WERT
AL ATAQUE
El otro día leía en twitter: "Franco ha
WERTo". Y creo que nunca mejor dicho. Ahora no sólo nos toca salir a la
calle contra los recortes en el sistema educativo, que se suman a los recortes
en sanidad, vivienda, prestaciones sociales varias... sino que tenemos que
manifestarnos de nuevo para defender algo tan fundamental como la educación en
nuestra propia lengua: el catalán. Un derecho que pensábamos teníamos
plenamente garantizado, pero, como muchos otros, ya no es así. Vivimos tiempos
inciertos.
La reforma educativa del ministro José Ignacio Wert
relega el catalán a lengua de "cuarta categoría". Con la nueva ley
tenemos el castellano y la primera lengua extranjera como troncales; la segunda
lengua extranjera como específica; y en cuarto lugar el catalán como lengua de
especialidad. De este modo, los alumnos podrán obtener el título de ESO o
Bachillerato sin acreditar conocimiento alguno de catalán, ya que no será
necesario examinarse de todas las asignaturas de especialidad. Un ataque en
toda regla a un modelo de inmersión lingüística que ha sido un ejemplo, no sólo
a nivel educativo sino también social.
Y es que en tiempos de crisis que mejor arma que
levantar la bandera del nacionalismo españolista más rancio, para minimizar los
recortes económicos y sociales. Se trata de crear un conflicto
socio-lingüístico y agitar el fantasma de la segregación. Ya lo decía Wert
meses atrás, su objetivo, "españolizar a los niños catalanes". Los
tiempos de la "¡Una, grande y libre!", vuelven. Wert and co. quieren
no sólo una educación "española" sino también sexista, clasista,
homófoba y autoritaria. No olvidemos la apuesta del PP por financiar los
colegios que segregan los alumnos por sexo, a pesar de la oposición del Tribunal
Supremo.
La semana pasada la consejera de educación catalana
Irene Rigau plantaba al ministro Wert en una reunión afirmando que "el
catalán no es negociable". Pero no sólo la lengua no es negociable.
Tampoco es negociable un modelo de educación público y de calidad al cual CiU
ha girado la espalda y que lleva años destruyendo. En lo que a recortes y
privatización se refiere, CiU es una auténtica pionera en casi todo. Las
medidas privatizadoras que contempla la Ley Wert han sido previamente
"experimentadas" en Catalunya con la Ley de Educación de Catalunya
(LEC) aprobada por el difunto gobierno Tripartito, que ahora la consejera insta
a defender. No sólo queremos una escuela en catalán, sino que queremos,
también, una escuela para todas y todos.
Ayer miles de personas salieron a la calle en
Catalunya para decir que "Som escola" y que "Per un país de
tots, l'escola en català". No hay otra. Volvemos a luchar por aquello que
nuestras abuelas y abuelos y madres y padres lucharon en tiempos del caudillo.
Como decía al principio, "Franco ha WERTo", pero, ¿es que alguna vez
se fue?
FUENTE PÚBLICO
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