CARTA DE UN INDIGNADO. JESÚS MARTÍN OSTIOS

A MI NO ENGAÑAN.

A LA ATENCIÓN DE LOS SEÑORES/AS DIPUTADOS DEL CONGRESO. JESÚS MARTÍN OSTIOS.

Mi nombre es Jesús Martín, tengo 30 años y tengo la fortuna de tener trabajo. Soy profesor de Historia en Educación Secundaria y Bachillerato en la ciudad de Málaga. Me dirijo a ustedes en nombre de amigos, alumnos, familiares... y demás gente que conozco que se encuentran en una situación laboral muy compleja. Quiero mostrarles mi malestar ante la situación que está viviendo nuestro país y ante el ejemplo que dan cada vez que los veo discutiendo en el Congreso.

No creo que esa sea la mejor manera de intentar salir de una situación de crisis económica que se veía venir ya desde hace mucho y en la que ninguno de ustedes, salvo excepciones, y sean del partido que sean han sabido parar. Todos han sabido aprovecharse del boom inmobiliario, sin invertir en otro tipo de industrias intentando prevenir el futuro que se avecinaba y ahora no se pude cambiar la situación de la noche a la mañana.

Me indigna verlos discutir y no afrontar los problemas reales, me indigna ver a mis alumnos de segundo bachillerato sin perspectivas de futuro, me indigna ver como muchos de ellos se tienen que marchar fuera de España a buscar trabajo, me indigna cuando vienen a pedirme consejo y no sé que responderle…

Me indigna pasar por la calle y ver gente rebuscando comida en los vertederos, cada vez son más, me indigna la falta de independencia de la justicia, me indigna la soberbia de determinados políticos, me indigna la falta de empatía que muestran muchos de ustedes..., pero lo que más me indigna es no apreciar la más mínima autocrítica por parte de ninguno de ustedes. La culpa la tiene siempre el otro.

A mí no me engañan. He estudiado cinco años la carrera de Historia, he estudiado cuatro años las oposiciones para profesor de Geografía-Historia, y por lo tanto considero tener algo de conocimiento de la Historia. Ante este panorama, he dejado de creer en ustedes, he dejado de creer en la política que se hace en este país. Afortunadamente siempre me quedarán los libros de Historia para recordar en qué han convertido este país.

1 comentario:

Juana Godoy Aguilera dijo...

Y a mi me queda leer UTOPÍA para estar al día con los escritos de esta revista:
artìculos de opinión de personas que piensan (luego estorban) de manera crítica, divergente, lúcida... Y me queda la UTOPÍA también para poder expresarme sin censuras, ni autocensuras. Un amigo muy querido me dijo una frase de un librepensador, yo la adapto al tiempo presente: No me asustan los gritos de los hombres corruptos, temo el silencio de las personas íntegras. Me siento en sintonía contigo, Jesús y con el utópico proyecto.