MÁS ENGAÑOS DEL BANCO DE ESPAÑA
Un artículo
que acaba de aparecer en el Boletín Económico del Banco de España (Una
estimación del impacto de las variaciones del salario mínimo sobre el empleo)
ha sido rápidamente utilizado por los medios de comunicación para criticar y
combatir cualquier subida del salario mínimo español.
Justo cuando
el gobierno se disponía a aumentarlo un 0,6%, aparece el artículo y se utiliza
para hacer ver que el Banco de España se opone a la medida por sus efectos muy
negativos. TVE decía en su página web “El Banco de España: la subida del
salario mínimo puede destruir empleo entre jóvenes y mujeres” y la agencia
Europa Press lo difundía más o menos igual: “El Banco de España avisa de que el
incremento del SMI puede acarrear mayor destrucción de empleo”.
Se trata de
otro engaño más a los españoles del Banco de España. Se torturan los datos
convenientemente para poder llegar a la conclusión que casa con los principios
ideológicos de partida y se termina proponiendo justamente lo que conviene a
los grandes poderes económicos y financieros. En este caso, el mantenimiento
del salario mínimo en un nivel que hace dos años fue considerados por el
Consejo de Europa como “injusto e insuficiente”.
Incluso el
sentido común más elemental ya permite poner en cuestión la afirmación del
banco. ¿Cómo se puede creer que una subida del 0,6% pueda ser determinante del
empleo que lleven a cabo las empresas en un país con más de cinco millones de
desempleados y en donde el salario mínimo es de 645,30 euros mensuales, uno de
los más bajos de Europa?¿No será más bien al revés, que los salarios tan bajos
son los que generan demanda interna insuficiente para la inmensa mayoría de las
empresas españolas? ¿Es solo una casualidad insignificante para el Banco de
España que uno de los países con salarios más bajos y el único de la OCDE en
donde han bajado en términos reales sea el que tiene más paro?
El
sectarismo ideológico que motiva los pronunciamientos neoliberales del Banco de
España y de la mayoría de los economistas que trabajan allí les impide
comprobar que el efecto de los salarios mínimos en la teoría económica es una
de las cuestiones más controvertidas y que no se puede mantener como
inequívocamente cierto que su subida tenga un efecto negativo en el empleo, tal
y como se quiere trasladar a la opinión pública. Es más, hay quizá mayores
evidencias de todo lo contrario.
Para poder
demostrar que el salario mínimo más elevado supone en cualquier caso una rémora
para crear empleo hay que adoptar una hipótesis de partida que es completamente
irrealista: que los mercados funcionan como si fuesen de competencia perfecta
(en realidad, incluso así se puede refutar esas conclusión, pero no puedo
entrar en este texto breve sobre este asunto más complicado). Fuera de esa
irreal condición, el efecto de salarios mínimos más elevados es muy dudoso, e
incluso puede ser considerado como positivo para el empleo en muchas
condiciones, y en mayor medida en situaciones de recesión como la actual.
En 2007, 650
prestigiosos economistas estadounidenses, entre ellos cinco Premios Nobel,
firmaron un documento reclamando subidas del salario mínimo defendiendo que eso
apenas tendría efectos negativos sobre el empleo y que, por el contrario,
permitiría aumentar el bienestar de los trabajadores con bajo salario.
(Hundreds of Economists Say Raise the Minimum Wage).
Los
profesores Andrajit Dube,
T. William y Michael Reich publicaron en 2010 los resultados
de una investigación en la que analizaron lo ocurrido en los últimos 20 años en Estados Unidos demostrando que,
lejos de impedir la creación de empleo, la subida del salario mínimo tuvo
efectos positivos sobre el consumo y sobre el conjunto de la economía de aquel
país (Minimum Wage Effects Across State Borders: Estimates Using Contiguous
Counties. En el mismo sentido: Sylvia Allegretto, Arindrajit
Dube y Michael Reich Do Minimum Wages Really Reduce Teen. Employment?
Accounting for Heterogeneity and. Selectivity in State Panel Data).
Otros dos,
David Card y Alan Krueger, comprobaron en otro estudio que en New Jersey, donde
el salario mínimo había aumentado, creció el empleo, y que en Pennsylvania,
donde se había mantenido constante, se redujo (The Effects of Increases in the
Minimum Wage).
Estos
últimos autores señalan que lo más que
se podría llegar es a decir que tendría que darse una subida del 10% en el
salario mínimo (es decir, 17 veces mayor que la que el Banco de España critica)
para que quizá se produjese una caída del 1% en el empleo).
Otros muchos
estudios han demostrado, con datos de la realidad de diferentes países en la
mano, que las subidas del salario mínimo, lejos de ser negativas, pueden ser
muy positivas para la economía por diversas razones:
- Disminuyen
las rotaciones en el empleo, y por tanto la temporalidad, lo cual, entre otras
cosas, reduce los costes de formación que tienen que afrontar las empresas
porque los empleados permanecen más tiempo en sus puestos de trabajo.
- Aumentan
la oferta de trabajo pues incentivan que se incorporen más personas a la búsqueda
de empleo.
-
Incrementan la productividad, porque hacen sentirse mejor a los trabajadores y
comprometerse en mayor medida con los resultados de las empresas.
- Incentivan
la innovación porque es sabido que el bajo coste salarial lleva a las empresas
a utilizar el trabajo como una alternativa a la incorporación de nuevos
procesos y tecnologías novedosas, ya que si hay bajos salarios resultan
comparativamente más caras.
- Mejoran la
salud y las condiciones de vida de los trabajadores, de modo que se permiten
ahorrar recursos en gasto sanitario.
- Disminuyen
la pobreza lo que, además de ser humanamente muy satisfactorio, reduce también
los gastos en políticas sociales.
- Aumentan
el consumo y la demanda efectiva y de ahí la actividad económica en general y,
por tanto, el empleo. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha calculado que
aumentar el salario mínimo en 2,40 $ la hora de 2012 a 2014 aumentaría el
Producto Nacional en 25.115 millones de dólares y crearía 103.000 empleos
(David Cooper, A rising tide for increasing minimum wage rates).
- Incluso se
ha podido comprobar que los incrementos en el salario mínimo en las empresas
que tienen más abundancia de trabajadores con salario bajo o muy bajo no
repercute apenas en sus costes laborales totales, porque suelen dedicar más
cantidad a los grupos de salarios elevados.
¿Por qué el
Banco de España no tiene en cuentas estas consideraciones cuando habla de
salario mínimo? ¿por qué no considera que es vergonzoso referirse al salario
mínimo como peligro para el empleo cuando el actual tiene un poder de compra
que es casi un 20% menor que el de 1979? Si ha estado bajando en términos
reales y el desempleo ha aumentado o ha bajado con independencia de ello, ¿cómo
puede decir que aumentará si el salario mínimo sube ahora una miseria ?
No deseo ni
puedo hacer aquí un análisis exhaustivo de los estudios que se han hecho sobre
el impacto del salario mínimo sobre el empleo en todo el mundo, y ni siquiera
en relación con la economía española. Solo me gustaría señalar que los
resultados son, en cualquier caso, muy dispares, y que de ningún modo se puede
sostener como si fuese una verdad científica que un salario mínimo más elevado
es negativo para el empleo.
Baste
señalar que los estudios realizados en España también demuestran que en nuestra
economía tampoco se puede afirmar taxativamente una conclusión de ese tipo,
como se empeña en hacer creer el Banco de España, oficialmente o a través de
los estudios que publica, siempre con el mismo enfoque. Una investigación
reciente concluía que si el estudio se realiza por comunidades autónomas “se
obtiene un efecto negativo del salario mínimo sobre el empleo en ocho
comunidades (Asturias, Cantabria, Castilla y León, Baleares, Canarias, Navarra
y el País Vasco); en dos (Valencia y Cataluña) el efecto acumulado continua
siendo positivo y significativo, y en el resto de las regiones los efectos
encontrados son estadísticamente despreciables” (María Inmaculada González
Güemes, Carlos A. Pérez Domínguez, Sergi Jiménez Martín, Los efectos del
salario mínimo sobre el empleo juvenil en España: nueva evidencia con datos de
Panel). En otro más antiguo incluso se puso de evidencia que incrementos del 1%
en el salario mínimo respecto al salario medio del sector producían aumentos
del 0,32% en el empleo en la industria (Antonio Caparrós y Lucía Navarro,
Influencia del salario mínimo en el empleo de la industria española) o, como se
ha mostrado en varios de ellos que, si acaso, serían mínimos, tan solo
negativos para el empleo juvenil adolescente, o más bien condicionados por la
situación del ciclo o por otros factores macroeconómicos.
Evitar que
aumente el salario mínimo, y en general todos los salarios, es un error
gravísimo y ahora mucho mayor que en ninguna otra coyuntura. No solo se trata
de una medida injusta porque hace sufrir a los trabajadores más desprotegidos
solo para que se beneficien en mayor medida la población más rica. Además, es
una forma de limitar el beneficio de las empresas productivas y la creación de
empleo. De ahí la oportunidad de propuestas como las de Thomas Palley (que el
Banco de España oculta intencionada e ilegítimamente) orientadas a garantizar
un salario mínimo global, insisto no solo por razones morales y de justicia
sino de pura supervivencia económica (ver Thomas Palley on a global
minimum wage system).
El Banco de
España es una institución del Estado y no debería ser un cobijo exclusivo del
pensamiento neoliberal. La democracia es esencial para la vida económica y, sin
embargo, está por completo ausente de una institución que, con dinero de todos,
se dedica a divulgar las ideas y a justificar las políticas que benefician solo
a unos pocos. Si el Banco de España no cumple tareas de servicio público y si
no permite que en su seno se muestren la diversidad de ideas y las distintas
posiciones que existen en el pensamiento económico, debería ser intervenido.
Para que de verdad haya democracia, las decisiones deben basarse en la
manifestación y en la toma en consideración de todas las opiniones y
preferencias, y no solo las de una parte de la población. Por eso, para que la
haya en España, hay que empezar a pedir responsabilidades al Banco de España
por las mentiras que dice y por el daño está haciendo a la inmensa mayoría de
los españoles.
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