Parece claro qué es lo que quiere decir el presidente vasco, Patxi López, cuando señala que el programa económico del Partido Popular es 'ideológico'. Aunque la manera de expresarlo no se antoja la mejor --todo es 'ideológico' en la vida--, el propósito del lehendakari es subrayar que el PP pretende vender como objetiva y tecnocráticamente incuestionable lo que no es sino un trasunto de su descarado ideario neoliberal.
Pena es, sin embargo, que el presidente vasco no se percate de que, puestos en éstas, tan 'ideológico' como lo del PP es el arrebato del propio López, empeñado en convencernos de que nuestro objetivo mayor debe estribar en recuperar la senda del crecimiento. ¡Pues vaya! ¡Menudo progreso! Ahora va a resultar que no es pura 'ideología' la querencia que los economistas muestran por un conjunto de prácticas, las del mentado crecimiento, que nada tienen que ver con la cohesión social, guardan una relación nebulosa con la creación de empleo, se traducen a menudo en agresiones medioambientales irreversibles, provocan el agotamiento de recursos básicos, reclaman el expolio de la riqueza de los países pobres y propician, en fin, el asentamiento de un modo de vida esclavo que nos invita a identificar, fraudulentamente, consumo y bienestar. ¡Anda que no hay 'ideología' en todo ello!
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