Hoy me he levantado entre carcajadas y
risas. Y en estos tiempos que corren, el que tiene esto tiene un tesoro. Esta
mañana me he reído mucho y he visto y oído reír. He sido feliz. Se lo debo a Luismi, ese naturalista
emocionado y conmocionado que tanto sabe de la “tierra que nos parió”. A él le
gusta la Naturaleza, cree en el ser humano y se considera desconectado, porque
cree que los poderes establecidos no le dejan hueco en el que expresar cuanto sabe.
Hoy buscaba 500 risas que le faltaban, para acabar de cocinar una pócima anti
DEPRE. Tiene idea de liofilizarlas y repartirlas por todo el mundo, gratis y
con libro de instrucciones. Lo mismo le da que sea una risa nerviosa, corta,
larga, chulita o salvaje...necesita tu risa para la fabricación de una pócima
global; ahí va la mía Luismi: Jaaajajaaajajaaaaaaajaa.
En estos momentos en que la cultura pasa
a segundo plano, en la que los mediocres triunfan y son los más populares, en
los que la creatividad es marginada y el patetismo arrincona a la excelencia,
agradezco los agujeros que cavan algunos a través de las redes sociales, para
expresar cuanto saben, para hablar alto y claro y por supuesto para hacernos
más felices, más humanos y más cultos.
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