EL ENEMIGO. CARLO FONTÁN

EL ENEMIGO
“La supervivencia de una sociedad depende de su capacidad para identificar correctamente a su enemigo” Carl Schmitt

Cuando alguien nos señala al enemigo con el dedo hay que reflexionar sobre el delator ¿Ese alguien es periodista o político? Podéis estar de acuerdo conmigo o no, pero sabemos que tanto unos como otros nos han mentido, quizás no a sabiendas pero sin duda han obtenido beneficio: viven de callar lo que deberían saber o decir.

En una dictadura es fácil detectar al enemigo. En una democracia no. Vivir en una democracia es condición "sine quanom" para llegar a ser hombres y mujeres plenos pero exige una responsabilidad y una libertad, es decir independencia, un compromiso con nuestro desarrollo personal, un no creernos todo lo que nos dicen.

Decía Kant que no debíamos confiar nuestros asuntos de Dios, de leyes y de salud al cura, al abogado y al médico respectivamente. Esto no quiere decir que no recurramos a ellos sino que pueden equivocarse y por tanto no debamos confiar ciegamente. Quizás nuestro enemigo sea el abogado-puede que esté compinchando con la otra parte- o el médico-la medicina necesita enfermos- o el cura resentido, o tu padre  o hermana manipuladores, el poderoso Estado o una ideología que necesita  masas, no mujeres ni hombres pensantes.

A veces el enemigo está camuflado de revolucionario denunciando los abusos del poder financiero o el Estado ¿Es libre, a sueldo de quién está?¿Cuál es su trayectoria?¿Denunciaba antes, en otras circunstancias?¿Tiene ideología?

Los tontos útiles. “El principal campo de batalla es la mente del enemigo” Mao Tse Tung.

Pero para detentar el poder real el pueblo ha de dejarse manejar. Y para ello el sistema de enseñanza se encarga de aleccionar a los ciudadanos desde pequeños. Se desvía la atención del enemigo real, el stablismenth, dirigiendo la mente de los ciudadanos hacia enemigos de paja. Así el pueblo, enemigo del poder, se deja manejar dirigiendo sus odios hacia el otro bando ya sea ideológico, de sexo, de otra nación, generacional, etc.

La facilidad para comprar voluntades por parte de las élites estará en función de la resistencia que ofrezca la ciudadanía. Porque en última instancia todo pasa por su voluntad. La corrupción que ha tenido lugar en España precisa del relajamiento y permisividad generalizados. De la complicidad con la canalla. Es divertido. Juergas , putas, cocaína, Audis, modernidad, relativismo. Da igual todo. Nuestros ídolos de la tele, tan canallas, tan simpáticos, rebeldes, inconformistas, caraduras, contra el orden establecido-el sueldo no me lo toques- ¿Quién menciona tu honestidad o tus ocho horas diarias de trabajo mediocre en una oficina o tu sueldo de mierda? Eso no viste, no es genial. Mira los artistas-SGAE-, gente que sabe vivir y no tú. Sus fiestas con la jet, coca, gente guapa... Ese ha sido el mal sueño en el que nos metieron.

Mira, todo vale, cuanta corrupción y "NO PASA NADA". Muchas veces hemos oído decir a gente honesta en su trabajo "yo haría lo mismo si tuviera su cargo o yo enchufaría a mi familia en la administración" ¿Cuántos ciudadanos piensan que la mejor manera de hacerse un hueco en la sociedad es buscar un padrino o utilizando influencias? ¿Tan bajo concepto tenemos de nosotros mismos?

Las élites
Puestos a señalar un claro enemigo tenemos en la banca al más claro responsable de la última crisis. Pero la verdad es que la banca solo es un arma. La más eficaz quizás. Son sociedades anónimas. Ninguna persona es responsable directa. Pero ese arma tiene que manejarla alguien ¿Quién?

Desde la antigüedad hasta el final de la Edad Media el poder real se sustentó sobre la propiedad y el control territorial detentado por el terrateniente en la figura del rey. Con la llegada de la revolución industrial el poder pasa a manos del capital requerido por la industria para el desarrollo de los procesos tecnológicos y científicos que derivaron en mejoras sociales y económicas pero también en guerras y graves injusticias. Esa concentración de capital le permiten a los llamados comités detentar el poder real a la sombra mediante el dominio y manejo de la ciencia y la tecnología, precisas para el progreso de la sociedad industrial. No existe un solo centro de poder, gracias a al desarrollo de las nuevas tecnologías, la globalización permite mediante el intercambio de información a través de redes, el dominio político y económico de la sociedad contemporánea.

"Es lo que en el mundo de habla inglesa se conoce como el Establishment:

Elite económica y financiera: industriales, banqueros y economistas.

Elite de Medios de Comunicación: Dueños de los multi-medios, periodistas “estrella”, anunciantes interesados, y en la elaboración de los mensajes, más en la semántica a utilizar, reciben asesoramiento de “grupos de pensadores” como el Aspen Institute[1] de Colorado, EEUU.

Elite Universitaria: Son los rectores, decanos, presidentes de universidades prestigiosas como las pertenecientes a la Ivy League por ej., muy dependientes de los Fondos que reciben de Fundaciones como Ford o Rockefeller[2], sino que detecta entre los alumnos la materia gris a reclutar[3].

Elite Política: los representantes (diputados), senadores, gobernadores, secretarios de Estado (ministros), hasta los presidentes, que hacen su carrera en buenos términos con el Establishment y son mimados por los Medios de Comunicación. También podemos incluir los Jueces Federales e integrantes de la Corte Suprema.

Elite Militar y de Inteligencia: No solo la cúpula militar del Pentágono después de cierta cantidad de estrellas, además la cúpula de agencias como CIA, FBI, DEA, NSA, etc."(1)

[1] http://www.aspeninstitute.org/

[2] La Chicago University fue fundada por John D. Rockefeller y hasta el día de hoy recibe subsidios de Rockefeller Foundations y allegadas. La Escuela de Chicago (monetarista de Milton Friedman) que tanta influencia tuvo en Argentina 1976-80, se mueve dentro de esta órbita. La Chicago University se caracteriza por ser de “izquierda” (‘liberal’ en EEUU), en todas sus carreras humanistas y muy ortodoxa en economía.

[3] Un caso paradigmático puede ser Henry Kissinger, refugiado de Alemania que vivía en un barrio pobre de Nueva York y en 1942 se enroló en el Ejército. Dado sus conocimientos de alemán, fue detectado por Inteligencia y comenzó como chofer del general “Fritz” Kramer, jefe de Inteligencia del US Army en Europa. Al serle dada la baja en 1946, el grl. Kramer le consiguió una beca en Harvard para estudiar Ciencias Políticas. Veinte años  después, siendo titular de cátedra y miembro del Council on Foreign Relations, es convocado como Consejero de Seguridad del Presidente Nixon. 

(1) La fundación Ford y el Estado Nacional Argentino. Edgard Schmid

Grupos y clubs de las élites    
Podemos seguir ignorando que existe el club Bilderberg, la Trilateral o el Council on Foreign Relations. Podemos seguir ignorando todas las organizaciones, la mayoría subvencionadas, que existen en torno a los círculos de poder. La lista de personajes influyentes pertenecientes o que se reunen bajo la tutela de estos grupos es interminable. Muchos de ellos no son gente de especial inteligencia y acaban en puestos de gran relevancia. El trabajo en equipo y la especialización suplen la valía de muchas personas. Los que dan la cara no han de ser especialmente brillantes. En las fundaciones de los partidos les enseñan a manejar los eslóganes y frases huecas con la soltura que esperan oír las masas aleccionadas por los medios.

También hay organizaciones de élite secretas. No digo que alguna de ellas no haya traído buenas cosas o no haya habido miembros de gran categoría, pero el manejo del poder en la sombra no es compatible con la democracia. Es más propio de los partidarios de las redes de influencia, el mayor enemigo de la transparencia, la honestidad y de la igualdad de oportunidades requeridas en una democracia.

Su estrategia para seguir en la sombra es tildar de conspiranoico a todo aquel que denuncie o saque a la luz su existencia o importancia.

Hablar de conspiración no es ser paranoico. Es saber relacionar los datos y ser consciente de que una trama de intereses se teje para beneficio de los que están en el poder. De echo las empresas lo hacen constantemente para formar carteles y fijar los precios o imponer criterios eliminando la competencia propia de la economía de mercado ¿Por qué la mayoría de los ciudadanos no se lo toman en serio? Porque lo que no sale en los medios no existe, y los medios son de las élites. Su secretismo por otro lado impide que nos llegue información clara.

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