ÚLTIMA SOLUCIÓN, ¿LA MUERTE?

ÚLTIMA SOLUCIÓN, ¿LA MUERTE?


Ayer, la mayoría del Partido Popular imponía el “medicamentazo” excluyendo de la cobertura del Sistema Sanitario más de 400 medicamentos.
Esto, unido al “recetazo” y a la conversión del Sistema Nacional Público de Salud en un servicio de “asegurados” en lugar de un derecho individual y universal de todos los residentes en nuestro país, acelera, sin duda, el deterioro de las condiciones de salud y vida de todos nosotros y nosotras.

Igualmente hoy la mayoría del PP impondrá los Presupuestos Generales de 2012 donde, se han aceptado solo tres enmiendas menores sobre las más de 3.000 enmiendas propuestas por el conjunto de la oposición parlamentaria (¡¡VIVA EL DIÁLOGO!!). Con éstos presupuestos se recortan inversiones, empleo, infraestructuras, subvenciones a I+D+i, a la sanidad, a la educación, a la dependencia, a la formación profesional, …

Del mismo modo hoy el PP usará su mayoría para imponer –en peores condiciones que en el Real Decreto- la Reforma Laboral con lo que se atacan los derechos de los trabajadores y trabajadoras, se reduce la Negociación Colectiva, se abarata el despido…

A estas “desgracias nacionales” hay que unir las autonómicas de Madrid, Castilla La Mancha o de Andalucía. Donde de una forma u otra se provocan despidos de interinos, recortes de salarios, deterioro de los Servicios Públicos, …

Por si fuera poco, en Europa, Merkel promete, ante la reunión de la Eurocumbre, que: “mientras viva no habrá eurobonos para ayudar a salir de la crisis”.

Con estas medidas nos preguntamos ¿alguien ha optado por la muerte como solución al provocar el deterioro tanto de la salud, como de las condiciones del trabajo, o al aumentar las penurias del desempleo y los efectos de la política de austeridad?
Si es así, rebelémonos y que se mueran ellos.
PUBLICADO EN http://criticcoosdigital.blogspot.com.es/

1 comentario:

juanmanuel dijo...

No hay mal que para bien no venga. En este caso el refranero viene como anillo al dedo. No solo estas medidas nos van a liberar un poquito del “enganche” a la industria criminal mafiosa sanitaria, sino que nos va a empujar a ser más responsables de nuestra salud, osea, a asumir nuestra soberanía sanitaria y buscar soluciones alternativas y válidas a nuestros problemas de salud, que las hay, y muchas. Soluciones y hábitos preventivos que en verdad procuran por un sociedad sana y libre de toda enfermedad, no que retroalimentan, cronifican enfermedades y envenenan a nuestra sociedad para sostenerla artificialmente enferma y sufriente, y sostener así este colosal negocio.
Bueno, no solo asumimos esa responsabilidad y salimos de esta maquinaria diabólica de sufrimiento y dolor, sino que dejamos de apoyar, alimentar, financiar con una parte muy sustancial de nuestro trabajo a un sistema mafioso criminal, copado por las mas insignes (por malvadas) entidades del planeta.