En estos días conviene recordar el decálogo que escribió Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi. Es realmente sobrecogedor ver lo vigente que sigue hoy en día este decálogo de propaganda nazi. Es mas, el sistema político de más de un país se hundiría de no ser por este famoso decálogo.
•Principio de simplificación y del
enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al
adversario en un único enemigo. Ejemplo: Osama bin Laden, Zapatero...
•Principio del método de contagio. Reunir
diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de
constituirse en suma individualizada. Ejemplo: ''la izquierda'', ''los
terroristas'', ''los antisistema''...
•Principio de la transposición. Cargar sobre
el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el
ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las
distraigan”. Ejemplo: las mentiras de Aznar tras el 11-M
•Principio de la exageración y desfiguración.
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Ejemplo:
cualquier noticia relacionada con Hugo Chávez
•Principio de la vulgarización. “Toda
propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los
individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer,
más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de
las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad
para olvidar”. Ejemplo: el populismo de la extrema derecha mediática española
(Veo7, Intereconomía...)
•Principio de orquestación. “La propaganda
debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente,
presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre
convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene
también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por
convertirse en verdad”. Ejemplo: ''los recortes son necesarios para salir de la
crisis'', ''hay que reducir el déficit público'', ''hemos vivido por encima de
nuestras posibilidades''...
•Principio de renovación. Hay que emitir
constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el
adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas
del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Ejemplo: distraer a la población de la represión policial haciendo
declaraciones polémicas
•Principio de la verosimilitud. Construir
argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas
o de informaciones fragmentarias. Ejemplo: ''según expertos'', ''los
economistas afirman'', ''en Alemania ya se han dado cuenta de''
•Principio de la silenciación. Acallar sobre
las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias
que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios
de comunicación afines. Ejemplo: Cuando el PP o el PSOE (entre otros) se niegan
a debatir con Izquierda Unida, constantemente silenciada.
•Principio de la transfusión. Por regla
general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya
sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales;
se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Ejemplo: recurrir al guerracivilismo y al recuerdo de los crímenes perpetrados
por tal o tal otro bando. A Esperanza Aguirre se le da muy bien.
•Principio de la unanimidad. Llegar a
convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión
de unanimidad. Ejemplo: ''No cabe duda'', ''Todos sabemos que'', ''Es
impensable creer que''
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