CHILE,
ANIVERSARIO DE UNA TRAICIÓN
1.En 1970, tras reñidas elecciones
celebradas el 4 de septiembre, las urnas otorgan el apoyo popular a Salvador
Allende, candidato de la Unidad Popular( Agrupación de socialistas y
comunistas); con el 36,3%, del total de votos emitidos; la izquierda chilena, al
amparo de las urnas, iniciaban un duro camino, con la hostilidad manifiesta de
sectores de la derecha más radical y de EEUU
La “ vía chilena al socialismo” fue una
maravillosa experiencia de profundas transformaciones sociales en apoyo de las
clases populares de Chile combinada con un exquisito respeto al marco
constitucional y al pluralismo político; pero las oligarquías locales y dos
siniestros personajes, Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger,
no estaban dispuestos a que ese proyecto tuviera éxito; ya intentaron que
Allende ni pudiera acceder a la Presidencia, y hasta el golpe de Estado la CIA
y sus aliados políticos en el país pusieron la proa al conjunto de medidas
progresistas adoptadas por la UP( nacionalización del cobre, reforma agraria,
congelación de precios, subidas de salarios, etc)
El 11 de septiembre de 1973, hace hoy 39
años, militares traidores a la Constitución y al pueblo de Chile, encabezados
por Pinochet( paradójicamente propuesto meses antes por Prats, su antecesor y
verdadero ejemplo de militar democrático, como comandante en jefe del Ejército)
ejecutan un golpe de Estado que sumió a Chile en una larga noche de sangre,
muerte y tortura; los chilenos, al igual que los españoles, tenemos la triste
coincidencia que nuestros correspondientes máximos criminales murieron en la
cama, uno aún en el poder y el otro con la absoluta impunidad del mismo
2. Allende y un grupo de leales
defensores de la democracia murieron en el Palacio de la Moneda, plantando cara
e los cobardes que deshonraban el uniforme que llevaban; a las 10:15, a través
de radio Magallanes. Allende emitió su último mensaje a la Nación; quiero
reproducir este discurso de un hombre que sabe que va a morir, pero que es
capaz en momentos tan duros de mostrar la dignidad propia de quien cree en el
ser humano; a mi me sigue emocionando y me ayuda a reafirmarme en mi fe en la
izquierda y en la democracia, la una no es posible sin la otra:
“Pagaré con mi vida la defensa de
principios que son caros a esta patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han
vulnerado sus compromisos, faltado a su palabra, roto la doctrina de las
Fuerzas Armadas.
El pueblo debe estar alerta y vigilante.
No debe dejarse provocar, ni dejarse masacrar, pero también debe defender sus
conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna
y mejor.
Una palabra para aquellos que llamándose
demócratas han estado instigando esta sublevación, para aquellos que diciéndose
representantes del pueblo, han estado turbia y torpemente actuando para hacer
posible este paso que coloca a Chile en el despeñadero.
En nombre de los más sagrados intereses
del pueblo, en nombre de la patria, los llamo a ustedes para decirles que
tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta
es una etapa que será superada, éste es un momento duro y difícil. Es posible
que nos aplasten, pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La
humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.
Compatriotas: es posible que silencien
las radios, y me despido de ustedes. En estos momentos pasan los aviones. Es
posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con
este ejemplo, para señalar que en este país hay hombres que saben cumplir con
las obligaciones que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por la
voluntad consciente de un presidente que tiene la dignidad del cargo...
Quizás sea ésta la última oportunidad en
que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de
Radio Portales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura, sino
decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el
juramento que hicieron.
Soldados de Chile, comandantes en jefe y
titulares... al almirante Merino... ... El general Mendoza, general rastrero
que sólo ayer manifestara su solidaridad y lealtad al gobierno, también se ha
denominado director general de Carabineros.
Ante estos hechos sólo me cabe decirle a
los trabajadores: yo no voy a renunciar. Colocado en un tránsito histórico,
pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza que
la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos,
no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos,
pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza.
La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: quiero
agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en
un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su
palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. Es este
momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, espero que
aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la
reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición: la
que les señaló Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctima del
mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena conquistar
el poder para seguir defendiendo sus granujerías y sus privilegios. Me dirijo,
sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra: a la campesina que creyó en
nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de su preocupación
por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales
patriotas, a los que hace días están trabajando contra la sedición auspiciada
por los colegios profesionales, colegios de clase para defender también las
ventajas de una sociedad capitalista.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que
cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha; me dirijo al hombre de
Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán
perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas
presente en los atentados terroristas, volando puentes, cortando las vías
férreas, destruyendo los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de los
que tenían la obligación de proceder... La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será
acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa: me
seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes, por lo menos mi recuerdo será
el de un hombre digno que fue leal con la patria. El pueblo debe defenderse,
pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero
tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en
Chile y su destino. Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la
traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que
tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para
construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los
trabajadores!
Estas son mis últimas palabras, teniendo
la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por
lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la
traición.”
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