado debe tener competencias legislativas.

5.- Los Alcaldes deben ser elegidos por sufragio directo de todos sus ciudadanos, y las Diputaciones deberían desaparecer.

6.-Los partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones que son financiadas por el Estado deben ser auditadas y sus créditos, impuestos y financiación publicitados.

7.- Los ministros, secretarios de Estado, embajadores de alto nivel, presidentes autonómicos y responsables de los órganos reguladores del Estado deben pasar, en el Parlamento, un examen o consulta previa que certifique su idoneidad para el cargo al que aspiran.

8.- La Universidad debe recuperar los exámenes y oposiciones para garantizar la excelencia de sus catedráticos, “sufrir” una profunda reforma tecnológica para su expansión global y ofrecer contactos y canales de acceso al primer trabajo de los jóvenes licenciados, para los que se ha de facilitar un modelo de contrato de “primer trabajo”.

9.- Se ha de crear una Alta Escuela de la Administración del Estado.

10. La lengua castellana debe ser obligatoria e ineludible en la vida pública y especialmente Enseñanza, Administración, y la Justicia. El Estado debe promocionar en el mundo global, a través de Internet, la cultura y el idioma español.

Entre las consecuencias más notorias de la reforma que aquí se propone estarían:

1.-La separación definitiva de los poderes del Estado, una vez que al ser elegido el Presidente del Gobierno (Ejecutivo) por sufragio universal directo, y en comicios diferentes el Parlamento ( Legislativo), la legitimidad de origen y las funciones de ambos poderes del Estado serán bien distintas y francamente delimitadas. Y a su vez al margen del tercer poder (el Judicial), cuyos órganos gestores serán elegidos solamente por los cuerpos jurídicos del Estado.

2.-La elección del Presidente del Gobierno por sufragio universal con mandato limitado a dos elecciones cohesiona la nación –lo pueden votar todos los españoles- y garantiza la presencia en los comicios presidenciales de candidatos de indiscutible prestigio y experiencia, eliminando el riesgo de la mediocridad que permite el “coladero” del aparato de los partidos en el sistema actual.

3.-El Poder Judicial queda al margen de las intrigas y las influencias políticas y mejorará su independencia y la calidad de sus órganos reguladores, lo que garantizará la calidad y excelencia de los altos magistrados del Estado, eliminando la insufrible competencia entre el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.

4.-Los ciudadanos elegirán directamente a sus representantes en el Parlamento y estos responderán personal y directamente ante sus electores. Y el Parlamento podrá ejercer su función de control del Ejecutivo, y no como ocurre ahora donde el Ejecutivo quien somete y controla al Legislativo y al Judicial.

5.-La elección directa de gobernantes y parlamentarios sumada al que ha de ser preceptivo examen de los que aspiran ser ministros y altos cargos de la Administración, mejorará la calidad y la eficacia de los gobernantes y representantes. Lo que sin duda favorecerá la creación de la Alta Escuela de la Administración del Estado y la recuperación del prestigio de la Universidad.

2 comentarios:

Tomás Morales dijo...

A mí no me gusta adjetivar.

La democracia, si no es real, no es democracia, como el amor, si no es real, no es amor.

Exijamos democracia, a secas, sin adjetivos

Anónimo dijo...

Lo que están pidiendo no es un modelo de democracia real. Se plantean reformas del sistema actual pero de ninguna manera tocan la estructura anti-democrática en la que se fundamenta el actual sistema, que constituye una evidente separación de la sociedad, entre los que gobiernan y los gobernados, entre la minoría que decide sobre las cuestiones básicas que afectan a la mayoría y esta mayoría cuya participación en política sigue estando cercada en un territorio de elección y congelada en un instante de voto. El gobierno del pueblo demo-cracia, es la participación activa de la sociedad en las cuestiones que atañen a su vida. Lo que se está pidiendo, o exigiendo, es que se afloje un poco la soga de la cual la mayoría sigue estando presa.