LA VERDAD SOBRE KÁRATE KID. BOB ROUF

EL SHOCK DEL ESFUERZO
¿Alguna vez has empezado algo y después lo has dejado cuando has descubierto que era más difícil de lo que pensabas? Mi vida está llena de proyectos inacabados. Dietas abandonadas después de unas semanas, hobbys olvidados con los materiales estrenados sólo una vez y libros de “Aprende como…” decorando las estanterías. Sin duda mi vida hubiera sido mejor si hubiera terminado todas esas cosas. ¿Entonces por qué no las hice? Por culpa de Karate Kid. Si no hubiera sido por esa película estoy casi seguro de que estaría más delgado y tendría más habilidades y más éxito. Así que Karate Kid arruinó mi vida.

Vale, seamos justos no fue sólo esa película sino todos las películas parecidas, especialmente las películas de Rocky y cualquiera en la que salga Jean Claude Van Damme. Básicamente cualquier película que incluya una escena de entrenamiento. ¿Sabes de lo que estoy hablando? Al protagonista no se le da bien algo, entonces hay una secuencia (con música emocionante) que refleja todos los esfuerzos que pone el protagonista para mejorar. Y al final de la misma ya es un experto. Simple, rápido y fácil.

Cuando me despidan de mi trabajo por robar bolígrafos, quiero escribir un libro de auto ayuda. Titulado “Que le den al Karate Kid: Por qué la vida es mucho más dura de lo que piensas” por Dr Bob Rouf” (además tengo que sacarme el doctorado algún día). Parece tan obvio ahora que lo admito. Es más, llega a ser insultante.

¿Alguna vez has ido a comprar algo por primera vez, digamos una lavadora o una sofá pensando que sabes el precio y te has sorprendido de cuánto costaba en realidad? En inglés se conoce como “sticker shock”. Podemos traducir como “shock de la etiqueta”. Es una sensación de incredulidad y sorpresa a causa de alto precio en la etiqueta (acompañada de la certeza de que no poder adquirir el bien deseado). La mayoría delos adultos que conozco sufren continuamente algo parecido. Sólo que en vez de ser el precio lo que les sorprende es el esfuerzo que implica. Lo llamaremos el “shock del esfuerzo”.

Creo que todos tenemos un ligera idea sobre el precio de ciertos logros como, dejar de fumar o tener éxito o mantenerse en forma o incluso hacer feliz a tu esposa. Y esa ligera idea es casi siempre catastróficamente errónea. Y eso es la causa principal del “shock del esfuerzo”.

Cumplir cosas que valgan la pena no es solamente un poquito más difícil de lo que se creé, es 10 ó 20 veces más difícil. Aquellos de vosotros que hayáis intentado adelgazar sabréis a lo que me estoy refiriendo. Te torturas durante 6 meses para descubrir que has perdido apenas 2 kilos, que se pueden recuperar con una cena en un buffet chino.

Así la gente deja sus dietas/rompe con su pareja. No porque las cosas sean más difícil de lo que esperaban, sino porque parecen tan difícil que hasta parece injusto. No puedes evitar el pensamiento amargo de que “todo ese esfuerzo debería resultar en que yo pareciera un modelo de ropa interior/saliendo con modelos de ropa interior” (aplica tu proprio fantasía). Todo esto se debe a que tenemos expectativas irreales. La gente me juzga por ser pesimista, pero mi pesimismo se debe a que el mundo no ha cumplido con mis expectativas. Y eso ocurre porque mis expectativas eran erróneas. ¿De dónde saqué esas expectativas erróneas? De ver Karate Kid.

En el mundo real el ganador del campeonato de Karate Kid sería aquel que ha estado practicando desde primaria. Aquel que no tuvo amigos porque sus padres le obligaron a dejar sus juegos y fiestas para entrenarse cada día más y más y más. ¿Sabes cuánto se tarda en llegar a ser un verdadero experto en algo? Según el científico Malcom Gladwell en su libro “Outliers”, aproximadamente 10,000 horas. Eso significa practicar 2 horas diarias, cada dia durante casi 14 años.

El mundo exige más, muchísimo más. ¿Cómo hemos podido llegar a ser adultos sin habernos dado cuenta? ¿Qué ha podido influir en nuestras expectativas? Yo culpo a Karate Kid y a las películas parecidas que vemos mientras crecemos. Cinco minutos fáciles en los que pasas de ser un novato a ser un experto en Karate, de obeso a delgado, de empollona a la reina del baile.

No pretendo ser una especie de gurú. Paso la mayor parte de mi tiempo jugando a los videojuegos, (al menos en el mundo virtual se sabe qué esperar). Pero hazme caso: antes de intentar mejorar tu vida o lo que sea, dedícale un minuto a olvidar Karate Kid. Todo lo que necesitas saber para no ser una víctima del “shock del esfuerzo”, es que cualquier reto, no sólo es más difícil de lo que suponemos: es más difícil de lo que podamos suponer. Ojalá alguien me hubiera dado a mí ese consejo, pero todo lo que tenía era esa mierda de Karate Kid, no dejes que también arruine tu vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uff, cantidad de cosas, cuanto dinero tirado a la basura. Podrías añadir las colecciones que empiezas en los quioscos y que nunca, nunca, nunca acabas.