NADA SERÁ DIFERENTE. ANTONIO DE MIGUEL ANTÓN.

¿ESTAREMOS PERDIENDO LA OPORTUNIDAD DE RETOCAR EL SISTEMA?

Estos últimos días “de reflexión y voto” los he pasado entre la puerta del sol de Madrid y la plaza mayor de Guadalajara. Si algo une a todos los que estábamos allí, es que la clase política tiene que cambiar. En estas plazas hay una “conciencia colectiva” clara: unir a todos para cambiar aquello que no funciona del sistema. ¿Estaremos perdiendo una gran oportunidad de retocar el sistema?

Presiento que después de lo sucedido, todo seguirá igual, la mayoría de la sociedad no ha querido salir a decir que este sistema no funciona, no salió a decir ¡BASTA YA!, no ha habido una respuesta masiva que tire por tierra los argumentos de nuestros “entes” políticos.

La participación en las urnas buscando el mal menor o el voto de castigo y el poco apoyo de esa otra sociedad española, que se queja pero no apoya ni actúa, tira por tierra la finalidad de este movimiento que nació el 15 M. Hoy el voto legitima a nuestros políticos y hace fracasar a los que hemos estado por allí. Votar y no acudir a estas plazas desprestigia cualquier intento de presionar a la clase política. La indignación contra una mala representación no puede pasar por las urnas, no se puede quedar en el salón de casa, tiene que ver la luz y salir de paseo por las numerosísimas plazas que aún intentan airearla.

Después de este día de elecciones, todo seguirá igual o peor; ahora saben que no hay un clamor popular general, que no hay una conciencia colectiva fuerte, que no hay una respuesta masiva aplastante. Es una pena derrochar oportunidades como esta, no habrá muchas y ellos, la clase política, sabrán manipular y minimizar lo sucedido en su propio beneficio.

ANTONIO DE MIGUEL ANTÓN.

3 comentarios:

laverdadcongelada dijo...

Está claro que hay muchos más indignados que los de sol, está claro que estos, no se sienten representados por ellos, a pesar de que comparten muchas de sus ideas y mensajes. Está claro que el método de protesta-acampada no ha dado resultado, no ha gustado o se ha deteriorado de una forma radical por el camino. Lo que no tengo tan claro es que método, qué criterio, qué formas, qué maneras y cómo hay que hacerlo, para que esos otros indignados se suban al carro. Presiento que esa pócima está por inventar y ese alquimista por nacer.

He de reconocer que desde el nacimiento de este movimiento he intentado ayudarles, he intentado explicarles que ellos no están para ofrecer soluciones de una forma precipitada, que no están para dar ejemplo de sistema de organización democrática, asamblearia y popular, que no están para demostrar método y criterio organizativo y mucho menos para hacer ver que el suyo si es sistemático y con rigor. Les hablé de la necesidad de no radicalizarse y de centrarse en el único objetivo que deberían tener, decir: ¡!!BASTA YA¡¡¡¡. Les hablé también de la necesidad de que esta respuesta fuera masiva y de buscar formulas para serlo, pues sino, con el tiempo tirarían por tierra los argumentos iniciales, que desde mi punto de vista fueron interesantes: expresar su deseo de cambio y denunciar las deficiencias de este sistema y de esta democracia tan poco participativa.

Siento mucho que hayamos perdido una oportunidad. La mayoría de la sociedad no ha querido salir a decir que este sistema no funciona, no salió a decir ¡BASTA YA!, no ha habido una respuesta masiva que tire por tierra los argumentos de nuestros “entes” políticos, es más les hemos legitimado para seguir igual o parecido.
¿Ha sido el método, las formas?¿Ha sido el quién?¿El cómo?¿El cuándo?¿El dónde?

Anónimo dijo...

Hay una cosa en la que difiero,yo creo que esto si ha servido para algo. Pienso que el cambio puede llegar, pero no a través de las acampadas y si mediante protestas continuas que puedan enganchar a toda la sociedad. Un saludo.
Jesús Martín Ostios

Antonio de Miguel Antón dijo...

Está claro que hay muchos más indignados que los de sol, está claro que estos, no se sienten representados por ellos, a pesar de que comparten muchas de sus ideas y mensajes. Está claro que el método de protesta-acampada no ha dado resultado, no ha gustado o se ha deteriorado de una forma radical por el camino. Lo que no tengo tan claro es que método, qué criterio, qué formas, qué maneras y cómo hay que hacerlo, para que esos otros indignados se suban al carro. Presiento que esa pócima está por inventar y ese alquimista por nacer.

He de reconocer que desde el nacimiento de este movimiento he intentado ayudarles, he intentado explicarles que ellos no están para ofrecer soluciones de una forma precipitada, que no están para dar ejemplo de sistema de organización democrática, asamblearia y popular, que no están para demostrar método y criterio organizativo y mucho menos para hacer ver que el suyo si es sistemático y con rigor. Les hablé de la necesidad de no radicalizarse y de centrarse en el único objetivo que deberían tener, decir: ¡!!BASTA YA¡¡¡¡. Les hablé también de la necesidad de que esta respuesta fuera masiva y de buscar formulas para serlo, pues sino, con el tiempo tirarían por tierra los argumentos iniciales, que desde mi punto de vista fueron interesantes: expresar su deseo de cambio y denunciar las deficiencias de este sistema y de esta democracia tan poco participativa.

Siento mucho que hayamos perdido una oportunidad. La mayoría de la sociedad no ha querido salir a decir que este sistema no funciona, no salió a decir ¡BASTA YA!, no ha habido una respuesta masiva que tire por tierra los argumentos de nuestros “entes” políticos, es más les hemos legitimado para seguir igual o parecido.
¿Ha sido el método, las formas?¿Ha sido el quién?¿El cómo?¿El cuándo?¿El dónde?