CONSTRUCCIÓN AULARIO CIENCIAS COMUNICACIÓN
¡Una magnifica idea! Construir un aulario para la Facultad de Ciencias de la Comunicación en los aparcamientos de los estudiantes. Los responsables de esta decisión han creído que lo mejor es quitar aparcamientos porque normalmente nos sobran...si es que llevan razón. Ahora nos encanta tener que llegar media hora antes del comienzo de las clases para dar unas vueltecitas por el aparcamiento: allí conoces a gente, al fin y al cabo, te relacionas cuando tras media hora de dar vueltas, has visto a unos diez coches más igual de mareados que el tuyo. A esas alturas ya los conoces... ¡Mira el mismo que me he encontrado al final del aparcamiento!
Podemos practicar el oficio y, además, jugar al Scalextric con nuestros propios compañeros. ¿Verdad que esto sí que es una Campus de Excelencia? Pero ya no es sólo el problema de aparcar, es que al no haber sitio no podemos aparcar muchas veces en “batería”, por lo que tenemos que dejar los coches paralelos a los demás, y si el coche que está en batería no puede salir con el tuyo te hace el favor de llamar a la grúa para que retire, amablemente, tu coche y después te cobre por ello alrededor de unos 80 o 100 euros, como es el caso de una compañera de clase, que al llegar a recoger su coche ya no estaba. Es un detalle muy importante para los estudiantes, el hecho de gastarnos ese dinero que nos sobra.
La mayoría de los aparcamientos están reservados para los profesores y, además, no tenemos opción de aparcar en muchos más sitios porque está todo lleno. Por último, tengamos fe en que, al menos, los aularios no parezcan “zulos” como el caso del Aulario Severo Ochoa, justo al lado de la Facultad de Comunicación. Es un aulario en el que los alumnos de 2º tuvimos el “privilegio” de estar el año pasado, y este año les ha tocado a los de 1º de nuevo. En ellos no hay calefacciones, exceptuando dos o tres aulas privilegiadas, en la que esos alumnos no se congelan... ¿Los demás alumnos? Estudian en el Polo Norte durante el invierno. Por no mencionar las deficiencias tecnológicas y los fallos continuos durante las clases, no hay casi ventilación porque las ventanas son iguales a las de los servicios de la Facultad. El aulario está, además, en el sótano del Severo Ochoa, es decir, eso es un ambiente de estudio favorable y lo demás es tontería.
Así, ya que nos están haciendo un “favor” con esos nuevos aularios, sólo queda esperar a que el resultado nos recompense el esfuerzo que hacemos todos los días para intentar reducir nuestro coche a “tamaño bolsillo” y guardarlos hasta la hora de salir de clase.
1 comentario:
Hazte cargo de que los alumnos no pintáis nada para los que manejan. Siendo un problema lo que mencionas, la verdad es que lo más grave se cuece dentro. La universidad es endogámica, pues el sistema de acceso consiste en una oposición con el perfil del enchufado de turno y el tribunal amañado¿Cuántas veces lo hemos visto? Con una autonomía tal respecto a la administración, que nadie le pide nada en cuanto a las carreras a crear, dándose el caso de creación de titulaciones por intereses del rector o allegados y no por necesidades reales. Con unas rencillas internas entre grupos rivales de profesores por hacer carrera y acoso a aquellos que no entran en el juego. La universidad es uno de los resortes de las élites y por ello es intocable. La última jugarreta ha sido el plan Bolonia. Transformar en master los últimos años de carrera, o los doctorados es una privatización no muy encubierta, por cierto. Es un tremendo gol que todos nos hemos dejado meter porque es un escalón menos en la posibilidad de ascender en la escala social, es decir una pérdida de la igualdad de oportunidades propia de una sociedad democrática. Otra más. Pero a los profesores de Universidad que les importa. Luego nos hablan de campus de excelencia y chorradas similares, mientras en Sevilla dan cuatro días a la semana de clase, para que estudien los alumnos más, dicen los profesores, mientras se cogen el viernes de vacaciones. En cierto modo lo que se pretende es hacerlos a ellos partícipes de la élite corrupta para que entren en el juego.
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