MATRIMONIO
HOMOSEXUAL
Tras la decisión del Tribunal Constitucional que
declara el matrimonio entre personas del mismo sexo acorde a la Constitución
por fin se cerró el círculo, y todos podemos estar tranquilos. Estoy
especialmente feliz y la verdad que también orgulloso, aunque no ha sido un
camino fácil, lleno de angustia adolescente y de miedo. Por todo esto, con la
ley de matrimonio hemos dado un paso de gigantes en la normalización, fue un
anticipo de la sociedad que queríamos ser y que ya somos, y sobre todo un
mensaje, un mensaje de futuro para los jóvenes que aún con muchas
incertidumbres afrontan su homosexualidad, pero por fin sin miedo, porque en
España es un ciudadano de primera, donde la ley le ampara y la sociedad le apoya.
En este punto no puedo dejar de acordarme de
Zapatero, que aunque no esté de moda defender su legado o ni siquiera
mencionarlo, hay que reconocerle su valentía y convicción por hacer esta ley
pionera en el mundo que aun siendo muy deseada no era esperada, ya que nadie
esperaba lo imposible. Y lo hizo a pesar de las resistencias de los sectores
más retrógrados y rancios de este país, que aunque no muy numerosos sí que eran
poderosos.
También hay que recordar en este momento que el
Partido Popular hizo todo lo que estuvo en su mano para vetar, paralizar, o
suprimir esta ley, primero votando en contra en el Congreso de los Diputados,
después saliendo a la calle en numerosas manifestaciones ultraderechistas y por
último poniendo el recurso en el tribunal constitucional que durante siete años
nos ha tenido en vilo. Ahora el PP ya empieza a recular, intenta dar un perfil
más amable, como si su problema era sólo lingüístico sobre la palabra
“matrimonio”, pues la verdad que me alegro que el PP haya pasado de llevar al
Senado al psiquiatra homófobo Aquilino Polaina a ser gayfriendly. Aunque este
aparente cambio de postura no es por convicción, sino por estrategia, sabedor
de que la ley de matrimonio es ampliamente apoyada por la sociedad española.
Pero paradójicamente hay que dar las gracias al Partido Popular, porque con
tantas reticencias, trabas y recursos han hecho que esta ley haya demostrado su
fortaleza y su exquisito respeto constitucional.
Hay que seguir el camino, así que gracias a todos
aquellos que nos habéis acompañado hasta ahora, amigos, compañeros, colegas y
familias, que como es obvio no se han hundido.
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