PAYASOS
DE TEMPORADA
La televisión siempre busca y persigue
material para alimentarse, más aún en los meses estivales y especialmente
cuando llega la canícula de agosto. Entre ese material para esquivar la sequía
informativa y las serpientes del verano se encuentran, irremediablemente,
personajes que derivan en payasos y cuyos sainetes divierten al personal, ya
sea a través de los telediarios o los programas de entretenimiento. En agosto
la nómina ha andado repleta. Foco principal para el ínclito bufón, diputado
andaluz de IU, alcalde plenipotenciario y Robin Hood que arremete contra los
trabajadores de supermercados y ultramarinos: el excelentísimo Juan Manuel
Sánchez Gordillo y su troupe. De líder sindicalero en horas bajas a carne de
cañón en programas del corazón. Si Paolo Vasile lo medita, aquí tiene a un
perfil perfecto como candidato para la próxima edición de Gran Hermano en
Telecinco o, quizá, tertuliano de Sálvame. Si en la revista Interviú quieren
dar el campanazo en su portada que vaya preparando un cheque al portador a
nombre del hombre adosado a un megáfono que más nos ha dado la tabarra este
verano.
Las televisiones también pueden echar
mano de otros personajes nacionales e internacionales que darían para rellenar
magazines, series basadas en hechos reales y hasta concursos: José María
Ruiz-Mateos -en Antena 3 le han encendido una vela por las exclusivas que les
concede gratis total-, el caricato que preside Ryanair y que responde al nombre
de Michael O'Leary, y el alcalde pedáneo del Peñón de Gibraltar, Fabian
Picardo, cuyo enemigo particular es un barquito de apenas seis metros de eslora
llamado Divina Providencia y cuyo patrón -para escarnio del Hugo Chávez del Estrecho-
pesca en aguas españolas enfundado en la camiseta de nuestra selección de
fútbol. Con todos estos mimbres las cadenas disponen de material de sobra para
alargar sus programas a coste prácticamente cero.
Mientras tanto, y a la chita
callando, TVE-1 terminará el mes de nuevo como líder de audiencia salvo
cataclismo en el sprint final. Llega septiembre y con él una nueva temporada
televisiva que no pinta en principio nada bien para el sector audiovisual por
culpa de la severísima crisis publicitaria. Esta situación será aún más grave
para las cadenas autonómicas y para todos esos canales de TDT que no terminan
de despegar, por lo que de aquí a junio de 2013 y la clausura de la temporada
no dude en presenciar a más operadores bajando la persiana. Aunque soy sólo
experto en pronosticar el pasado, me atrevo a vaticinar que Antena 3 se
convertirá en la sorpresa positiva de la inminente temporada. Y que las cadenas
no se atreverán a tirar de chequera para series de campanillas y continuarán
aliñando las parrillas con concursos y entretenimiento low cost. TVE arriesgará
lo mínimo y Telecinco seguirá a lo suyo porque, de momento, le funciona.
1 comentario:
Lo triste es que vemos como payasos a aquellos que tienen la razón de su lado ¿O es que es un payaso alguien que lucha por la igualdad en un país que se cae a pedazos? La verdad prefiero al payaso que parece tonto que al pedante engolado del que,al final, se ríe el primero.
Si no somos capaces de verle la verdadera cara a los personajes que nos gobiernan es que no hemos entendido todavía el mensaje de los payasos.
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