EL
DÍA QUE MUERAN LAS PYMES
“Si vas a decir la verdad a la gente,
más vale que les hagas reír. Si no te pueden matar”. George Bernard Shaw.
Las Pymes somos las grandes olvidadas de
nuestra sociedad. Alguna vez os habéis preguntado por qué. La respuesta es muy
sencilla, nadie de los que nos gobiernan viene de una pyme, casi nadie
recomienda a los jóvenes más preparados que trabajen en pymes. Y no nos damos
cuenta de que sobre la estructura de las pymes, se asienta la libertad de los
países, el reparto de la riqueza y la sostenibilidad del estado de bienestar.
Os quiero invitar a que cojáis uno por
uno, a todos los miembros del gobierno que tenemos, del anterior, y del
anterior, y del anterior. ¡Nadie viene de trabajar en una PYME!
Los políticos que tenemos en este país
provienen de tres grandes grupos:
a) Políticos “profesionales” (por
llamarles de algún modo). Vienen de las canteras de los partidos. No han
trabajado en toda su vida, y a lo más que han llegado, es a hacer la pelota de
manera continuada a los cargos más importantes, a ver si pillaban algún puesto
con sueldo público, o los de más arriba, un puesto donde además trincar, porque
se manejaba algún presupuesto.
b) Funcionarios. Personas que vienen de
la administración, unos más válidos que otros, por supuesto, pero que
obviamente no saben en carne propia que es eso de una pyme.
c) Empleados de grandes empresas. Estos
son los menos. Y además vienen de macro empresas. En este gobierno tenemos a
uno que viene de Lehman Brothers, y a otro de una empresa de armamentos. Esta
gente tampoco tiene ni idea de qué es una pyme.
Pensad en Rajoy, Zapatero, Aznar,
González, Calvo Sotelo y Suarez. Nunca supieron qué era una pyme de verdad.
Ahora coged a todos los presidentes de comunidades autónomas, a casi todos los
consejeros… Es imposible que gobiernen para una realidad que desconocen
completamente. Pero es que no es que no sepan qué es una pyme, ¡es que tampoco
saben lo que es ser un trabajador! (o un obrero, como prefiráis). Ninguno de
estos ha pasado noches en vela, no sabiendo cómo van a pagar las nóminas este
mes, ni si la empresa donde trabajan como empleados cerrará en breve, y adónde
tendrían que ir a buscar trabajo para mantener a su familia y pagar la
hipoteca, para que no le desahucien.
Y lo peor, siendo terrible, no es esto.
Lo verdaderamente dramático, no es de dónde vienen, sino adónde quieren llegar.
Que también se dividen en tres grupos.
a) Seguir siendo políticos
“profesionales” el resto de su vida. Por lo que dedicarán todos sus esfuerzos,
no a gobernar, sino a tratar de seguir manteniendo la poltrona. Medirán sus
decisiones en función del coste electoral o del peligro de perder su silla, en
vez del beneficio de la nación. Basta con mirar lo que hacen…
b) Volver a su puesto de funcionario.
Por lo que procurarán que las condiciones que se encuentren al llegar sean las
mejores posibles. Es lógico y comprensible.
c) Formar parte de consejos de
administración, o ser asesores de grandes empresas. Con puestos hechos a su
medida para explotar, mientras los tengan, sus contactos, y que esas macro
empresas sean favorecidas por los políticos de turno.
Nadie, absolutamente nadie de ellos,
quiere trabajar en una pyme, ninguno querrá ser “emprendedor”. ¿Para quién van
a gobernar entonces?
He omitido un gran número de ellos que
sí que tienen pymes, pero son empresas que han creado de forma artificial,
muchas veces con un pariente o un testaferro de por medio, para contratar a
dedo con la administración y robarnos a todos los españoles (pero de estas, ya
¡para qué vamos a hablar!).
Para esta gente, las pymes y los
trabajadores, no somos más que unos sujetos a los que tratar de manipular para
conseguir que les votemos cuando hay elecciones, y para que paguemos impuestos,
que hagan que sus privilegios se mantengan.
¡Cómo hemos estado tan ciegos! ¿Cómo es
posible que elijamos, para que nos representen, a personas que desconocen
completamente cual es la realidad sobre la que se sostiene un país?
Porque no lo olvidemos, el país
funciona, porque hay pymes que hacemos que todo ocurra. El 99,8% de las
empresas de nuestro país son pymes, y el 65% del empleo lo generan las pymes
(datos del ministerio).
Pero, demos un paso más. ¿Estamos
creando un sistema, una cultura, en el que la gente más preparada, quiera
trabajar en pymes? ¿Les decimos a los mejores estudiantes que trabajen en
pymes? Aunque nosotros tengamos o trabajemos en una pyme. A lo más que se
llega, es a que se incorporen a la empresa familiar si es que se tiene una.
Prácticamente nunca aconsejamos a los mejores que busquen trabajo en una pyme.
¿Verdad?
Nadie, ni nosotros mismos, nos damos
cuenta de que el día que desaparezcan las pymes desaparecerá la sociedad como
la conocemos. Seremos, o potentados de grandes corporaciones, o “pseudoesclavos
intercambiables” (1% potentados, 99% pseudoesclavos). Podemos mirarnos al
espejo y examinar si vamos a formar parte de la cúpula directiva de alguna
macro corporación. Si no es así, nos toca del lado de pseudoesclavos.
Las pymes son el ecosistema donde vive
la libertad, de donde nace el estado de derecho, y el estado (posible) de
bienestar. Y lo estoy diciendo completamente en serio.
Muchas de las grandes corporaciones son
unos entes difusos que pertenecen a grupos económicos, que a su vez pertenecen
a otros grupos económicos, y que nadie acierta a saber quiénes son. Para estos
entes las personas del mundo somos “mercados” a los que vender sus productos.
No digo que no sea legítimo, digo que si en algún momento estas entidades lo
colonizan todo, nuestra vida cambiará radicalmente. De hecho, ya está
cambiando. Las pymes son la única alternativa real a lo que describo.
A finales de Junio me pidieron en la
universidad de Vigo que diera una charla a los universitarios sobre las pymes,
en un entorno donde, según las encuestas, el 80% quiere ser funcionario. Creo
que ha sido de las mejores cosas que he hecho en mi carrera. Como dice un amigo
mío, por contenido es un mensaje que debe hacer pensar a todos los jóvenes, y a
todos los padres, sobre qué ideas y valores estamos transmitiendo a las
siguientes generaciones, y adónde conduce. Y por la forma en que ha quedado,
parece un show del club de la comedia de casi dos horas ;-) . ¡Lo único que os
puedo garantizar es que os vais a reír!
http://tv.uvigo.es/es/serial/1441.html#15240
Si estáis de acuerdo con el contenido,
compartirlo con personas que puedan ser sensibles a la “realidad pyme”, porque
creo que es la mayor defensa que podemos hacer del papel de las pymes como
soporte de nuestra civilización. Y como digo en el vídeo, no es una cuestión de
idealismo, sino de pura supervivencia, y, hasta si me apuráis, de egoísmo,
porque cualquier otra alternativa, me parece mucho peor.
Y, dado el momento económico que vivimos,
las pymes posiblemente sean la mejor oportunidad para que nuestros jóvenes
puedan educarse en la cultura del esfuerzo, del aprendizaje continuo, de lo que
es el “mundo real”. Para generarse una “marca personal” compuesta de logros,
sensatez, y escasez de recursos. Debería ser el medio donde se formen las
personas que puedan gobernar nuestro país dentro de unos años, cuando su mente
se haya forjado en la resolución de problemas concretos, rodeados de gente
normal, con necesidades y preocupaciones cotidianas.
Puede ser una excusa perfecta para
hablar con nuestros hijos sobre cuál es la realidad donde vivimos, “la de
verdad”, no esa otra ficción de hace unos años, donde podíamos pensar que había
dinero para cualquier lujo, que siempre habría alguien que nos lo prestaría, ya
fuera como persona, empresa o país. Podemos preguntarnos dónde nace la
auténtica libertad de los pueblos, para descubrir que no está lejos de donde
nacen las pequeñas estructuras independientes de toma de decisión, ya sean
personas, familias o empresas. El día que todo esto sea superado, la libertad
será una mera palabra abstracta.
La libertad nunca es fruto de la
casualidad, siempre es consecuencia de una lucha consciente. Y como sociedad
tenemos la oportunidad de construir nuestra libertad frente a un neo
feudalismo. En un momento de la historia fueron los incipientes negocios,
artesanos, comerciantes, quienes superaron el sistema de opresión feudal. Hoy
nos vemos abocados a un proceso inverso.
Si somos capaces de crear una sociedad
en torno a un “Estilo pyme de vida”, habremos ganado la batalla en favor de una
sociedad libre y económicamente viable.
Pero la pyme, tal y como la conocemos,
debe reinventarse para adaptarse al siglo XXI, si no, nos convertiremos en
pichones en una cacería con suelta de aves, a tiro de las múltiples escopetas
que nos esperan para desplumarnos. Que la alternativa deseable sea un entorno
pyme, no significa que no vaya a costar mucho esfuerzo cambiar tantas
mentalidades. Es posible que esta conferencia contribuya un poco.
En esta batalla nos jugamos mucho más de
lo que imaginamos. Y luego no valdrá lo de que “entre todos la matamos, y ella
sola se murió”. Por nosotros no va a quedar. Por eso os animo a todos, a que
cada uno, desde nuestro rinconcito, promovamos la “cultura pyme”.
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