VIOLENCIA JUVENIL EN EL REINO UNIDO.
PUBLICADO EN MÁLAGA HOY
Los graves disturbios que la pasada semana provocaron una crisis política y de orden público sin precedentes en el Reino Unido, y que recuerdan a las revueltas que en 2005 se produjeron en los barrios periféricos de París, han dejado un saldo de más de mil detenidos a los que el sistema judicial británico está intentando procesar, juzgar y, en su caso, condenar para que estos hechos no queden sin castigo.
El primer ministro, David Cameron, aseguró desde que se puso -algo tarde- al frente del gabinete de emergencia que ya controla la situación y que la principal causa de los disturbios no eran los recortes sociales que está aplicando su Ejecutivo, sino el descrédito entre determinados sectores de los valores sociales que tradicionalmente inculcaban las familias. Su análisis parecía demasiado simple, ya que obviaba los problemas endémicos de muchos distritos ingleses, donde se mezclan de forma peligrosa el agravio racial, la pobreza, la falta de perspectivas y las carencias.
Los datos de Scotland Yard señalan que más de la mitad de los detenidos son menores de 18 años, lo que significa que sólo pueden ser procesados con responsabilidad criminal en caso de que hayan cometido delitos por robo, incendios provocados o violencia. Los tres supuestos entran dentro de los hechos que presuntamente se juzgan. Implica pues que, con las variantes que establece la legislación -vigilancia de los servicios sociales en lugar de prisión-, el sistema británico podrá hacer justicia.
¿Basta sólo con eso? Con independencia de los casos de violencia coyuntural en los que muchos jóvenes se han visto implicados, conviene recordar que rara vez este tipo de episodios se convierte en una rebelión masiva si no existen factores profundos que inducen a los causantes de los disturbios a dar el salto desde la mera rebeldía y la delincuencia tribal. Es cierto que el vandalismo puede estar motivado por la falta de referentes familiares, aunque la pregunta que también debería hacerse Cameron es otra. ¿Por qué las familias están fallando al educar a sus hijos? ¿Porque no saben o porque no pueden?
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