UTOPÍA. EDITORIAL OCTUBRE 2012. Nº XXXIX

ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES
DONDE PAGAN JUSTOS POR PECADORES
La dichosa crisis está demostrando lo que muchos anticipaban hace unos años,  el carácter pillo del español, el aplauso de la trampa, de lo marrullero, astuto y socarrón. No podemos olvidar que somos el país del Lazarillo de Tormes, el país donde engañar está bien visto, el país donde el fraude se sitúa en niveles muy superiores al del resto de países de la UE, el país donde el dinero invertido en educación no tiene su recompensa al dilapidarse cantidades ingentes en proyectos sin sentido ni lógica, el país donde pagamos en el taller sin IVA, el país dónde hacer la trampa supone un acto heroico y admitido por la ciudadanía, el país donde el índice de corrupción entre la clase político es cada vez más notorio, el país donde cada familia tiene una auténtica farmacia en su casa, el país donde el funcionario que se va dos horas a desayunar y a comprar al Corte Inglés ensucia al resto del funcionarido… Esto es España y la crisis ha sacado a la luz todo lo que muchos ya sabían.


Arreglar el carácter español, y eso supone arreglar la educación, debería ser fundamental si queremos salir de la crisis y regenerar nuestra sociedad.  No se trata de invertir ingentes cantidades económicas en educación y sí de una buena gestión económica que valore el esfuerzo y suponga un cambio de actitud. Mientras no cambiemos esto seguiremos a la cola. Y esto a pesar del elevado número de jóvenes con carreras acabadas y de gente de todo tipo que colabora en todo tipo de asociaciones sin recibir nada a cambio. Son estos últimos los que más están sufriendo los desmadres de otros. Y así nos va. Y así le va a España. 

2 comentarios:

Raúl Ibánez Martínez dijo...

¡ME HAN ESCANDALIZADO! los nuevos recortes de sanidad de este gobierno que se auto proclaman “humanistas-cristianos” y decretan retirar los beneficios de la atención médica a los inmigrantes o pagar 710.- y 1800.- euros/año, en función de la edad, a los sin papeles para recibir atención médica y si non pueden, que no pueden, que se mueran.
Más le valdría atarse una ruedad de molino al cuello y arrojarse al mar. ¡CANALLAS DESCREIDOS!
ROUCO VARELA -presidente de la conferencia episcopal- ahora tienes un motivo de calado para denunciar estas medidas inhumanas y demostrar a los católicos que eres cristiano de verdad.

Anónimo dijo...

Rouco? crees que le va a decir algo al gobierno que no le ha tocado nada?