Es difícil quedarse al margen de todo el movimiento llamado 15M. La actualidad no queda de espaldas a todo lo que está ocurriendo en las plazas de nuestras ciudades, a pesar de que el que suscribe no sea participe activo de los acontecimientos.
Los hecho están provocando cierta controversia desde diferentes espacios y ello me va a llevar a varias reflexiones desde diferentes puntos.
En mi opinión, cualquier movimiento que quiera ser serio debe pretender marcar unas ideas reales y saber gestionar el tiempo. La idea de salir a la calle y acampar el tiempo de la campaña y un poco más es una gran idea. Hay que presionar y hacer ver que una parte de la población no está de acuerdo con lo que vivimos en política.
Pero ese tiempo debe ser para reflexionar de forma intensa y dejar claros unos objetivos por los que trabajar. Nuestros jóvenes deben darse cuenta que todo tiene su tiempo y que alargarlo demasiado convierte la manifestación de grandes ideas en una pantomima.
La fruta después de madurar se pudre, hay que saber comerla en el momento adecuado. La manifestación debe desembocar en algo más, algo diferente pero que siga el proceso. Sin perder la esencia pero adecuado, para seguir siendo progresistas y no hacernos conservadores.
En relación al punto anterior las declaraciones de Anes, desde la Real Academia de la Historia. Este señor, que no podemos olvidar que es un experto en la materia, porque la historia nos enseña a entender el presente, ha planteado el 15M como simple anécdota en los libros de Historia. Ante esto otra reflexión.
Anes tiene razón en media parte de lo que dice y los que le responden en los diferentes canales de opinión también.
Con la situación actual, el 15M sí será anecdótico, porque corre el riesgo de consumirse a sí mismo, de ir apagándose. Necesita seguir evolucionando para no convertirse en una moda pasajera y ser algo más, que inunde las conciencias de los españoles.
El director de la Real Academia sabe lo que dice, en la Historia infinidad de movimientos han desaparecido tras una bandera de la utopía que no aterrizaba en ideas y propuestas concretas. Pero mi opinión difiere de la suya en un aspecto, que nos llevará al siguiente punto, la escasa repercusión o no del movimiento no depende sólo de él, depende mucho de la cobertura informativa que se le dé.
En la era de la información, nuestra sociedad ve lo que le dejan ver, lee lo que le dicen que lea y piensa... o no. Los diferentes medios de comunicación crean opinión. Muestran la realidad según el prisma de la empresa que les paga y por ello, ciertos grupos editoriales, en forma de periódicos, televisiones, radios o páginas de internet, van dejando clara una postura crítica con este movimiento, pero en otros casos hacen oídos sordos de los acontecimientos, lo que es aún peor, pues si no se habla de ello, no existe.
Pero si que existe, y se demuestra con una imagen, los desalojos llevados a cabo por las fuerzas del "orden". Si es un movimiento insignificante que no debe ser informado, no tendría razón esa reacción desde los políticos, que son los impulsores de ese control policial. Se demuestra día a día que son acampadas serias, sin botellón, sin excesivos ruidos, que se autogestionan y sobre todo pacíficos en lo más amplio del término. El único problema es que estorban: al capitalismo, a los políticos y a las conciencias.
Expresar que otro mundo es posible, eso molesta bastante.
En conclusión y, usando referencias a la historia, la Revolución Francesa de 1789 era un movimiento de desarrapados, sin cultura que estaban en contra de que "necesitaba" la sociedad que era trabajar y trabajar sin quejarse. Todos sabemos que nuestra democracia es heredera de esa Revolución del pueblo.
Pero tampoco debemos olvidar que para llegar a nuestra democracia no fue suficiente con esa revolución de 1789. Tuvo que acabar esta revolución y luego llegar otras.
Quizá necesitemos muchos 15M...
1 comentario:
La fruta está madurando, evoluciona.
Camino hacia la utopía = Utopía + Realidad.
http://yoquieroyactuo.blogspot.com/2011/07/primer-arbol-de-problemas.html
Un saludo!
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