EL DEMONIO ES IRRESPOSABLE. CARLO FONTAN.

FINANCIEROS ¿DEMONIOS O IRRESPONSABLES?



Es triste observarnos yendo a trabajar todas las mañanas (el que tenga la suerte de tener un trabajo) como autómatas en trenes, coches, bicicletas o andando. La maquinaria se pone en marcha. Entre todos conseguimos que el mundo funcione ejerciendo nuestro trabajo como médicos, obreros, profesores, barrenderos, camareros, etc. Pero en la sociedad hay un número importante de profesionales de la especulación, que al igual que el cáncer en el cuerpo humano, nos llevan directamente a la ruina. Gente que no hace nada tangible.

Son los nuevos dioses. Ellos mueven el dinero y consiguen ganancias exorbitantes sin producir. Son los amos del mundo. Pero nos conducen hacia un mundo sin futuro puesto que si su meta es ganar cada vez más ¿qué van a inventar una vez que nos hayan arruinado a todos en un mundo sin reglas?

¿Son tan malos como los pintan? No creo que sean malos. Son excelentes profesionales del "pelotazo", pero son incompatibles con el progreso del hombre. Veamos:

Si consideramos que la democracia es la sociedad más evolucionada en la historia de la humanidad y que sin reglas no hay democracia. Si consideramos que para obtener más ganancias estos financieros necesitan desreglamentar hasta llevarnos al caos, sin Estado. Si consideramos todo esto, es evidentemente que estamos dando un paso atrás.

Estos financieros no son malos "per se", son irresponsables, inconscientes del mal que generan porque la mayoría son élites que no han pisado el mundo real. Se manejan entre cifras que hipotecan a millones de personas sin asociarlo al sufrimiento que generan. Solo piensan en su Ferrari, su yate, sus colegios. Son la élite. No se han relacionado con gente normal, trabajadores, amas de casa o estudiantes porque viven separados desde pequeños, aislados en burbujas con sus iguales, no vayan a mancharse. Colegios, barrios, amigos, todos de "excelencia".

Estos financieros irresponsables no son compatibles con la democracia, con la sociedad de hombres libres. Por definición, porque ser libre es ser responsable de tus actos y ellos son capullos por madurar.