LA CLASE SIN CLASE. FRANCISCO JOSÉ MURIANA GÓMEZ.

LA CLASE SIN CLASE
Mucha tinta se ha vertido sobre la crisis económica actual, tanto o más que sobre la Depresión del 29. No voy a hablar sobre las causas de estas crisis, sino más bien sobre sus consecuencias, y concretamente sobre la diferente reacción que ha provocado cada una de estas en la sociedad, y más concretamente en eso llamado tradicionalmente clase obrera o con una terminología más marxista, proletariado.

Cuando tuvo lugar la crisis del 29...bueno, todos recordamos aquellos ejecutivos y especuladores en bolsa (que fueron los que provocaron el desastre) arrojándose por las ventanas de los rascacielos. Igualito que ahora...

Mira, en cambio la reacción de los gobiernos si que me suena a conocida. El presidente del país donde se orígino la crisis del 29, Hoover inició una política deflaccionista - la receta liberal clásica- de control del gasto público (para que luego digan que la historia no se repite) que lo único que hizo fue empeorar la situación. Y mientras el barco se hundía este liberal a ultranza proclamaba que "la prosperidad está a la vuelta de la esquina", cuando la cifra de parados en los Estados Unidos alcanzaba ya los seis millones. Al contener el gasto, provocaba más paro, y al provocar más paro, la gente tenía menos dinero que gastar, y entonces al no comprar las empresas se hundían...en un círculo infernal.

Claro, perdió las elecciones de la mano de Roosevelt, que lanzó en su campaña electoral la novedosa idea -por aquel entonces, y muy criticada por "antieconómica" por los...si, esos- de que la gente tenía que tener trabajo y dinero para gastar y así salir de la depresión. Igualito que ahora...y me refiero a la reacción de los votantes.

Porque lo que si que no tiene nada que ver es la reacción de la gente...el humorista Gila dijo una vez que el había sido republicano toda la vida porque fué este régimen los que le dieron un día de descanso semanal, obligando a los comercios -era dependiente- a cerrar para que sus trabajadores pudieran descansar. Igualito que ahora...donde una clase trabajadora desclasada que no es consciente de sus intereses aplaude freneticamente la suicida idea -suicida para ellos- de que todo tiene que estar abierto las 24 horas del día, todos los días del año-.

Igualmente o más suicida es el aplauso colectivo por esta ¿clase? del ataque a todo lo público...y no me refiero a lo que va a pasar cuando la sanidad pública reviente -más bien la hagan reventar...- Me refiero a que la función pública es (y sobre todo en España, donde todo va por enchufe y no hay I+D) la casi única posibilidad que tiene una persona nacida dentro de la clase trabajadora para ascender en la escala social.

Al eliminar a los funcionarios están eliminando la posibilidad que podrían tener sus hijos de dejar de ser mecánicos, camareros, albañiles...¿o es que de verdad alguién es tan tonto de creerse que en el sistema capitalista normalmente triunfa (y me refiero a triunfar, no a tener un bar trabajando 80 horas semanales y comprarse luego un casoplón de dudoso gusto explotando inmigrantes sin contrato) el que más vale y no el que ha estudiado en determinados colegios donde se hacen amistades entre poderosas familias?

Para terminar: los trabajadores de los años 30 tenían muy claro quien había causado su ruina: el sistema capitalista liberal. En muy pocos años este parecía que iba a desaparecer, mientras sus víctimas se pasaban al comunismo, al fascismo o al anarquismo (700.000 afiliados tenía la CNT); y el capitalismo solo pudo salvarse lavándose la cara, adoptando las medidas del economista Keynes (que fue muy criticado por...si, eso es) que fueron la base del Estado del Bienestar.

Pero...de los tres sistemas en liza en el siglo XX, el fascismo fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial, el comunismo en 1990 con la derrota de la URSS en la Guerra Fría, y el único sistema vigente ya no tiene porque seguir disimulando...

Y no lo hará mientras sus víctimas sigan creyendo en su discurso.

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3 comentarios:

juanmanuel dijo...

Pues fijate, que el problema que tenemos, creo no es de ideológica, sino de matemáticas. Como quiera que en las escuelas nos enseñan en cultura general matemáticas inutileabstractas, pues resulta que las elementales, las que nos vas a ser de utilidad para que no nos engañen, pues no las enseñan, ¿por que será? y así nos toman el pelo con números tan elementales como los de la deuda y por que atrapa a sus deudores, o con que vamos a salir de la crisis con el recorte en el gasto publico, etc. Antes de ir a votar, seria bueno que aprendiésemos un poquito de matemáticas, de las elementales, digo yo.
http://comunidad.terra.es/blogs/economiamundial/default.aspx

Anónimo dijo...

Una de las medidas que se llevó a cabo fue la creación de mano de obra mediante grandes obras públicas. Ello aparecía en el New Deal de Roosevelt. El propio Hitler también lo hizo. Zapatero lo hizo también, pero no salió.

juanmanuel dijo...

Pues yo creo que a zapatero y a sus amos hasta ahora les ha salido todo bien, perfectamente como tenían planeado: Aprovechando una crisis de excedentes a puesto el país en la banca rota, a puto de ser expropiados nuestros bienes públicos y gran parte de privados. Y ha defenestrado desde dentro la izquierda, la representación más amplia y solida que tenia el proletariado frente a la oligarquía