LA ÚLTIMA LECCIÓN. ÁLVARO GARCÍA


LA ÚLTIMA LECCIÓN
«No podemos cambiar las cartas que se nos reparte, pero sí cómo jugamos nuestra mano». Esta es una de las frases que nos regala Randy Pausch en el libro cuyo título coincide con el de este artículo.

A primera vista, este nombre no nos dice nada al público en general y menos a los de nuestro país. Randy Pausch es profesor de una Universidad en EE.UU., ha trabajado para Disney y ha preparado a algunos de los mejores profesionales de la informática de su país y del mundo. Casado con tres hijos. Una vida por una parte normal y por otra completa, tiene todo lo que un hombre puede desear.

El problema viene cuando le diagnostican un cáncer con el que lucha durante años, momentos mejores y momentos peores, duros tratamientos de quimioterapia que concluyen en la triste noticia de que le quedan meses de vida, y no hay solución posible. Ante esa situación muchos no sabríamos cómo reaccionar, posiblemente lo hayamos pensado muchas veces y cada vez le daríamos una respuesta diferente.

Pero en esta historia real la solución fue sensata y serena, aunque evidentemente triste. Randy decide dejar el mundo lo mejor posible para sus hijos y su mujer, arregla papeles, hacen mudanza e intenta aprovechar el tiempo que le queda. En este momento se ponen en contacto con él para que dé una charla en Carnegie Mellon. Esta clase magistral tendrá que ser su última lección, qué diría si supiera que es la última vez que podrá expresarse ante un público atento y respetuoso. En esto participaron muchos otros profesores pero para ninguno de ellos iba a ser realmente su última lección.

Randy Pausch decide que su última clase no estará destinada a ese público, sino a sus hijos, con los cuales no podrá compartir tantos momentos propios de padres e hijos. Resulta impresionante cómo muestra una vida de trabajo y de felicidad por lo que hace, disfruta con su trabajo a pesar de una enfermedad que le traerá la muerte en poco tiempo. Me impresiona y me hace pensar, si tuviera que dar una charla poco antes de morir, qué diría, qué aportaría al mundo, a quién se lo dedicaría. Aunque tampoco sabemos cómo reaccionaríamos, cómo sería nuestra vida...

Es un libro que me hace pensar y creo que se debe leer más de una vez para poder pensarlo en diferentes momentos de la vida. Deja para el recuerdo grandes frases y además abre un círculo de optimismo.... En la páginahttp://www.cadenadeoptimismo.org-/ podrás encontrar mucha más información.

Quizá esto hace que me guste más, una cadena de optimismo, pensar en positivo, aprender a tomarnos las cosas de otra forma, Randy es un ejemplo para muchas cosas, para conocerlo, el libro.
ÁLVARO JOSÉ GARCÍA GÉMAR

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