EN
ESPAÑA LLEGÓ LA HORA
España está sumida en su más profunda crisis
económica, financiera, política y moral. Típica crisis que suelen parir los
genios capitalistas con una sola meta: avanzar sobre nuestros derechos,
conquistados con la sangre y sudor de nuestro pueblo.
Viene por todas, no tienen límites, están
agrandados, se sienten invencibles. Poseen el manejo político del Estado, de
los dos partidos mayoritarios que obedecen sin más, de la economía que la
conducen a su antojo y servicio.
Tienen el
apoyo de los grupos de poder económicos
que presionan para conquistar desde las reservas naturales hasta la
última empresa pública. Desde las más lujosas oficinas manejan nuestro destino,
a través de sus títeres y empleados políticos, como presidentes, diputados,
senadores, alcaldes etc.
Los principales periódicos y medios de comunicación
responden a sus intereses y por medio de ellos nos llenan de miedo, de
desesperanza y en especial de que no hay solución política posible fuera de
este sistema, que estamos inversos en una economía globalizada y tendremos que
conformarnos con lo que hay y esperar que sus manos maestras arreglen nuestro
futuro, ya que hemos vivido por arriba de nuestras posibilidades y hoy estamos
pagando el precio de habernos equivocado. Como si nosotros fuésemos los dueños
de los bancos que se llevaron el dinero, de las empresas que evadieron
impuestos o hicieron negocios con el estado corrupto para alzarse con dinero
público.
Realmente hay que tener mucha cara y poca moral para
enarbolar este discurso y no ponerse colorado.
Pero hay algo que esta gentuza no tiene en cuenta y
menos este gobierno: los Pueblos sobreviven a todos los gobiernos, pero no hay
gobierno que pueda subsistir sin Pueblo.
Nos pueden quitar todo pero nunca nos quitaran la
esperanza. Hoy viviremos la catarsis pero mañana viviremos el nacimiento de una
sociedad donde los privilegios sean la justicia social, el pleno empleo, la
igualdad ante la ley, la vivienda como derecho a todo ciudadano, la garantía de
una salud al servicio de su pueblo, una educación para todos, un salario digno
acompañado de una renta básica garantizada y sobretodo un gobierno que vele
constantemente por su pueblo y para su pueblo a través de una verdadera
democracia directa y participativa.
Compañeros tenemos que ser conscientes que esta
crisis nos tiene que marcar un antes y después. No podemos dejar que sigan con
este circo pues miles o mejor dicho millones de personas están perdiendo lo más
sagrado que les brindo la naturaleza: “La Vida”. Digo esto pues estar en paro y
sin recibir una mínima paga, ver que además si te enfermas te recortan los
servicios, pierdes tu casa en manos de unos bancos que no se cansan de seguir
robando, además te aumentan la luz, el agua y el gas y te imponen una reforma
laborar que automáticamente te convierte en un nuevo esclavo del siglo XXI.
Dentro de este sistema hemos probado la
socialdemocracia, el liberalismo, el neoliberalismo, los planes económicos del
FMI, de los genios de Bruselas y todo sigue igual, ellos viviendo de parabienes
y nosotros cada día que pasa con más incertidumbre y miseria.
¿Qué podemos esperar nosotros de ellos? Nada que no
sea sacrificio, explotación, desesperanza y
sometimiento a sus programas siniestros para nuestro futuro.
Por eso creo fervientemente que ha llegado la hora,
la hora de decir basta, de organizarnos, de limar nuestras diferencias.
Como dijo el compañero Julio Anguita en la presentación del Frente
Cívico: para “limar diferencias” ha nacido este frente, cuyo fin es conseguir
“un punto de unión”, un “denominador común” para conseguir que esta mayoría “se
transforme en soberanía nacional”.
El camino seguro no es fácil, seguramente será
complicado, pero hay que seguir buscando y si en el intento nos desviamos o nos
perdemos NO IMPORTA!! Hay que seguir avanzando.
Dijo Bertolt Brecht: “No aceptes lo habitual como
cosa natural. Porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de
humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible
de cambiar”.
Salud y República
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