SOBRE LOS INDIGNADOS
Hoy, los indignados han comenzado a provocar rechazo en aquellos que días atrás apoyaban la esencia de dicho movimiento: expresar su deseo de cambio y denunciar las deficiencias de este sistema y de esta democracia tan poco participativa. En este país, un día lo somos todo y al siguiente no somos nada.
Sería equivocado, cabezonería y contraproducente mantener las tiendas de campaña en Sol. Esa energía con la que nació y esa esencia no ha de perderse y no ha de provocar el efecto contrario con la que nació. Si no levantáis campamento, si os radicalizáis en vuestra acampada, la sociedad empezará a miraros muy mal y habréis perdido credibilidad, apoyo y la oportunidad de cambiar algo en esta sociedad y en este sistema tan deficiente.
El ofrecer soluciones de una forma precipitada, la necesidad imperiosa de dar ejemplo de sistema de organización democrático, asambleario y popular y el afán de demostrar método y criterio organizativo, sistemático y con rigor, unido a cierto radicalismo y decadencia, ha hecho que tiren por tierra vuestro argumento inicial.
Deberíais haberos centrado en un único objetivo, decir: ¡!!BASTA YA¡¡¡ Quizás así, la respuesta de la otra sociedad, de los otros indignados, hubiera sido otra. O no.
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