MAYRA RODRÍGUEZ


HÉROES DE AYER Y HOY

Los antiguos griegos tenían muy clara la diferencia entre ser inmortal o ser susceptible de perder el aliento vital. Sin embargo, las fronteras entre unos y otros se traspasaban.

En más de una ocasión, había encuentros entre ambos mundos. Casi siempre, estos encuentros eran amorosos. El amor no entiende de fronteras y daba sus frutos. El resultado de estos devaneos solía ver la luz a los nueve meses bajo la forma de héroe. Estos seres, a medio camino entre un mundo y otro, tenían cualidades que sobrepasaban las de los hombres pero no bastaban para ser dios.
Era difícil la vida para estos mestizos inadaptados a la vida mundana y, a la vez, privados del Olimpo divino.
Para llenar ese vacío y dar sentido a su existencia, se entretenían en llevar a cabo grandes hazañas que, aedos y poetas, se encargaban de publicitar por toda la Hélade. Alcanzaron así una fama que les permitía evadirse de la miseria que acarreaban sus tristes vidas.
En el fondo, anhelaban la inmortalidad, esencia de uno de sus progenitores pero inimaginable para el otro. Protagonizar los cantos de los aedos que ensalzaban sus aventuras, les aseguraba, al menos, la inmortalidad de la memoria. Las futuras generaciones sabrían de ellos.
Aquiles tuvo serias dudas antes de partir hacia Troya. Sabía del funesto destino que le esperaba, pero lo prefirió a una vida tranquila de la que nunca se escribiría nada.
Hércules era consciente de la posibilidad de perder la vida en cualquiera de sus aventuras; no por ello de buscarlas.
La inmortalidad negada a los «no puros» se conseguía a base de impresionar, tanto, que quedara grabado en el recuerdo. De esta manera, uno no moría con su cuerpo, pues permanecería para siempre en la memoria colectiva.
Eso fue lo que llevó a Teseo a enfrentarse al Minotauro, a Jasón a buscar el vellocino de oro, a Agamenón a sacrificar a su hija… Lo lograron: todos sabemos del valor de sus actos. Siglos después, son recordados. ¿Qué hubiera pasado si no arriesgaran tanto? Nadie hablaría de ellos.

No hemos cambiado tanto. Hoy, no necesitamos aedos, juglares ni poetas que canten gloriosas epopeyas. Hoy tenemos la televisión, la radio, la prensa… para cumplir esa misión. Hoy, los héroes se nos presentan en forma de canciones, danzas y pasarelas de moda. Incluso, llevados al extremos, se encumbra a gentes de dudosos principios morales, que copan las portadas de las revistas por publicitar lo más oscuro de sus vidas íntimas. ¿Dónde están hoy los héroes? En mi opinión, están donde han estado siempre.
No se habla en la Ilíada ni en la Odisea de aquellas gentes que se levantaban con el sol para arañar campos en busca de algo con lo que alimentar a sus familias, ni de los caídos en combate bajo las órdenes de «heroicos» generales.
Hoy tampoco se habla de ellos. De los que reciben los golpes y no se dejan vencer. De los que no se enfrentan a cíclopes, gigantes ni hecatómbiros, pero derrotan cada día a sus propios monstruos. De los que no necesitan ser recordados, pues su objetivo es sobrevivir cada día dando todo por sus seres queridos. De los que nunca se jugarían la vida en hazañas absurdas por no ver sufrir a los suyos.
Los que se apiñan en un vagón del metro para llegar a un trabajo duro y anodino,
Los que sufren el desprecio de quienes los ven como amenaza por ser distintos,
Los que pasan la noche en vela junto a la cama de un hospital,
Los que despiden a sus hijos mientras estos suben a un barco de guerra,
Los que tratan de identificar a sus padres entre los restos de una fosa común.
De los hoplitas,
Los asalariados,
Los escuderos,
Los lisiados,
Los jornaleros,
Los parados… Los desamparados…
Nadie habla de los verdaderos Héroes.

MAYRA RODRÍGUEZ ALONSO

5 comentarios:

antonio ramos dijo...

Impresionante Mayra, has conseguido emocionarme un poco y todo, jeje. No en serio muy buen articulo que nos hace reflexionar y atisbar un fondo de esperenza tan necesario en estos tiempos de crisis. Un abrazo

Unknown dijo...

A mí también me ha gustado mucho, nena, y eso que he llegado a esta página y a tu escrito de puritita casualidad. Un besín

Anónimo dijo...

Me uno a las felicitaciones.. y sí, llevas toda la razón del mundo.. Me ha parecido genial. No dejes de escribir porque tienes ese "no se que" que engancha porque transmites algo, no son simples palabras unas tras otras formando frases.. Cuídate

Anónimo dijo...

Mayra, enhorabuena, tienes toda la razón. Me ha encantado tu artículo, sobre todo el final es super emotivo. Qué arte tienes! Ahora no abandones la pluma, o debería decir, el teclado? Un besazo.

Irene dijo...

Amiga, vaya tela la tecnología q m ha borrado todo lo q había escrito!!!bueno, q por desgracia , decía, nunca fue un héroe quien no tuvo una buena campaña mediática. M vienen a la cabeza conflictos como los de DAfur o el Congo que haber implicados gente de poder económico relevante no son muu conocidos. Hagamosle ver al mundo, anuestros alumnos, a nuestros conocidos ...que existen millones dehéroes muy cercanos a nosotros y q olvidamos valorar cómo se merecen.
Buena expresión escrita, compi, creo q aprobarás la competencia lingüística, jeej. Besos