HISTORIAS DE HOY EN DÍA. MARINA FLOX BEN


 HISTORIAS DE HOY EN DÍA

Viendo este video se me ha ocurrido la siguiente historia:


En una manifestación de sanidad donde la policía iniciase cargas policiales... igual a algún asistente se le podría ocurrir llamar al 112 para denunciar que se está cometiendo un abuso por parte de gente uniformada: de pequeñ@s nos enseñan que los “polis están para defender a l@s buen@s” así que no sería extraño pensar que los que reprimen son una especie de infiltrados, impostores o que “se les ha ido la pinza”.
Supongo que desde el 112 la respuesta no sería muy satisfactoria.


En esa manifestación pudiera ocurrir que de repente uno de esos polis no tan buenos sufriera un paro cardíaco o algo similar. Entonces sus compañeros pedirían ayuda de forma inmediata sabiéndose rodeados por personal sanitario: de pequeñ@s nos enseñan que hay que acudir al médico ante un problema de salud. Seguro que entre l@s asistentes en seguida alguien se acerca y tras un breve reconocimiento determina que hay que llevarlo al hospital de forma urgente pero dadas las restricciones para coger una ambulancia han de hacerlo en un furgón de la policía. A pesar de las quejas del superior intentando impedir ese uso privilegiado no permitido consiguen ponerse en marcha hacia el hospital más cercano. Dado el cierre de hospitales y plantas en los mismos éste ya no es tan “cercano”. Tenemos a un policía estable pero que ha de operarse inmediatamente.

Supongo que en cuanto su mujer se acerque con la tarjeta bancaria estará más tranquilo. ¡Qué cabeza la de este hombre, mira que olvidar eso!


En la misma manifestación dos ocupantes de un coche se encuentran sorprendidos por la misma. Impacientes por cruzarla empiezan a lanzar improperios calentando aún más el ambiente. Queriendo abrirse paso y ver el camino despejado, el coche acelera un poco y una persona que nada tenía que ver con la manifestación, resulta levemente golpeada por la espalda. Tendrá que acudir al hospital (esta vez sin la ayuda de una “lechera”) y se verán las caras en un juicio que tendrá multitud de testigos pero no lo tiene muy claro, porque era una manifestación “ilegal”: de pequeñ@s nos enseñan que para resolver las diferencias no hay que acudir a la violencia, sino a la justicia.

¡Qué mala suerte! Justo no se puede acoger a la exención del pago de tasas judiciales. Es barrendero y siempre cumple con su deber quitando todos los carteles de las calles, marquesinas, ascensores, fachadas y cristales. Todos sin excepción, incluido aquel que ahora recuerda sobre la manifestación en contra de las tasas judiciales. Lo dicho, ¡Qué mala suerte!, tocará echar cuentas para ver si sumando algo de la pensión de la abuela (que ya no le llegaba a ella y ahora menos) puede seguir pagando la hipoteca para ver si dentro de unos largos años (sabemos que la justicia es leeeeeeeeeenta) puede cobrar una indemnización....

El barrendero se lo piensa mejor, le reclama 20 euros al conductor y se conforma con probar suerte jugando un décimo a la lotería. En cuanto pueda solicitará el alta.

Voy a empezar a pensar que lo que está verdaderamente mal es la educación que nos han dado. ¿O acaso es esto lo que quieren conseguir y por eso l@s "profes", que no son tont@s, se están ya manifestando también

No hay comentarios: