RAJOY
Y LAS EDITORIALES
En relación a la entrevista realizada a
Mariano Rajoy en TVE a cargo de cinco periodistas provenientes de diferentes
medios los que vimos al señor Rajoy comparecer y aceptar cuestiones ante la
opinión pública, después de mucho tiempo, creo que no escuchamos nada nuevo. Rajoy
eludiendo las preguntas complejas, dando muchos rodeos y respondiendo lo que le
venía en gana, amén de alguna que otra promesa como no tocar las pensiones,
aunque también tenía la intención de no tocar IVA, sanidad, educación…
Resumiendo, habló mucho pero no dijo nada nuevo.
Aparte que no mencionara en ningún
momento los recortes que están teniendo lugar en educación y sanidad o la
situación sanitaria de los inmigrantes sin papeles. Eso creía yo hasta que al
día siguiente pude ver las diferentes editoriales y opiniones de los
principales medios escritos de nuestro país. En ABC y la Razón alababan el
comportamiento del actual presidente del gobierno. El ABC titulaba su editorial
bajo el lema de “Ideas claras”, destacando posteriormente que el señor Rajoy no rehusara entrar en el
debate sobre el rescate a España, hecho que yo sigo sin saber si respondió. En
la misma línea, la Razón titulaba su editorial “Entrevista clarificadora,
alabando el estilo ponderado y previsible de Mariano Rajoy. Lo de previsible
viene que ni pintado porque para variar no dijo nada nuevo: negó recortes y
habló de la crisis que padece nuestro país por culpa de la gestión anterior.
Más críticos fueron el Mundo y el País.
El periódico de Pedro J. Ramírez parece haber entrado en un divorcio con el
presidente. Su editorial titulaba “Un frío Rajoy elude revelar sus planes. No
aclara si el gobierno pedirá el rescate”,
criticando a lo largo de todo el artículo la ambigüedad de Rajoy en sus respuestas
y la falta de medidas concretas. En el País, Javier Casqueiro señalaba la falta
de ideas aportadas por del señor presidente, titulando “ni ocurrencias ni
noticias”. Cada cual debe sacar sus conclusiones sobre lo visto en televisión,
otra cosa es la falta de objetividad que muestran los diferentes medios de
comunicación españoles que dependiendo de las circunstancias arriman el ascua a
su sardina sin tener en cuenta la pérdida de valor que está sufriendo el
periodismo.
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