TOCAR LA GLORIA.: SE PUEDE. JOSÉ MANUEL BELMONTE


TOCAR LA GLORIA.: SE PUEDE
De muchas  formas se puede  alcanzar la meta, conseguir  un objetivo, tocar la gloria.  Yo voy a señalar dos bien distintas.  La primera, populista y deportiva, está ligada al esfuerzo de un equipo, y también al dinero, claro. Ha sido noticia en los diarios deportivos y en muchas páginas de los rotativos de cientos de países. La menciono, aunque no estuve, porque se puede imaginar. A mí personalmente me importa más la otra. Sucedieron el mismo día y a la misma hora.

En la tarde del día 3 Madrid se había echado a la calle. El Real Madrid recorría las calles de la Ciudad desde su estadio, en un  autobús descapotable. Habían conquistado  su 32 Liga. Famosos, tocaban la gloría. Daban las gracias a sus incondicionales. Y los aficionados, a pesar de la lluvia, salieron a aclamar a sus ídolos. ¡Campeones! Las imágenes emotivas de la alegría de los jugadores, técnicos y demás personal del histórico Club, se difundieron  a los  5 Continentes. 

A la misma hora, a 55 kilómetros, en Guadalajara, tuvo lugar otro evento, entrañable. Casi nadie ha hablado de él. Pero yo estuve allí, de lo cual me alegro, y lo puedo contar, con la emoción y el orgullo de pertenecer a  esa raza de seres humanos libres, caminantes y emprendedores. 

En la Sala Tragaluz, del Teatro Buero Vallejo de esta ciudad, se presentaba un libro: Las Palabras del Viento. La Autora: María Narro, seudónimo  escogido por Mª Carmen García (Aranzueque, 1965).  El día 30 ella definía ese momento, en su blog, como “acariciar un sueño”.  Por eso, pedía a sus amigos de Internet, un poco de paciencia: “Poder acariciar el esfuerzo, tesón y constancia por ver mi trabajo publicado no tiene precio, ni palabras. No hay palabras... Me vais a perdonar todos aquellos a los que debo correo, hablar con vosotros... pero presento el jueves algo demasiado importante para mí y quiero que todo salga perfecto. Y la perfección necesita tiempo”.

Este dato dice mucho de esta mujer, de su afán de superación y su carácter. Es todo un síntoma.  En realidad se viene preparando desde hace mucho para este acontecimiento. Y para ella prepararse es algo total: “Entrenando (tanto física como psicológicamente), leyendo, escribiendo y pensando. La gimnasia, el deporte y estar activa, hace tiempo que son mis apellidos”.
 Ella quería haber presentado el libro el día 23, aniversario de su boda. ¡Hace ya 24 años! Lo tenía muy calculado. Con dos meses de antelación, el 22 de febrero, escribía: “Me faltan dos meses para publicar ¡por fin! Mi número es el 2, y no me duele uno sino los dos riñones.... :))”. Pero no pudo ser ese día. El 23 fue solo el día en que su libro podía adquirirse ya en la Librería. La presentación, como digo, ha sido el 3 de mayo, día de la Cruz. ¿Casualidad o más que casualidad?

A Mª Carmen, “siendo niña, el destino marcó su vida ofreciéndole la cruel sombra que la acompañará toda su vida, una rara enfermedad: ataxia de Friedreich. Cuando al fin logra encauzar su vida - como dice en la solapa de su biografía - aprendiendo a ser feliz pese a todo, se arraigan dentro de ella una fortaleza y una lucha sin cuartel por integrar a la persona discapacitada, a la vez que se integra a sí misma”.

La enfermedad degenerativa, la tiene ya en silla de ruedas.  Quien conoce  la enfermedad o a alguno de sus efectos en enfermos, sabe la lucha titánica que tienen que librar cada día. De lo contrario  es difícil de valorar. ¡Yo la he vivido de cerca! Desearía que pudiéramos imaginar lo que supone, en estas condiciones, pensar con lucidez y escribir una línea, es decir hacer que el pensamiento sea capaz de mover los nervios para que los dedos pulsen el teclado del ordenador. Para darse una idea, quiero ofrecer un rasgo que ella misma ha dejado señalado: “Tengo problemas auditivos. Veo cine y televisión subtitulada, no puedo entender una conversación sin ver la boca de quien habla. Ni radio ni teléfono”.
Con todo, el de hoy ya no es su primer libro. En 2006 publicó “Fotos de un adiós”, en que relata su autobiografía o su vivencia de la enfermedad y sus propios pensamientos. Cuando se presentó ese libro estuvo en Guadalajara para darle todo el ánimo, Irene Villa. Luego ha publicado  dos poemarios  “Por la puerta de atrás” y “Trece lunas”.  En 2008 participa en el libro de relatos “Tiempo de Recreo”, y en  el libro de relatos cortos titulado “Dejad que os cuente”.

Ahora, su ansia de superación, la llevan  a adentrarse en  la guerra civil española. Porque según ella misma dice: “A mi nadie  nunca me habló de la guerra civil”. Y quiere saber si “¿marcó la guerra civil española el carácter de nuestros abuelos? ¿El miedo de aquellos niños que la vivieron dejó huella en sus vidas? ¿Y en la de sus descendientes?”.  Y lo va a ir descubriendo, desde la psicología femenina (abuela, la hija y la nieta), en forma de novela, y desde un pueblo de Guadalajara, Sigüenza. 

 En la presentación del libro, estuvo la Concejala de Cultura del Ayuntamiento, Isabel Nogueroles, quien destacó el ejemplo que supone, la fuerza de voluntad y las ganas de vivir de esta autora que a nadie deja indiferente. La Fundación Siglo Futuro, y su Presidente, Juan Garrido, siempre han apoyado a la autora, desde el primer libro, y lo sigue haciendo en éste, porque merece la pena. La obra sin duda arrancará sonrisas, lágrimas y admiración, porque está llena de magia.

La presentación al público de la autora y del libro estuvo a cargo del periodista y poeta Francisco García Marquina. Según él, “Las Palabras del viento”, "no es una novela que se detenga en explicar las causas ideológicas de la guerra, no entra en las causas políticas del conflicto, sino en las causas fenomenológicas. Explica cómo fueron las cosas entonces para una familia". Destacó que para la autora "aquella guerra dejó unas secuelas que sufrieron muchos. El acierto de María Narro es presentar ese efecto a través de tres generaciones”. “Es una buena novela”, terminó diciendo.

Finalmente tomó la palabra la propia autora. Dijo que siempre quiso escribir. Era la Ilusión de su vida. Ese deseo, le ha servido para superar los efectos de la adversidad en su cuerpo. A pesar de los estragos, Internet, la lectura, la música y la escritura la ayudan a vivir y superarse. Y dio a todos las gracias por haberla acompañado.

En la sala, casi llena, además de amigos y familiares, había también algunos enfermos de ataxia, que se desplazaron desde el Centro de Apoyo a Minusválidos Físicos (CAMF); también  había personal de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) y algunos políticos de la oposición, que quisieron expresar su apoyo y su simpatía a la autora.

El acto concluyó con la actuación de un Cuarteto de Metales de tuba y trombones del Conservatorio de Valladolid. Era el broche musical, para rubricar la presentación de “Las palabras del viento”. Y para pensar, mientras se desgranaban las notas, que lo que se quiere, se consigue. Los valientes, no dicen que sea fácil, pero su esfuerzo es todo un ejemplo.

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