N-1:
UNA RED SOCIAL NO MERCANTILAZADA ES POSIBLE
PUBLICADO EN DIAGONAL
Es noticia de las últimas semanas que
Google volverá a intentar hacer negocios con el mercado de las redes sociales.
El gigante de la red no está dispuesto a quedarse impasible ante los dólares
que entran a ríos en las cajas de Facebook. Frente a esta nueva demostración de
que las Redes Sociales en Internet (RSI) son uno de los principales objetos de
deseo para el mercado, hay otras alternativas que surgen desde y hacia los
movimientos.
En este escenario, ¿cómo puede
posicionarse un movimiento social? El último en llegar, el movimiento 15M, ha
sido, de cara al gran público, un movimiento que ha alcanzado difusión sobre
todo gracias a los tuits (mensajes de Twitter) y a los grupos de Facebook. Pero
el movimiento no se ha limitado a usar los servicios de estas empresas
multimillonarias, consciente de que, como decía la escritora feminista Audre
Lorde, “las herramientas del amo nunca desmontarán la casa del amo”. Bajo este
lema se esconde la filosofía de N-1, una red social basada en software libre
que forma parte del proyecto Lorea, semillero de redes sociales presentado en
el Hackmeeting de 2009.
Cualquiera que se haya acercado a los
grupos de trabajo de Acampada Sol ha oído nombrar la dirección web
https://n-1.cc/, cuya escritura diferente a la de la mayoría de dominios en
Internet ha llegado a darle casi un aura mística, de página desde la cual se
mueven los hilos de todo un movimiento. De hecho es allí donde se encuentran,
libres y listas para ser compartidas o modificadas, actas, órdenes del día,
propuestas, relaciones de comisiones y muchos más instrumentos utilizados por
el movimiento 15M.
En realidad, N-1 es una RSI ‘por el
pueblo y para el pueblo’. "Las redes sociales son demasiado importantes
para creer que solo empresas comerciales pueden ofrecernos herramientas y
plataformas para poder mostrarlas, construirlas o mantenerlas", nos
comenta spideralex, quien ha tomado parte en la creación del proyecto Lorea y
N-1. Y es que confiar en las RSI ’tradicionales’ puede suponer una importante
renuncia a la libertad, sobre todo cuando sus ganancias provienen de “poner en
peligro el derecho al anonimato, a la privacidad, la identidad electrónica;
exponerse a que hagan comercio con tus datos personales, la minería de datos
por gobiernos o agencias, etc.”, según denuncian varias asociaciones de
hacktivistas, como Ipppolita. En España, los casos de la clausura de páginas
como la del grupo en apoyo a la III Intifada palestina, la de Izquierda Anticapitalista
que convocaba a una manifestación en contra de la cumbre de la OTAN en Lisboa
en Noviembre de 2010 o el veto al grupo organizador de la Contracumbre de la
Educación de Madrid en abril de 2010 son sólo algunos ejemplos.
La importancia que tiene para un
movimiento crear una propia herramienta de interacción social en internet
reside en la posibilidad de “desarrollar nuestra soberanía tecnológica” y de
hacerlo para recuperar “las redes sociales como conjunto de relaciones y
contactos que establecemos como activistas, como colectivos y acciones
colectivas que luchan para la transformación social y política”, añade
Spideralex.
Aun así, el objetivo de una red como N-1
no es enfrentarse a las RSI ‘tradicionales’ o condenarlas siguiendo su misma
lógica de competitividad. En este sentido, recuerda spideralex, “dentro de
Facebook la lógica es individualista, los intercambios y herramientas están
centrados en el individuo”. En N-1 en cambio “también se parte de la
subjetividad individual, pero ésta es tan importante como lo son los grupos”.
Movimientos en N-1 Uno de los colectivos
no iniciadores del proyecto que antes se sumaron a esta red en España fue la
Cooperativa Integral Catalana (CIC), centrada en el fomento de iniciativas
cooperativistas y de alternativas al capitalismo. En su caso, no utilizan
ninguna otra red social. “Nosotros entendemos N-1 sobre todo como una
herramienta de trabajo especialmente útil cuando hay muchos grupos, mucha
información”, destaca Enric, uno de los miembros de la CIC. En su opinión, no
se pude negar el “componente de superactualidad” de, por ejemplo, Twitter, que
puede ser fundamental para la difusión de convocatorias, pero destaca que, a
largo plazo “lo que puede dar continuidad y consolidación a los movimientos son
herramientas de trabajo como N-1, donde sabemos que nunca vamos a levantarnos
con nuestra cuenta censurada”.
Operando “desde y hacia” los territorios
de Latinoamérica, LabSur es otro colectivo que ha apostado por N-1 desde su
nacimiento. “Tienes que saber con quién trabajar, y ‘fakebook’ es
definitivamente un sistema de control y explotación más que de apertura”,
comenta a DIAGONAL Alejo, que gestiona la cuenta del grupo en la red de Lorea.
Este miembro de LabSur subraya que, más allá de las herramientas visibles que
la red ofrece, como wiki, etherpad, blog, galerías de fotos y video o chat, una
de las grandes aportaciones de Lorea es la de “generar un contexto acorde con
movimientos cuyos principios no obedecen a intenciones de lucro”. Alejo destaca
que el carácter abierto y libre de N-1 “es fundamental para que los contenidos
y pensamientos que se generen no sean cooptados por la plataforma”.
El 15M y N-1 “No sé quién está detrás de
toda esa difusión, y no sé quién proclamó esa red social como la oficial del
15M, pero así fue y así es, no podemos hacer absolutamente nada”. Esta polémica
visión del uso de N-1 por parte del movimiento 15M, aportada por uno de los
desarrolladores de spanishrevolution.es (SR) aclara la amplitud de difusión que
ha llegado a tener esta red. Dentro de la misma plataforma de
spanishrevolution. es, las opiniones son distintas, como es el caso del usuario
dud3ism: “Para aglutinar todas las herramientas de comunicación del movimiento,
seguir en N-1 me parece esencial”, comenta en una discusión sobre el tema en la
plataforma. Entre los que han tomado parte en el movimiento, muchos no han
visto la necesidad de una elección entre las redes disponibles. Juventud Sin
Futuro, por ejemplo, tiene un perfil activo tanto en Facebook como en Twitter,
pero se plantea utilizar el grupo de N-1, tras ver cómo una plataforma de
software libre es utilizada de forma masiva, “para comunicación interna” y
coordinación entre los grupos presentes en todo el Estado.
“La página de Facebook no la cerramos,
va a ser más un espacio de comunicación cara al exterior que queremos
mantener”, asegura Tomás Muñoz, uno de los militantes de Juventud Sin Futuro.
En su opinión, “si no hubiera irrumpido el 15M, casi nadie habría conocido de
antemano el N-1, con lo que estar presentes allí hubiera sido impensable”,
concluye Muñoz.
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