Fotografía de Manuel Sánchez |
Fuerza, valor para seguir luchando y seguir creyendo que podemos cambiar las cosas. Aunque sigamos votando a corruptos, aunque sigamos legitimando las desigualdades y riéndonos del mal ajeno. Ante este panorama a la mujer que dedica unas horas de su vida a ayudar a los demás, al que pasa una tarde echando un rato a baloncesto con niños del barrio a cambio de nada, al profesor que sigue creyendo en que sus alumnos van a cambiar el mundo, al alumno que cree que va a cambiar el mundo…
Ellos son la esperanza. Y en este 2012 que traerá recortes se hacen necesarios más luchadores. Por eso se antoja imprescindible seguir creyendo en el cambio, seguir creyendo en que el número de luchadores crecerá… si no, moriremos lentamente como decía Neruda...
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no arriesga vestir un color nuevo
y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de
emociones,
justamente éstas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz con
su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos......
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