LA VICTORIA DE ESPAÑA. CARLOS TAIBO

DOS COMENTARIOS
Van dos comentarios sobre la festiva, e incendiaria, jornada de ayer. El primero lo es sobre la manifiesta falta de compostura que, durante el orgásmico partido de fútbol, mostraron Felipe de Borbón y Mariano Rajoy. Una de dos: o bien son poco educados y corteses --muchos de los presidentes de equipos de fútbol, genuinos mafiosos, son más correctos en el palco-- o bien han decidido sumarse, sin dobleces, al juego del fascismo popular. Intuyo que se trata más bien de esto último, y no negaré que los sórdidos gestos populistas de nuestros gobernantes producen, desgraciadamente, los efectos deseados. ¿Cuántos de esos jóvenes que anoche gritaban enardecidos saldrán a la calle para defender unos puestos de trabajo que no tienen, para contestar los míseros salarios que cobran y para hacer frente a la ignominia empresarial?


Voy a por la segunda cuestión. Vi ayer por Madrid alguna bandera republicana. Aclararé que aunque no soy republicano -- no creo en gobiernos ni en estados--, siento cierto respeto por la vieja bandera tricolor. Por eso me resulta singularmente molesto que se mezcle con las celebraciones de estas horas, como si esa gigantesca estafa social que es lo de La Roja --no emito ahora juicios deportivos, que pueden ir por otro cauce-- quedase redimida cuando se cubre con una bandera republicana. ¿No será éste un fino indicio de lo que se avecina con una tercera república: la misma miseria con diferente envoltorio? Pregunto. Sólo pregunto.

No hay comentarios: