FACTURAS. JOSÉ MANUEL BELMONTE

LOS CAJONES DE LA IMPUNIDAD DESTAPAN UN PAÍS DE PILLOS
Me ha llegado una factura. No es que haya dudado en pagarla. Pero visto lo visto, como ciudadano me pregunto ¿Hay que pagar lo que se debe? Respuesta: ¡Siempre y sin miedo! “Quien debe ciento y tiene ciento uno, no tiene miedo a ninguno”. Cierto que si no se afronta el pago en su momento, ese dinero se puede emplear en otra cosa. Pero  la deuda que no se liquida, antes o después te la reclaman, porque como decían los antiguos “mientras el deudor tiene vida, la deuda no está perdida”. Podrán hacerse trampas contables del tipo que se quiera, pero “las trampas llevan la mentira a cuestas”. Los desahucios, la ruina personal o familiar está en endeudarse por encima de la capacidad de pago. Las familias se han endeudado incluso más que el Estado y ven cada vez más lejos la recuperación económica. Tratan de reducirla restringiendo el consumo.


Los bancos tienen una morosidad superior al 8% y se habla de tener que acudir al fondo de rescate. De hecho el FMI apremia a sanear los bancos españoles cuanto antes, ”rápida y decididamente”. Con todo, el peligro mayor viene cuando el deudor no es el dueño, sino un político al frente de un ente público. Puede, como pillos, endosar su deuda al de otras siglas que venga detrás; o llevarnos directamente a la quiebra. La crisis puede  aflorar los artificios contables.

Pongamos a España como ejemplo. Se dividió política y administrativamente en compartimentos, llamados Autonomías o Comunidades Autónomas. Se aprobaron 17. Con sus Presidentes, sus Parlamentos, sus Gobiernos etc. con la excusa de estar más cerca de los ciudadanos. Se multiplicaron los entes sin necesidad y el interés no ha sido para el ciudadano, sino para los políticos. Las Comunidades Autónomas en 2012, han reconocido que guardaban casi 4 millones de facturas sin pagar a los proveedores, guardadas en  los cajones por un importe de 17.259 millones de euros. Las hay en todos los feudos. Ningún partido ha escapado a la trampa fácil. Incluso pueden ser más, porque las de Andalucía con 2.763 es posible que no sean las definitivas, no son muy creíbles ya que la gestión socialista en el feudo andaluz está muy lejos de la transparencia. En Castilla La Mancha (CLM), mucho menos poblada, son 2.510 millones de euros de deudas con la Junta, reflejadas en más de 600.000 facturas correspondientes a los ejercicios comprendidos entre 2008 y 2011. Así lo ha hecho público el propio Ejecutivo regional en un comunicado. Las facturas se guardaron en los cajones de la impunidad, para que las pagaran los nuevos inquilinos. Los ciudadanos tendremos que pagar, vía impuestos, esas deudas además de lo que en su día desembolsamos y los malos gestores dilapidaron o emplearon en sus caprichos.

¿Quién ha gobernado los últimos 7 años en España? Un gobierno débil, mediocre, e incapaz que presumió de talante cuando carecía de talento. Permitió el endeudamiento, y se negó a tomar las decisiones importantes. Se alió con los nacionalismos y se rodeó de asesores a su medida. Cuestionó el concepto “nación” y no estuvo ni en Europa, ni en casa, desoyó a los de fuera y se negó a ver lo de dentro. Su gobierno ocultó el déficit del 8,5% del Estado y permitió la encerrona de facturas. Hemos vivido , pues, entre la mentira y los fondos de reptiles. Como dice Martín Prieto: “decir mentiras constituye el único arte de la capacidad del mediocre y el refugio de los hombres viles. Toda violación de la verdad no es solamente una especie de suicidio del embustero, sino una puñalada a la salud  de la sociedad humana”.

 En cualquier nación responsable, semejante abuso de la administración, debería ser atajado de raíz. El invento sencillamente no ha funcionado.  Se tenía que haber eliminado las Autonomías y destituido de un plumazo a los responsables, además de reclamar las responsabilidades pertinentes. Deberíamos haber cogido el toro por los cuernos y volver a una nación, un gobierno, una sanidad, una educación, una administración, una justicia etc. Ese recorte ahorraría al Estado y al ciudadano, los sueldos, los privilegios, de políticos, y su corte de asesores, traductores, funcionarios duplicados, empresas públicas innecesarias o de tapadera, y los miles de colocados a dedo.  Posiblemente no se necesitarían más recortes.

Hay que añadir además, y así se reconocía desde alguna Autonomía «Las diversas normas de las comunidades entorpecen la competitividad». Y también se entorpece a la justicia e incluso los trámites administrativos a los ciudadanos, sean nativos o extranjeros. En muchos casos, para éstos últimos, España ha sido un país de Jauja, des “papeles para todos”, a sanidad, farmacia y ayudas sociales. Incluso varios países de la UE deben facturas sanitarias por cientos de millones.

Todo parece indicar que habrá recortes, pero no hay voluntad de meter esa tijera en el campo político. Si hubiera voluntad, sería necesario echarle valor. Nadie va a dejar su silla fácilmente y si es sillón, no digamos. Todo va a quedar, por un lado, en una supuesta “Ley de Transparencia”, nada transparente y nulamente eficaz, porque se va a hurtar al ciudadano la posibilidad de control; y por otro, en una amenaza  de “intervención” de las Autonomías  incumplidoras del déficit, antes del 15 de mayo. Es decir, para las que presenten cuentas “no creíbles”. Y de momento Hacienda a ha rechazado el 90% de los presupuestos autonómicos presentados. Y mientras, los anteriores gestores se han ido  con pensiones doradas contando nubes, o bien han sido recolocados o siguen en sus escaños en la política, pagados por nuestros impuestos. Del mismo modo los políticos de las Comunidades Autónomas que  mintieron, dilapidaron, malgastaron y nos endeudaron más allá de lo imaginable, siguen libres, a veces de contertulios o de conferenciantes, o en sus sillones cobrando también sin el menor rubor del erario público. Añadiendo a su mala gestión o incompetencia, la búsqueda de excusas para la demagogia y la agitación, cuando alguien intenta encauzar la situación de quiebra técnica que han dejado. Y con el apoyo de los medios afines, claro. Las infinitas televisiones que padecemos, no es que nos hagan perder a todos mucho dinero, es que siguen siendo la voz de su amo.

Pero, ustedes se preguntarán ¿quién paga en este país? La verdad  es que siempre pagan los mismos, en este país y en todos.  Si me permiten, continúo con las facturas impagadas- A las anteriores  hay que añadir las facturas sin pagar de los Municipios. Sabedores de la trampa y de la impunidad, los ayuntamientos tienen 1, 9 millones de facturas sin pagar, por 9.584 millones de euros. ¿A quién han dejado de pagar? Pues principalmente a 63.500 pequeñas y medianas empresas (pymes) y a 50.259 trabajadores autónomos o proveedores.

Solo las Autonomías y los Municipios, han conducido  directamente a la quiebra o al paro a muchos trabajadores en este país. Sí, los representantes del Estado de Bienestar, como dice Roberto Mangas: “por culpa de las deudas que estos llamados “garantes” de los servicios sociales básicos dejaron con miles de proveedores”. Han jugado directamente con la desesperación y la  angustia de los acreedores y sus familias. Y ahora si no realizan una quita al menos 10% tardarán en cobrar.

Los políticos han dejado la peor herencia: la factura del descrédito internacional. Los analistas dicen que España no reducirá su déficit  hasta el 3% hasta el 2018. Mientras, lo pasaremos mal y en la práctica seguiremos intervenidos.

 Pero a nivel interno es peor. Al ciudadano normal, al trabajador honrado, al empresario responsable, al joven esperanzado y atónito: le han endosado la factura del todo vale, de la ingeniería financiera, la exhibición y el derroche, de que compensa ser defraudador, de que se puede meter mano en el arca común y seguir viviendo de la política por los siglos. ¿Por qué?  Porque los causantes de nuestra ruina están libres y no hay exigencia de responsabilidad política ni penal. Esa ruina moral va a hacer más daño que la ruina económica. Se han aprovechado de la impunidad. No se puede consentir. No nos cansaremos de decirlo: hay que cambiar la ley para enjuiciar a los políticos tramposos.

Mientras ese momento llega, los embaucadores de cara dura y promesa fácil, paladines de la mentira, que consienten o se alían con el chanchullo, no dudan en exigir una disculpa al Monarca por su traspié africano. "Lo siento mucho- ha tenido que decir-. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”.

¿Han oído ustedes a algún político o sindicalista, decir algo parecido? Carecen de grandeza para pedir perdón, y de visión de estado, para rectificar. Así que ninguno debería estar  ocupando un cargo público. Los ciudadanos deberíamos tener claro, que no podemos seguir votando a vividores corruptos e irresponsables, sean del partido que sean.


2 comentarios:

elcollado dijo...

Este es un país en el que el latrocinio tiene su asiento en las mal altas instituciones. Quizás la transición no fue tan modélica como nos han vendido. Lo que más asombra es lo que viene sucediendo con el banco de España precisamente desde la transición hasta ahorita mismo. Aunque debiera estar curado de espanto no dejo de sorprenderme cada día más por noticias como la de los ERE o ésta: "Los inconfesables secretos del banco de España"
http://ataquealpoder.wordpress.com/

elcollado dijo...

Noticia escandalosa que tiene mucho que ver con nuestro problema:
La City y Wall Street rehipotecan los fondos de sus clientes, sin su consentimiento, para atacar a los PIIGS (ENG)
http://cibernoticiasexpress.wordpress.com/category/articulos-de-opinion/economia/especulacion/