LA REALIDAD FRENTE AL ESPEJO. JOSÉ MANUEL BELMONTE


LA REALIDAD FRENTE AL ESPEJO                        
Se nos dijo que con la despenalización del aborto, y haciéndolo libre con la nueva Ley, iban a disminuir los abortos. No podemos seguir aceptando más mentiras y negando la realidad. Según las estadísticas fiables (Efrat): CADA DIA HAY MÁS ABORTOS. En 1986 fueron 467 abortos, el año 2000, fueron 63.756; el 2007 112.138; 2009 aprox. 138.000. Con la Ley Aido, en vigor en 2010, los abortos hasta la semana 14, barra libre: entramos en espiral de quien quiera y cuando se quiera, sin tener que alegar razón alguna.


Se nos dijo cuando los políticos aceptaron que la píldora del día después se vendiera sin receta, que no era peligrosa y que iban a disminuir el número de abortos. La realidad es tozuda. La venta de la píldora aumenta año tras año. Se han vendido 2 millones de ellas en los 3 últimos años. La píldora es abortiva también y peligrosa. Pero los abortos en clínica no han disminuido,   siguen creciendo.

Se nos dijo que con la aprobación de la ley del aborto iban a disminuir los abortos clandestinos, que ponían en peligro la vida de la mujer.  Lo que ha sucedido, con la aprobación de la Ley Aido, es justo lo contrario: La ley ha sido simplemente una tapadera. El aborto es cada día  más clandestino, y existe un mayor riesgo para la joven  o mujer embarazada en general. Conseguir el importe para abortar es relativamente fácil. El aborto  hasta la semana 22 puede ser fácilmente ocultable, porque físicamente el vientre de la mujer no es muy abultado. Con una buena escusa, se va unos días a casa de una amiga y cuando regresa ya ha abortado. ¿Quién la acompaña? ¿Tiene el apoyo de su familia? ¿Quién dice que no hay riesgo para esa mujer sola, enfrentada a la muerte de su hijo? Los abuelos son ninguneados, por la ley y por su hija. El padre de la criatura, también, claro. Si eso no es clandestino, es estar ciego.

Se nos dijo que se aprobaba el aborto para atajar las muertes de mujeres en los abortos clandestinos.  Pero, en los países en que el aborto no está aprobado, no ha habido un aumento de muertes de mujer por aborto. Luego el aborto no ha solucionado nada. Otra patraña.

Se nos dijo que la aprobación del aborto era para dar un derecho a la mujer, no para defender a los empresarios del negocio del aborto. Pues el juicio contra Morín, parece desmentirlo y además destapa otra realidad: se han producido abortos hasta el último periodo de embarazo saltándose las leyes. Pues resulta, además, que el negocio de la industria del aborto, en este país, trabaja sin pausa, ni tiene recortes, ni crisis. Hay ya más de un aborto cada 5 minutos.  El aborto es un negocio muy rentable. Así lo demuestran ochenta y tantos entramados empresariales, gestionados, casi exclusivamente, por cuarenta y tantas personas progresistas, y sus equipos de bata blanca.

Se nos dijo que con la entrada en vigor de la nueva ley todo el negocio iba a ser más claro y fiable. Pues justo es todo lo contrario. Se cobra al contado y por adelantado. No se da factura. Se ocultan las cifras. El ocultismo, amparado en la ley de protección de datos y personas, es especulativo. No les interesa declarar las cuentas de cara a Hacienda. Según las cifras estimadas, se manejan más de 150 millones de euros (según declaraciones de Iñaki Lete, 2009) en este negocio, tan sólo por abortos. ¡Hay otros negocios! ¿Dónde van esos restos humanos? ¿Quién los controla? ¿Son utilizados, completos o en partes, para seguir con los ingresos? Tanta clandestinidad y tanta permisividad permite hacer casi lo que les dé la gana.

No se nos dijo, ni se nos pidió opinión, para que con el dinero de nuestros impuestos se financiaran los abortos. Pero todas las Comunidades Autónomas, directamente o indirectamente están financiando los abortos y el negocio de estas clínicas de muerte de inocentes. Algunas Comunidades incluso endosan al siguiente partido que gobierne en la  Comunidad, la factura millonaria de los abortos enviados a esas clínicas. El embarazo no es una enfermedad, por lo tanto, la sanidad pública no debe eliminar embarazos. Matar no es un derecho, no tenemos por qué pagarlo. No parece de recibo que mientras se recortan salarios, y otras muchas partidas, se incrementen las subvenciones para pagar abortos. Además,  con ese dinero que se destina para eliminar seres humanos, no se tendrían que suprimir puestos de trabajo, ni disminuir prestaciones. Es más, se podría también ayudar eficazmente a la mujer embarazada, y contribuir al 100% de los gastos de su hijo el primer año, incluyendo guardería.  Y eso, tan solo invirtiendo en ellos, 77 millones de euros. ¿Por qué esto no se dice?

No queremos que nos cuenten más cuentos, ni más mentiras. Queremos que de una vez por todas se aplique en este país el único derecho que no admite excepciones ni escusas: el DERECHO A VIVIR. ¡Ya está bien de hipocresía! ¡Ya basta de muertes inocentes en nombre de la democracia y de supuestos derechos que cacarea una ideología! Desde la aprobación de la ley del aborto han muerto 1,5 millones de seres humanos. ¡Ya está bien de irresponsabilidad política y social! ¡No se ha dado ni un paso para concienciar a los jóvenes en la responsabilidad por las consecuencias de su sexualidad! ¡Ya está bien de  degradación de la dignidad humana en general y de la mujer en particular! Un feto es un ser en camino, como lo hemos sido todos. Es una fase de la vida. Es una vida independiente de la vida de su madre. Un aborto convierte a esa mujer en madre de un hijo muerto. Ningún gobierno advierte de las consecuencias del (síndrome post aborto) SPA para la mujer. Con esta degradación de los principios humanos y morales, ¿puede extrañar el mangoneo, la ruina económica, o la pérdida de credibilidad de la casta política?

Esto dicho, nos interesa que la gente piense: ¿Cuantos abortos cree que son razonables 113.000, 80.000; 20.000…? No olvide que el aborto es la muerte cruel y violenta  de un ser humano, completo. Por no salir en la TV no es más real la muerte de los dos niños de Córdoba, que esta muerte  cruel de niños en la clínica. ¿No se podría hacer una llamada, primero  a la educación y luego a las entrañas de una madre? Podemos no afrontar los compromisos, pero tenemos un propósito en la vida, todos y cada uno. También los niños a quienes no se deja nacer. Estadísticamente (Instituto Efrat), el 97% de los abortos se producen acogiéndose a la presunción de un grave peligro para  la salud mental o física de la embarazada. Y ¿por qué no al supuesto de que al salir de casa puede no volver, dado que antes o después todos vamos a morir? ¡Igual de genérico, e igual de etéreo! ¿Por qué no un poco más de cordura y de justicia cuando se está jugando con una vida humana?  ¿Puede extrañarnos que ya se haya escrito en una revista británica, que los argumentos que se utilizan para legalizar el aborto antes del parto, podrían ser también válidos para el aborto post parto? Si el aborto actual es un crimen legal despenalizado, ¿por qué no un “aborto” después de nacer? El ser indefenso es el mismo, y la madre y sus supuestos problemas de salud también, ¿o no? Llamarle “aborto” o IVE es un eufemismo, para no llamarlo crimen. Si se admite y se llama así, para antes de nacer -dicen-, ¿por qué no llamarle lo mismo después?

Vamos a ver. Si somos capaces de levantarnos por la noche para atender a un hijo, vamos a levantarnos también, con todo respeto, para cambiar esta ley que ni protege a los enfermos, ni respeta la vida de los más inocentes y está propiciando un verdadero genocidio. Entre todos vamos a forzar el cambio de una ley injusta que permite eliminar vidas humanas en su estado más vulnerable.

Por todo ello, creemos que el gobierno debe abolir la actual ley del aborto, sustituyéndola por una ley  de Vida, con ABORTO CERO. Es decir, por una ley de total apoyo a la vida, al  ser en camino, a la mujer embarazada, a la madre, a la familia y a la adopción. El apoyo no puede ser simplemente verbal. Hay que legislar a favor de la vida y dotar esas políticas sociales, de medios: ¡que los hay! ¡No puede variar el apoyo, por el hecho de que cambie en las urnas el gobierno! Gobierne quien gobierne la vida es un derecho, y las ayudas son una obligación.

Resumiendo:
 El aborto es un negocio en cadena: a más negocio más abortos. La Píldora libre también es un riesgo y un negocio. Se explota a la mujer y se mata a un ser humano. El 7 de octubre, en coincidencia con  el día mundial contra la pena de muerte, declarado por la ONU, se celebrará en toda España la “III Marcha Internacional  por la Vida”. Solo el aborto, en los países que lo aprobaron, mantiene esa pena contra los más inocentes. Por eso, hay que defender el DERECHO A VIVIR, aquí y en todas partes. Lo que tú y yo no hagamos, se quedará por hacer. Por eso, vamos a la calle. Ven a formar parte de la III Marcha internacional por la vida, para gritar de forma unánime: ¡SÍ A LA VIDA! ¡Aborto CERO! www.marchaporlavida.org

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