ANTE
EL ANUNCIO DEL ANTEPROYECTO DE REFORMA EDUCATIVA.
Estimados Sres/as:
Me dirijo a ustedes como presidente de la Asociación
Andaluza de Docentes de Economía en Secundaria (AADES). El objetivo de este escrito
es trasladarles nuestra inquietud tras la lectura del anteproyecto de Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa. Dicho borrador ha supuesto un
duro golpe para los docentes de Economía en Secundaria que llevamos años
luchando por la presencia de unos conocimientos económicos-financieros básicos
en la educación secundaria.
No creemos necesario exponerles en profundidad las razones
y motivos que aportamos acerca de la importancia de la cultura
económica-financiera básica como competencia que ha de alcanzar todo alumno/a
que curse hoy en día una educación secundaria en España.
Nuestra inquietud se basa no solo en el hecho de que
la nueva ley sigue sin ofrecer de forma real una asignatura de conocimientos
económicos, ni en tercero ni en cuarto de la ESO, sino que además incurre en lo
que consideramos un grave error, ya que en el nuevo Bachillerato de Humanidades
y Ciencias Sociales desaparece la asignatura de Economía dentro de las de modalidad
en 1º de Bachillerato de Ciencias Sociales, siendo sustituida por Literatura
Universal.
Llegamos así al sinsentido de obligar a alumnos que
se matriculan en el Bachillerato de
Ciencias Sociales y que cursarán estudios de
Administración y Dirección de Empresas, Economía, Derecho, Marketing, etc. a
cursar Literatura Universal pudiendo, sin embargo, no seguir un curso introductorio
de Economía.
Actualmente la enseñanza de Economía está únicamente
presente en una de las tres modalidades de Bachillerato, el llamado
Bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades, que cuenta con materias
obligatorias, materias de modalidad que definen el perfil de los posteriores estudios
y materias optativas que complementan o amplían los conocimientos.
Y aunque, como hemos mencionado anteriormente, no creemos
necesario aportar razones para entender la importancia para la ciudadanía de
ampliar su cultura general con conocimientos económicos-financieros, les
trasladamos una serie de argumentos en los que basamos nuestra reivindicación.
Así pues defendemos que la crisis económico-financiera
ha tenido, tiene y seguirá teniendo una fuerte repercusión en España dejando
claro el desajuste entre el sistema educativo y las oportunidades
profesionales. Entendemos, por ello necesario que las administraciones
educativas españolas no se pueden quedar al margen respecto a los cambios que
ha sufrido la sociedad global. Estamos ante una oportunidad importante para
corregir errores y avanzar en la línea de otros países europeos como Noruega o
Finlandia.
La Comisión Europea ha elaborado un informe “New
Skills for New Jobs” http://ec.europa.eu/social/main.jsp?catId=568 que puede
servir a las administraciones públicas para orientar adecuadamente las reformas
educativas. El sistema educativo debe estar correlacionado con el mercado
laboral.
Grosso modo, el sistema educativo en España se
estructura en Educación infantil, Primaria, Secundaria y Educación Superior. En
este sentido, la Educación Secundaria post obligatoria integra Bachillerato y
Ciclos Formativos. Se supone que superada la Educación Secundaria Obligatoria
(16 años), los alumnos deben de haber alcanzado las competencias básicas
recogidas en el informe europeo: “Key Competences”
http://ec.europa.eu/dgs/education_culture/publ/pdf/lllearning/ keycomp_en.pdf
A partir de esta edad se le debe facilitar al
alumnado la posibilidad de comenzar a edificar una carrera profesional acorde a
los nuevos puestos que demanda el mercado de trabajo. Sin embargo, analizando
el borrador del proyecto de reforma educativa, no llegamos a comprender cómo se
propone un proyecto de reforma educativa alejado completamente de la realidad económico-social
actual.
Por todo ello le trasladamos las objeciones que nos
plantea el anteproyecto y algunas sugerencias de mejora:
PRIMERO. La materia de Economía debe aparecer como
materia de modalidad en el
Bachillerato de Ciencias Sociales, sin perjuicio de
posibilitar que ésta sea escogida como optativa por el alumnado del resto de
ramas de Bachillerato. De hecho, la materia de las Ciencias Sociales con mayor
inserción laboral no puede quedarse fuera de las Ciencias Sociales.
En el borrador del proyecto se propone una modalidad
de Bachillerato de Sociales a nuestro juicio descabalada con Matemáticas,
Geografía y Literatura Universal. Nos preguntamos si la introducción de esta
última materia en lugar de Economía se debe a una errata en la redacción, porque
de lo contrario supondría una grave irresponsabilidad. Se ha de saber que las
Ciencias Sociales integran TODAS las áreas del conocimiento que estudian el
comportamiento humano, desde Historia a Psicología, y por supuesto Economía.
Hoy más que nunca el comportamiento humano
está condicionado por actos económicos. Les rogamos, por tanto, que tengan a
bien corregir esta propuesta.
Nadie puede cuestionar la inserción laboral de los estudios
de la rama de Ciencias Sociales, así lo recoge el informe de El Mundo sobre las
carreras más demandadas:
http://hosting01.uc3m.es/semanal3/documents/rankingelmundo_2012.pdf.
En este informe se expone que una gran mayoría de
alumnos (el 51% de los bachilleres), después de la formación en Ciencias
Sociales acaban eligiendo grados de esta RAMA CIENTÍFICA, la rama de Ciencias
Sociales.
SEGUNDO: La oferta educativa debe ser INTEGRADA. No
podemos ofertar en 2º de
Bachillerato de Sociales Economía de la Empresa como
materia de Modalidad sin incluir Economía en 1º de Bachillerato como materia de
modalidad de Ciencias Sociales.
Si queremos estar a la altura de los mejores, en
términos educativos y de empleabilidad no podemos dejar de lado una materia que
en el mundo actual podría tener tintes de instrumental, ya que ayuda al
ciudadano anticiparse a las continuas y complejas decisiones que tiene que
tomar diariamente. E incluso, siguiendo los currícula de dichos países, debemos
realizar una propuesta coherente e integrada que aporte a los jóvenes formación
económica progresiva. Pedagógicamente carece de sentido ofertar como materia de
modalidad en 2 º de Bachillerato de Sociales, Economía de la Empresa sin que en
primer curso se oferte una materia de modalidad apropiada a la rama del conocimiento
elegida por el alumno, Economía.
TERCERO: Si las competencias básicas deben conseguirse
al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria, todos los alumnos deben cursar
materias que les aporten esas competencias básicas. Entonces, ¿qué ocurre con
la educación emprendedora? Adicionalmente, en relación a dicho aspecto, echamos
de menos una concreción clara del compromiso hecho público por el presidente de
este gobierno en materia de EDUCACIÓN EMPRENDEDORA. Según el “Entrepreneurship
Education at School in Europe” de Eurydice, una de las competencias básicas a
fomentar en la escuela es el espíritu emprendedor. En España, la regulación
legislativa a nivel nacional en esta materia se limitaba a una la Ley de acompañamiento
a otra de naturaleza económica, Ley de Economía Sostenible. El espíritu
emprendedor es una competencia básica (”Key Competences”) que se debe alcanzar
todo el alumnado al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria (del mismo
modo que el resto de competencias). Por ello, es imprescindible dar respuesta
educativa a esta clara necesidad incluyendo esta asignatura en el currículum de
la Educación Secundaria. Todos los alumnos del último curso de la Educación Secundaria
deben ser formados en dicha área, no siendo de recibo relegar esta cuestión
como una materia transversal. La Educación Emprendedora debe figurar de forma
autónoma en el currículo de Educación Secundaria Obligatoria, estando su
docencia atribuida al profesorado especialista en esta materia, esto es, al
profesorado de la especialidad de Economía.
CUARTO: Si los Organismos Internacionales hacen recomendaciones
para ajustar la formación del alumnado al desarrollo de la sociedad. ¿Por qué
no hacer caso sobre las directrices que reconocen la necesidad de formar en
cultura financiera a nuestros jóvenes? No podemos olvidar las recomendaciones
hechas por la OCDE en materia de educación financiera en el informe “Financial
Lireracy Assessment Framework”. En él se advierte de la complejidad de la
sociedad actual y de la necesidad de formar a los jóvenes para que sean agentes
responsables y capaces de comprender el alcance de sus decisiones económicas.
Según este informe, la educación financiera en los colegios no es nueva, en
2005, la OECD recomendó la introducción de la educación financiera en las
escuelas. Lo novedoso en este informe es la inclusión en las pruebas PISA de
una prueba de cultura financiera. ¿Cómo van a superar nuestros alumnos los
conocimientos mínimos de dicha prueba si no se le ofrece la oportunidad de
formarse en dicha materia?
Para que los alumnos alcancen una mínima competencia
en educación financiera y, debemos reflexionar sobre muchos de los aspectos de
la actual crisis, que creemos se presenta como una clara oportunidad para
introducir estos conocimientos en el currículum de Educación Secundaria
Obligatoria y evitar las tomas de decisiones erróneas en la sociedad civil.
Como conclusión y siguiendo el “Estudio de la
situación de los estudios económicos en los diferentes currículum educativos de
los países europeos. Información 2009/2010” de Joan Sala Grau y Carles Batlle
García; podemos señalar que todos los países europeos excepto Portugal, Italia
y España incluyen formación económica en la etapa obligatoria. No hay duda de
que si corregimos esta carencia a tiempo, estaremos facilitando a nuestros
jóvenes herramientas útiles para una verdadera correlación entre formación e
inserción profesional. Ello, sin duda, generará un efecto multiplicador en la
economía real como bien expone Andrés A. González Medina en su recomendable
artículo “La enseñanza de la Economía como respuesta a una necesidad social” http://www.extoikos.es/pdf/n1/respuestaaunanecesidad.pdf.
QUINTO: En el anteproyecto de ley desaparece la
asignatura optativa “Fundamentos de
Administración y Gestión”, que contrariamente a
algunas manifestaciones procedentes de colectivos sin duda poco informados
aparecidas en los medios de comunicación en los últimos días, no supone ningún
solapamiento con la materia troncal de “Economía de la Empresa”. Esta materia
es de singular importancia, entre otros, para alumnos que van a cursar ciclos
formativos de grado superior una vez finalizado el bachillerato.
Finalmente, queremos llamar la atención del serio
problema que puede suponer la desaparición de esta materia, lo que unido a los
efectos de las medidas anteriormente expuestas, puede resultar en multitud de
profesores de la especialidad de Economía imposibilitados para conseguir
completar su carga horaria, viéndose obligados a desplazarse de sus centros de
destino y quedando las materias en manos de profesores no especialistas, como
ya está sucediendo en algunas Comunidades Autónomas.
AADES está integrada en la Confederación Estatal de
Asociaciones de Profesorado de
Economía en Secundaria, (CEAPES) y adopta esta
iniciativa en colaboración con el resto de las asociaciones que la integran:
• Asociación Galega de Ensinantes de Economía en
Secundaria (AGAEDES)
• Asociació de Professors d’Administració, Comerç i
Economia del País Valencià
(APACEPV)
• Asociación de Profesores de Economía de la
Secundaría de Extremadura
(ECONODOCENTES)
• Associació d’Ensenyants d’Economia i Empresa (eee)
• Asociación de Docentes de Economía en Secundaria
de la Región de Murcia (ADESMUR)
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