PUENTES
Hay
emboscados tendiendo puentes.
Puentes
reflexivos hacia uno mismo.
Puentes
que regresan en silencio
religando
con fuerza en un único haz
la
deshilachada voluntad entretenida
en
la altruista red de instintos y creencias.
Puentes
para la buena nueva perenne.
Puentes
para parar y dejar de hacer.
Puentes
para sanar.
Hay
un graffiti en un puente:
“La
perfección moral es una *racionalidad inquebrantable*
En
otro puente hay pintado un beso.
Sin
publicidad de momento.
Pasa
un volantín en brazos del viento
y
se lee en su cola:
"Es
tu conducta, estúpido"
(En
tiempo real, recibo un wasap)
"Tu
necia conducta irracional que te mantiene atrapado
en
la confusión compartida de la urdimbre enfermiza
del
nosotros que te aloja desde la cuna".
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