LOS
DESEQUILIBRIOS FUNDAMENTALES
La vida es un juego. La vida es como una
partida de póker en la que cada uno tiene sus cartas. Unos la tienen peor y
otros mejor pero si no sabes jugar de nada vale llevar una buena mano. Hay
quien guarda repóquer de ases y su vida es un calvario. El que no apuesta, el
que no arriesga nunca, ese está abocado a perder, a la muerte en vida.
Pero la vida es organización. Del caos
primigenio, de la máxima entropía, la vida camina en sentido contrario al que
nos lleva el abandono. El universo, no sabemos por qué, se va organizando y
haciendo cada vez más complejo. Cúmulos, estrellas, planetas, planetas vivos.
Algo mueve en la dirección de la vida, cuyo cénit señala el comienzo del
declive y el camino de vuelta hacia la muerte.
¿Qué explosión inicial, de donde sale
esa energía descomunal que con un plan culmina con la vida, la organización más
compleja existente?
La vida es movimiento y renovación en
equilibrio. La vida no ni estática, ni tiene que ser completamente segura,
La vida, lo más elevado que tenemos es
por tanto una compleja organización. El humano, máxima expresión en la
evolución de los sistemas vivientes.
El abandono, la falta de plan lleva al
caos, al aumento de entropía y la muerte. Pero mucha gente perdida hoy se
pregunta:¿Pero en torno a qué organizarnos?
Antes los humanos tenían en la religión
una guía. Ahora, en este mundo global donde uno puede elegir hasta el ateísmo,
estamos más perdidos que nunca. Hay quien se mete en peligrosas sectas, o en
partidos, o se dejan llevar por los medios. Pero hay un sentimiento general de
extravío, porque en el fondo estamos solos y saber eso asusta. Llenamos
nuestras vidas con ruido para no enterarnos, de múltiples maneras para evitar
el silencio y no escucharnos a nosotros mismos. La tecnología nos proporciona
muchos recursos para esto. Pero es uno el que ha de dirigir su camino, dentro
de las inevitables y en parte necesarias influencias.
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